Qué es el “swatting”, la peligrosa broma del mundo de los videojuegos que puede tener consecuencias mortales
Es una práctica popularizada por "gamers" que involucra el despliegue de fuerzas policiales especiales para detener una amenaza inexistente. En Estados Unidos, un hombre acaba de ser condenado a 20 años de cárcel por un caso de "swatting".
Imagina que una noche estás tranquilamente en casa, cenando con tu familia, y de repente escuchas unos ruidos. Cuando te das cuenta tienes un equipo SWAT, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad, desplegado en tu casa.
Acabas de ser víctima del swatting, una popular broma entre jugadores de videojuegos y youtubers.
Pero, para las autoridades, no se trata de ningún juego.
De hecho, esta broma ya ha tenido consecuencias mortales.
¿En qué consiste?
El swatting es, básicamente, una llamada a la policía u otros servicios de emergencias dando un aviso falso de un incidente grave.
Las llamadas suelen reportar situaciones falsas con rehenes o alguien que tiene una bomba u otro delito grave.
Normalmente se lleva a cabo por videojugadores que compiten entre sí en internet, y quieren molestar a otro objetivo en su casa u otra dirección en la que se encuentre la víctima de la broma.
Tras la alerta, un equipo de policías altamente cualificados irrumpen en el domicilio de la víctima, buscando una amenaza inexistente.
Para el FBI, es un juego que pone en peligro a las víctimas, a los policías y también a la comunidad, ya que aleja a los servicios de emergencias de incidentes reales.
El swatting recibe su nombre de las unidades de policía de tácticas y armas especiales (Swat) en Estados Unidos.
Una muerte
El swatting no es nuevo: el FBI ya lanzó una alerta en 2008.
Sin embargo, esta semana volvió a los titulares debido a la sentencia a 20 años de cárcel contra un hombre de California por un caso de swatting.
Tyler Barriss, residente de Los Ángeles, hizo una llamada a la policía en 2017, alertando de que había disparado a su padre y tenía como rehenes al resto de sus familiares.
El gamer hizo la llamada después de involucrarse en una disputa con otros jugadores que participaban en una partida en línea del popular videojuego Call of Duty.
Sin embargo, la dirección que dio no correspondía a ninguno de ellos. En su lugar, dio un domicilio en Kansas y la policía acudió a la casa de Andrew Finch, de 28 años, y quien no tenía nada que ver con la disputa del videojuego.
Según la policía, un oficial le disparó fatalmente a Finch cuando este no cumplió con una orden de mantener las manos en alto y las movió hacia su cintura.
El oficial en cuestión fue absuelto a principios de 2018.
Barriss también se declaró culpable de haber realizado otras llamadas falsas, incluida una amenaza de bomba en la sede del FBI.
“Espero que esta acusación y esta larga sentencia envíen un mensaje fuerte que ponga fin a la práctica imprudente del swatting dentro de la comunidad de jugadores, así como en cualquier otro contexto”, dijo el fiscal de Kansas, Stephen McAllister, en un comunicado.
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