Empleadas acusan a hotel Freehand de abuso laboral y amenazas de problemas migratorios
Cuando dos empleadas se organizaron para protestar sus condiciones de trabajo, sus supervisores les dijeron que tendrían problemas con inmigración
Hace unos dos años cuando el hotel Freehand del centro de Los Ángeles abrió sus puertas, Elba Salteño comenzó a trabajar limpiando las habitaciones.
Al principio dijo que se sintió cómoda trabajando y en un ambiente relajado.
Sin embargo, cuando el hotel comenzó a tener más popularidad también aumentó el trabajo y el estrés para las más de 30 trabajadoras que asean los cuartos.
“Son muchos cuartos y a veces nos dan solamente media hora para limpiar un cuarto y unos tienen más camas con las literas”, dijo la mujer de 34 años. “Esos cuartos toman alrededor de 40-45 minutos para limpiar…pero nos están revisando el tiempo con el radio”.
El Hotel Freehand está localizado sobre la Calle 8, entre la Olive y la Hill, y cuenta con 13 pisos y unas 19 habitaciones por piso.
Adicionalmente, Salteño – quien es madre soltera de dos hijas – dijo que el trabajo se ha vuelto tan pesado que cuando llega a su casa está tan cansada que no puede poner atención a sus hijas.
“Todavía ni terminamos de hacer una cosa cuando ya nos mandan a hacer otra”, relató.
Una situación similar vive Mirna López, de 35 años, quien dijo que hay un exceso de trabajo y no se les permite trabajar tiempo extra.
“Quieren que todo hagamos rápido y ni siquiera nos mandan ayuda. No nos dan tiempo extra, pero sí quieren todo rápido”, dijo López.
Ella contó que los 10 minutos de descanso que por ley deberían tomar los trabajadores, ellas no los pueden tomar porque están demasiado ocupadas.
“Y en el lunch con un minuto que nos pasemos ya nos están poniendo un ‘warning’. Nos dicen que podemos agarrar los 10 minutos de descanso extra, pero no hay tiempo”, dijo López.
Amenazas migratorias
Ambas trabajadoras dijeron que hace unos meses cuando comenzaron a organizarse para protestar sus condiciones laborales, el personal de supervisión les dijo que no lo hicieran porque iban a tener problemas con inmigración.
“Eso es una forma de intimidación”, dijo Salteño, de origen guatemalteco.
Por esta razón, ambas empleadas junto a aliados comunitarios, políticos y clérigos presentaron ayer una solicitud formal a la Oficina del Comisionado de Trabajo para investigar al Hotel Freehand por supuestas represalias relacionadas con la inmigración contra sus empleados por ejercer sus derechos bajo el Código Laboral de California.
Los trabajadores piden a la Oficina del Comisionado del Trabajo que investigue si el hotel ha violado las disposiciones del Código del Trabajo que prohíben las prácticas desleales relacionadas con la inmigración.
Desde hace meses, los trabajadores de Freehand se han organizado en respuesta a las malas condiciones de trabajo y al supuesto robo de salarios. Desde entonces, los trabajadores han presentado historias de prácticas anti laborales y antiinmigrantes en el hotel.
La queja y la solicitud de investigación se basan en la medida AB 263 que prohíbe a los empleadores participar en prácticas desleales relacionadas con la inmigración contra empleados en represalia por ejercer sus derechos en el Código Laboral.
Esta es una de las primeras veces que las protecciones para los trabajadores inmigrantes promulgadas por la AB 263 se ponen en uso en Los Ángeles. Si se encuentra en violación, el Freehand Hotel podría tener todas sus licencias suspendidas temporalmente.
El operador del hotel Freehand, Sydell Group también opera el Hotel LINE en Koreatown, donde los trabajadores tienen un sindicato y actualmente están en negociaciones de contrato.
Hasta el cierre de esta edición, no había respuesta del hotel Freehand.