Crimen desciende en Los Ángeles por primera vez en 5 años
El único repunte lo tuvo el robo a personas, que subió un 3 por ciento
Un agente del LAPD en las inmediaciones de USC. (Aurelia Ventura) Crédito: Aurelia Ventura | La Opinión
Por primera vez en cinco años, el crimen violento en Los Ángeles descendió en 2018, llegando los homicidios a su cifra más baja en mása de 50 años.
Así lo dio a conocer la Policía de Los Ángeles, que según sus registros vio un declive en el número de asesinatos, violaciones, robos y ataques, después que las cifras de estos crímenes empezaran a subir en 2014.
“Pero esto no es una coincidencia, los arduos hombres y mujeres trabajadores del LAPD se han comprometido a nuestra estrategia de lucha contra el crimen que se basa en tratar la seguridad pública como una responsabilidad compartida”, escribió en Twitter el jefe policial Michel Moore.
El LAPD resalta, por ejemplo, que hasta el 27 de diciembre se habían contabilizado 256 homicidios, un descenso del 9 por ciento comparado con un año atrás, cuando se reportaron 300.
De hecho, los asesinatos pandilleriles vieron una baja del 20%, algo que Moore considera es el efecto de programas juveniles y la intervención de activistas antipandillas que evitan actos de venganza tras crímenes entre estos grupos.
El único repunte este año fue en los robos personales, que subieron un 3 por ciento. El crimen a propiedades bajó un 2 por ciento también.
Áreas patrulladas por el Sheriff
Las zonas del condado patrulladas por el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles también vieron un descenso del 3 por ciento en homicidios, 5 por ciento en crimen violento y 8 por ciento en delitos de propiedad.
La única excepción fue la ciudad de Compton, que contrata al Sheriff para sus servicios de seguridad pública y por años ha sido terreno fertil de luchas entre pandillas.
El 2018 no fue la excepción y los homicidios aumentaron de 15 el año pasado a 19 este año; y el crimen violento subió 2 por ciento.
Los descensos en crimen violento son similares a los que experimentaron otras ciudades de California como Oakland, San Diego y San Francisco. Los expertos dan crédito de esto a una economía fuerte, menos desempleo y otros programas que han reducido la violencia.
