‘Celebramos la oposición a la cárcel de mujeres en Lancaster’
Activistas indican que su construcción sería en un lugar lejano y que los familiares no podrían ir de visita
El martes por la mañana un grupo de activistas agradeció de manera pública a dos supervisoras del condado angelino por levantar su voz en contra de la construcción de una cárcel para mujeres en Lancaster, una ciudad al norte de Los Ángeles.
“Estamos celebrando la oposición de las supervisoras Hilda Solís, del Distrito 1, y Sheila Kuehl, del Distrito 3”, dijo Eunisses Hernández, miembro de la coalición JustLeadership USA.
Hace unos años el condado de Los Ángeles ganó un subsidio estatal para pagar por el proyecto —conocido como Cárcel de Mujeres de Mira Loma— en una instalación que solía ser un centro de detención para inmigrantes.
Y hace poco, el condado decidió avanzar con la votación por temor a perder los 315 millones de dólares aprobados para la cárcel de mujeres Mira Loma y para el proyecto de reemplazo para la Cárcel Central de Hombres.
Ese dinero proviene del Departamento de Obras Públicas del condado ($215 millones) y del estado ($100 millones).
“La votación para ambas instalaciones ha sido retrasada por dos semanas, lo cual da a los activistas tiempo para hacer más estudios”, explicó Hernández.
“Pero lo mejor es que las dos supervisoras dijeron que si las mociones están frente a ellas no votarán para que avancen”, agregó.
¿Qué les inquieta?
Entre las cosas más preocupantes para la cárcel de mujeres, indican, es que la localidad está demasiado lejos.
Se estima que un viaje en auto desde el sur del condado de Los Ángeles a Mira Loma tomaría unas dos horas. Y, agregan que, no hay posibilidad alguna de llegar en transporte público.
“En muchos casos, la distancia a Mira Loma es imposible para las familias solo por el tiempo que llevaría salir, especialmente si hay niños involucrados… Sabemos que la visita es necesaria para la rehabilitación [de detenidas]y estabilidad familiar”, dijo Solís en un comunicado.
“La Junta de Supervisores esáa siendo juzgada correctamente por la forma de cómo nos preocupamos por los que están bajo nuestra custodia”.
El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva también se opone a la construcción de más cárceles.
“Necesitamos reducir el tamaño general de nuestra población carcelaria y debemos ofrecer alternativas al encarcelamiento a nivel comunitario”, enfatizó el sheriff en un comunicado.
Invertir en educación
La activista Eunisses Hernández indicó que la decisión de Solís y Kuehl es una victoria para quienes piden que el dinero sea utilizado mejor en programas de salud mental en la comunidad, empleos y educación.
“Sabemos que el 40% de las mujeres que están en las cárceles del condado son latinas y que el 9% pertenece a la población afroamericana son 9%”, explicó enfatizando el alto número de mujeres de color en las cárceles del condado angelino.
Agregó que en muchas ocasiones, las mujeres que cometieron delitos menores continúan encarceladas porque son “muy pobres” y no pueden pagar la fianza o una representación legal. “Tenemos que invertir para ayudarlas”, dijo Hernández.
Bamby Salcedo la directora de Tanslatin@ Coalition, la cual aboga por la comunidad transgénero, indicó que construir cárceles no provee dignidad ni ayuda la comunidad latina.
“Debemos tener programas, darle más dignidad a la gente que necesita apoyo, que necesita la ayuda, no seguir criminalizando a nuestra comunidad y hablo específicamente de la comunidad [transgénero]… Seguimos siendo marginalizadas y seguimos siendo discriminadas solo por ser quienes somos”.
Activistas pro-transgenero aseguran que las mujeres trans están entre las más afectadas por el encarcelamiento y las más excluidas de los servicios de soporte vital.
Los activistas y supervisoras aseguran que la cárcel propuesta también aislaría a las reas de servicios de apoyo, como la salud mental.
Además dicen que presentaría graves daños ambientales y amenazas a la salud pública para presos, trabajadores y para comunidad circundante, que incluye impactos en los recursos hídricos, la calidad del aire y la exposición a la fiebre del valle —conocida como coccidioidomicosis y que causa fiebre, sudoraciones y dolor de cabeza y musculares.
“Como alguien que ha trabajado en las cárceles, he visto las barreras para el tratamiento que crean las cárceles”, dijo Shamsher Samra, profesor clínico asistente de Medicina de Emergencias en Harbor UCLA.
“Los supervisores pueden tomar medidas para impedir que se construya esta nueva cárcel para mujeres. Una cárcel que solo seguirá perjudicando a las familias y a las personas que pudieran tener un mejor servicio en nuestra comunidad en lugar de una celda”.
Las cárceles del condado de Los Ángeles ya son la institución de salud mental más grande del mundo, desviando recursos muy necesarios del tratamiento basado en la comunidad. Se estima que las cárceles del condado tienen alrededor de 17,000 presos, muchos de ellos encarcelados por delitos menores.