David Malpass: quién es el exasesor de Trump elegido para dirigir el Banco Mundial (tras ser uno de sus mayores críticos)
El analista, quien fuera parte del equipo de campaña de Donald Trump para las elecciones de 2016, fue elegido como nuevo director ejecutivo de la institución, una posición que quedó vacante tras la sorpresiva renuncia de Yong Kim en enero
El Banco Mundial (BM) eligió este viernes como nuevo director ejecutivo a uno de sus más vocales críticos: el estadounidense David Malpass.
El economista, quien fuera parte del equipo de campaña de Donald Trump para las elecciones de 2016, fue elegido como nuevo director ejecutivo de la institución, una posición vacante tras la sorpresiva renuncia de Yong Kim en enero.
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Malpass, además de fiel seguidor de Trump, es conocido crítico tanto de la institución que dirigirá como del Fondo Monetario Internacional (FMI), a los que considera órganos “intrusivos” y “atrincherados”.
Además, de criticar los préstamos a China y hasta los salarios de los empleados del BM, ha dicho que el “multilateralismo” de este tipo de instituciones ha “ido demasiado lejos”.
Pasado banquero
Después de trabajar en el Departamento del Tesoro con Ronald Regan y George W. Bush, Malpass fue nombrado economista jefe del banco Bear Stearns.
Allí estuvo durante 15 años hasta que la institución financiera colapsó en la crisis de 2008.
Bear Stearns casi termina sin solvencia en marzo de ese año, cuando los fondos de cobertura (hedge funds) se percataron de su exposición a hipotecas de alto riesgo de impago.
El banco fue comprado por su rival JP Morgan, con apoyo de la Reserva Federal (banco central) por una fracción de lo que llegó a ser su valor.
Malpass dejó su posición tres meses después.
Las polémicas
El economista ha sido cuestionado en múltiples ocasiones por sus controvertidas posiciones.
En 2007, recibió un aluvión de críticas por un artículo del The Wall Street Journal en el que instó a los inversores a no entrar en pánico por el mercado crediticio que, en su criterio, no era tan relevante en la economía de la mayor potencia económica del mundo.
“Los mercados de vivienda y deuda no son una parte tan importante de la economía de Estados Unidos ni de la creación de empleos”, escribió Malpass.
“Es más probable que la economía sea sólida y crezca fuertemente en los próximos meses y quizás años”, añadió, poco antes de que se desatara la peor crisis económica en décadas.
Según escribió entonces The New York Times, su sesgo partidista hacia la política republicana “incuestionablemente contribuyeron a sus errores de pronóstico”.
Después de dejar Bear Stearns en 2008, Malpass fundó el grupo de investigación Encima Global y dirigió varios cargos directivos en firmas financieras.
En agosto de 2017, ya bajo el gobierno de Trump, nuevamente asumió un cargo de alto nivel en la oficina del Tesoro de Estados Unidos: subsecretario de asuntos internacionales.
El paso al BM
Desde entonces, Malpass ha presionado para que el Banco Mundial suspenda los préstamos a China, que según el economista, es una nación demasiado rica para merecer esa ayuda.
Pero sus pasos hacia el BM no terminaron ahí.
El año pasado, fue parte de las negociaciones sobre un paquete de reformas de préstamos del organismo que tienen como objetivo impulsar a más países de ingresos medios hacia préstamos del sector privado y limitar el crecimiento salarial del personal del Banco Mundial.
Cuando se anunció su nominación en febrero pasado, muchos dieron por dada su elección, ya que Estados Unidos posee una participación del 16% en el poder de voto de la junta directiva y tradicionalmente ha sido de ese país el líder del Banco Mundial (mientras el del FMI ha sido europeo).
China es el tercer mayor accionista del Banco Mundial después de Japón, con aproximadamente un 4,5% del poder de voto.
Tras su nominación, Justin Sandefur, miembro principal del Centro para el Desarrollo Global, consideró que el gobierno de Trump estaba tratando de socavar una institución global clave e instó a otros países a nominar candidatos alternativos.
“Tienen una opción. Es un voto por mayoría simple, Estados Unidos no tienen veto en esta elección y hay muchos mejores candidatos”, consideró.
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