Lavados nasales en bebés: cómo y cuándo realizarlos
Los bebés no saben respirar por la boca, por eso debes ayudarlos cuando tengan la nariz obstruida
Si tu bebé tiene flema, y lo notas incómodo por no poder respirar, debes hacerle lavados nasales o utilizar un aspirador de secreciones para limpiar su nariz.
Con este último, debes tener cuidado de no utilizarlo de forma brusca, ya que puede ocasionarle sensación incómoda en los oídos y resecar la mucosa (piel que recubre el interior de la nariz). Solo hazlo, si notas mucho moco para aspirar.
¿Cómo hacer lavados nasales?
Existen diversos sistemas de suero fisiológico que puedes conseguir en la farmacia. Es importante que cada niño tenga su propio dispositivo, para no pasar los virus de uno a otro.
Aquí te damos unos consejos que podrían ayudar:
- Es recomendable hacerlo antes de dormir. Utiliza 1,5-2 ml de suero en cada fosa nasal en bebés y hasta 5 ml en niños más grandes. Mantén el suero a temperatura ambiente para que la sensación sea menos desagradable.
- Coloca al niño boca abajo o boca arriba, procurando girar su cabeza hacia un lado e intentando que no se eche para atrás.
- Cuando lo tengas bien sujeto, echa el suero fisiológico por el orificio que quedó arriba (con determinación).
- Tras esto, puedes sentarlo para la expulsión de la flema.
- Repite la maniobra del lado contrario.
- Si la nariz está muy obstruida, puedes echar suero, masajear para ablandar y volver a echar suero.
- Parte de los mocos los expulsarán, y otra parte se la tragarán. Esto es normal.
Los niños mayores son capaces de realizarse los lavados ellos mismos. Incluso, a esta edad podrán expresar si los lavados le causan molestias en los oídos (que puede ocasionar hasta mareos).
Por eso, debes tener cuidado cuando hagas esto a tu bebé, ya que él no es capaz de expresar la afección posterior a los lavados.
También puede que tengas que sujetar muy bien a tu bebé, ya que los lavados nasales no suelen gustarle, y se mueven mucho. Así que solicita ayuda a otra persona de ser necesario.