La ciudadanía, el mejor regalo de Navidad para miles de inmigrantes latinos
Prestaron juramento en la última ceremonia de naturalización del año en Los Ángeles
Emocionados hasta las lágrimas, más de 6,300 inmigrantes de todo el mundo se convirtieron en ciudadanos de los Estados Unidos durante la última ceremonia de ciudadanía de 2018 en Los Ángeles. A pocos días de la Navidad, para muchos de los nuevos ciudadanos, la naturalización es el más grande regalo que han recibido en estas fechas de fiestas.
Las hermanas Alberta Velázquez y Luz María Ramírez Santiago nunca imaginaron que se convertirían en ciudadanas por naturalización el mismo día.
“Iniciamos los trámites juntas en marzo, pero a mi me llegó primero la cita para la ceremonia de juramentación, y a la semana a mi hermana”, dice Alberta.
Tanto ella como su hermana Luz María vinieron de Guadalajara, México hace 40 años y se hicieron residentes durante la “Amnistía de Reagan” en 1986.
“Vamos a celebrar en familia, pero la ciudadanía es el regalo de Navidad más grande que hemos recibido en nuestras vidas. Ya podemos andar por las calle tranquilas”, exclama Alberta fascinada, sosteniendo su diploma de ciudadana.
Los nuevos ciudadanos, residentes permanentes de 127 países, cumplieron todos los requisitos para la naturalización. Los principales países representados en la ceremonia celebrada en el Centro de Convenciones de Los Ángeles fueron: México, Filipinas, El Salvador, China y Corea del Sur.
La enfermedad de su esposa lo lleva a hacerse ciudadano
Gonzalo Castro,un jubilado de 69 años, lloraba de felicidad.
“Desde hace 40 años podía haberme hecho ciudadano, pero no lo hacía por pura desidia. Pero ahora que mi esposa está enferma y en diálisis, decidí que era tiempo”, dijo el inmigrante de la ciudad de Mexicali en Baja California, México.
Motivados a superarse
Antonio Flores no cabía de la felicidad. “Se siente muy bonito ser ciudadano”, comentó contento mientras lo abrazaban sus dos niños Sofía y Anthony, de 3 y 5 cinco años, respectivamente. “Me quise hacer ciudadano por mis hijos. Ellos me animaron. Necesito hacer un buen futuro para ellos”, expresó sonriente, portando un sombrero del Tío Sam.
Dijo que apenas calificó este año para la ciudadanía, y presentó su petición
A Leticia Arrieta la recibió su esposo Everardo Pérez con un ramo de flores al término de la ceremonia en la que se hizo ciudadana estadounidense.
“La ciudadanía es un regalo muy bonito de Navidad. Me siento muy feliz y muy contenta”, confesó la nueva ciudadana. Y admitió que sus hijos de 11 y 5 años fueron su principal motivación para naturalizarse. “El proceso me llevó siete meses”, comentó.
Ahora, dijo que quiere votar, estudiar, y superarse. “La ciudadanía me ha motivado para hacer muchas cosas”, expresó.
Para Jorge Gutiérrez, quien solicitó su ciudadanía en mayo, después de tres años con la residencia permanente, ser un ciudadano por naturalización es un gran logro personal.
“No la esperaba para Navidad, pensaba que me iba a hacer ciudadano hasta el año que entra. Estoy muy contento por mis tres hijos y mi esposa”, observó.
Añadió que como ciudadano lo primero que quiere es salir a votar, pero también estudiar. “Trabajo en una bodega, pero me gustaría estudiar computación”.
Rosario Baca, una abuela de nueve nietos, dice emocionada que la ciudadanía es su regalo de Navidad. “Llegué de México en 1975. En 1982 me hice residente. En esta Navidad del 2018 me hice ciudadana. Estoy muy contenta”, dijo riendo.
El factor Trump
Hace 10 años que Jesús Sergio Pineda podía haberse hecho ciudadano, pero lo había dejado pasar.
“Las políticas del presidente Trump me decidieron a hacerme ciudadano. Ahora lo que más deseo es votar para que haya cambios”, dice el nuevo ciudadano de origen mexicano, quien solicitó la ciudadanía en julio. “No pensé que me iba a llegar tan pronto”, comentó.
A la hondureña Glenda Patricia Galindo le tomó cinco meses hacerse ciudadana, aunque era residente permanenteque desde 1985. “Qué buen regalo de Navidad me llevo”, dijo más que feliz, lista para irse de fiesta a celebrar. Admitió que fueron las leyes del presidente Trump las que la animaron a hacerse ciudadana.
“Ahora ya me siento más segura”, comenta mientras la abrazan su madre, Melida Zúñiga, y su hermana Mireya Ortega.
Los nuevos ciudadanos salían del Centro de Convenciones con su certificado de naturalización entre aplausos de sus familiares, quienes los esperaban con ramos de flores y los recibían con abrazos y besos.
Durante el año fiscal 2017-18, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) del distrito de Los Ángeles le dio la bienvenida a más de 83,000 nuevos ciudadanos, y a nivel nacional fueron 716,000.
El distrito de USCIS en la región cubre siete condados, Los Ángeles, Orange, Riverside, San Bernardino, Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo.