Padres exigen ser incluidos en el tema de la educación pública
Alegan que la huelga, que tuvo como elementos principales a los maestros y al Distrito, creó confusión
Este miércoles, el mismo día que las clases de las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) regresaron a la normalidad, un grupo de padres de familia se reunió con organizaciones comunitarias frente al Ayuntamiento de Los Ángeles para pedir un lugar en la mesa de decisiones que afectan a sus hijos.
Durante su mensaje al público decidieron vestir de blanco para mantener una posición neutral entre los dos lados de la huelga.
El paro laboral del Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA), que cuenta con cerca de 34,000 miembros, afectó la educación de más de medio millón de estudiantes durante seis días.
Sin embargo, el martes se anunció un acuerdo que incluye —entre otros puntos— la reducción en la cantidad de alumnos por clase y la contratación de más enfermeras, bliotecarios y consejeros en las escuelas intermedias y
secundarias.
A pesar de ello, padres de familia como Ana Carrión dijeron estar confundidos y hasta molestos porque no fueron tomados en cuenta por ninguna de las dos partes en la conversación que incumbe a sus hijos.
“Desde antes que empezara la huelga no nos dijeron a los padres nada, solo empezamos a escuchar que iba a haber una huelga pero ni el sindicato ni la escuela convocaron a una reunión”, indicó la mujer, cuyo hijo cursa el séptimo grado en la escuela Foshay Learning Center de Los Ángeles.
Carrión dijo que la única información que recibió “a medias” fue un folleto del LAUSD con información básica.
“No nos presentaron las demandas que iba a proponer [el UTLA] y no hicieron una reunión para que ayudáramos a tomar decisiones en la educación de los niños”, agregó ayer después de la conferencia de prensa. “Esta huelga dividió y confundió más a los padres”.
Mireya Pacheco es residente del Valle de San Fernando y tiene a tres hijas en una escuela chárter de LAUSD.
Pese a que ellas no fueron afectadas directamente por la huelga, la madre dijo que considera injusto lo que vivieron los estudiantes de las escuelas públicas.
“Creo que todos los niños deberían tener la mejor educación no importa si es escuela pública, chárter o piloto”, dijo Pacheco. “Yo les estuve platicando a mis hijas acerca de la huelga y la mayor aprendió que todos los estudiantes tienen derecho a la educación”.
Las quejas
Los padres de familia dijeron en la conferencia de prensa que no es justo haberle planteado al 80% de estudiantes del LAUSD, que califican para almuerzos gratuitos o de precios reducidos, quedarse en casa hasta que terminara la huelga.
Tampoco consideraron justo que tres de cada cuatro estudiantes del LAUSD estén leyendo por debajo del nivel de grado y que el 68% de alumnos no cumpla con los estándares educativos pero que aún así pierden horas de instrucción “invaluable” con la promesa de que estaban apoyando a la huelga y a la educación pública.a.
“La mayoría de estos estudiantes no estará en el sistema para ver cómo se llevarán a cabo los cambios pero habrán perdido tiempo de aprendizaje y apoyo crítico”, dijo Pacheco.
“No podemos pedirles a las familias de bajos ingresos que se queden en la casa a cuidar de sus hijos cuando no tienen muchas opciones ni los ingresos que disfrutan los padres [más afluentes]”.
Mientras el LAUSD, considerado el segundo distrito más grande de la nación, intenta volver a la normalidad los padres de familia pidieron que se continúe una conversación con el Sindicato e incluyan a los padres para reconciliar las relaciones fracturadas que resultaron de la huelga.
Óscar E. Cruz, presidente y CEO de la organización Families in Schools, dijo que lo más importante es que padres y escuelas trabajen en conjunto.
“Los padres pueden apoyar a sus hijos de muchas maneras, una de las mejores es poder abogar por sus necesidades. Cuando los padres están informados y tienen oportunidad de participar en las decisiones educativas, las escuelas mejoran y son mas justas”, indicó.
Los padres dijeron ayer que esperan que con esta inclusión se puedan evitar interrupciones educativas en el futuro que solo afectan el aprendizaje de los estudiantes.
“Yo invito a cualquier padre interesado en la educación de sus hijos que se una a este movimiento para involucrarse en sus escuelas”, dijo Carrión. “Si no lo hacemos y los dejamos negociar [a UTLA y LAUSD] en seis meses se les va a olvidar lo que hablaron”.