¿Qué es el cáncer colorrectal y cómo se detecta?
Los pólipos colorrectales pueden convertirse en cáncer con riesgo de muerte
El colon y el recto conforman todo el intestino grueso, en conjunto con el ano que está en el extremo inferior. Son parte importante en el sistema digestivo, ya que uno se encarga de extraer agua y sal de los residuos digestivos (el colon); y el otro, a partir de estos residuos digestivos, forma las heces que son expulsadas por el ano (el recto).
¿Qué es el cáncer colorrectal?
El origen del cáncer se produce cuando las células del cuerpo crecen descontroladamente, convirtiéndose en tumores cancerígenos y esparciéndose por cualquier parte del cuerpo.
En el revestimiento colorrectal, se forman protuberancias conocidas como pólipos que, en su mayoría, se vuelven cancerosas.
Según el portal cancer.org, el proceso de transformación de los pólipos a cáncer, puede durar muchos años. Pero, cuando estos se detectan, deben estudiarse para descartar cualquier posible avance cancerígeno.
¿Cómo se detecta?
Las pruebas utilizadas para detección del cáncer colorrectal, son las siguientes:
Prueba de ADN en heces
A través de una prueba fecal, en un recipiente de muestra, se estudia el ADN proveniente del cáncer colorrectal o las células en los pólipos, que suelen ser cambiantes en sus genes.
Prueba de sangre oculta en heces
La muestra puede obtenerse en casa, a través de un recipiente, y ser llevada a un centro especializado para su estudio.
Detectar sangre en las heces fecales puede ser síntoma de pólipos o de cáncer colorrectal.
Cabe destacar que, encontrar sangre en las heces también puede ser síntoma de otras afecciones: hemorragia en el estómago o en el tubo digestivo, úlceras.
Para asegurar que la sangre en las heces es por pólipos o cáncer colorrectal, hay que realizar una colonoscopia.
Colonoscopia
Estudio realizado a través de colonoscopio: tubo alargado, conectado a una computadora, con videocámara y luz en el extremo que se introduce por el ano.
A través del colonoscopio se pueden extraer pruebas de pólipos para realizar biopsias y detectar posible cáncer colorrectal.
Colonografía por tomografía computarizada (o colonoscopia virtual)
Se utiliza rayos X para obtener imágenes tridimensionales del interior del colon y el recto, para detectar pólipos o cáncer colorrectal.
Se emplea, mayormente, en personas que no pueden o no quieren ser sometidas a una colonoscopia.
De igual forma, si se detectan pólipos o cáncer, el paciente debe someterse a una colonoscopia para obtener imágenes más claras de la zona afectada.
Sigmoidoscopia
A través de un tubo con luz, se estudia el colon y el recto para detección de pólipos, cáncer colorrectal u otras afecciones.
A diferencia de la colonoscopia, la sigmoidoscopia no puede llegar al colon ascendente y al colon transverso.
También se puede extirpar pólipos a través de ella, evitando posible cáncer colorrectal.
Radiografía del tracto gastrointestinal inferior (o Enema con bario)
La radiografía del tracto gastrointestinal inferior se realiza a través de una fluoroscopia: rayos X en tiempo real que estudia todo el intestino grueso en busca de pólipos, cáncer o inflamaciones del colon (colitis ulcerativa).
Por otra parte, los síntomas del cáncer colorrectal pueden ser: cansancio, dolor abdominal o cólicos, diarrea, estreñimiento, ganas incesantes de ir al baño y pérdida de peso.
Las visitas al médico para prevenir el cáncer colorrectal deberían comenzar a los 50 años (edad promedio). Al igual que, si tienes familiares que sufrieron cáncer colorrectal, el riesgo de contraerlo es doble.