TPSianos muestran sus contribuciones a Estados Unidos, país donde han vivido por más de una década
En el último día de la declaración de impuestos, los TPSianos piden una propuesta de ley bipartidista con camino a la ciudadanía
En el último día de la declaración de impuestos, los TPSianos piden una propuesta de ley bipartidista con camino a la ciudadaníaOrlando Zepeda tenía apenas 17 años cuando emigró de su natal El Salvador. En el 2001 tuvo la oportunidad de solicitar el Estatus de Protección Temporal (TPS) y desde entonces lo ha renovado cada 18 meses sin falta.
Ahora a sus 52 años, Zepeda acepta que le sería difícil regresar a su país el cual ya no conoce. Él ha forjado su vida en Los Ángeles con su esposa y sus dos hijos de 16 y 14 años.
Sin embargo, Zepeda, al igual que muchos salvadoreños, tiene un futuro incierto desde que el presidente Trump anunció que terminaría el TPS para el 18 de septiembre de este año.
“Estamos luchando [para permanecer aquí] porque los TPSianos venimos a trabajar y a veces, hasta aportamos más que un ciudadano, porque por ley nosotros debemos tener mil dólares cada 18 meses para renovar nuestro permiso [TPS]”, explicó Zepeda cuya esposa también es beneficiaria del TPS. “También pagamos nuestros impuestos y muchos, como yo, somos propietarios de casa”.
Desafortunadamente, los trabajadores con TPS pese a tener las mismas responsabilidades fiscales con el gobierno que cualquier ciudadano estadounidense, no tienen acceso al Seguro Social ni a la jubilación.
Por esta razón, Zepeda se unió a un grupo de activistas el lunes en un mitin llamado “Pagamos nuestras cuotas” para demostrar, en el último día de la declaración de impuestos, que los beneficiarios del TPS aportan de gran manera al país.
Las familias migrantes de TPS/DED (Deferred Enforced Departure) en Estados Unidos contribuyen alrededor de $4.6 mil millones en impuestos pagados y por ende exigen una solución bipartidista que les garantice su dignidad y estatus permanente en Estados Unidos.
De acuerdo con los nuevos datos publicados por el Centro para el Estudio de la Integración de Inmigrantes de la Universidad del Sur de California (USC), los beneficiarios de TPS/DED son una gran mayoría de los 475.000 beneficiarios del TPS que viven en Estados Unidos; ellos son contribuyentes regulares con un historial de propiedad de vivienda, estabilidad laboral y espíritu empresarial, según el informe.
“No estamos aquí pidiendo caridad. Las familias de TPS y DED ya han contribuido y continuarán contribuyendo a este país, y este día de impuestos, podemos mostrarle los recibos”, dijo José Palma, Coordinador de la Alianza Nacional de TPS en conferencia de prensa. “Contribuimos con miles de millones de dólares en impuestos que ayudan a pagar carreteras, escuelas y, sí, incluso los salarios del gobierno. Hemos pagado nuestros impuestos durante años, incluso décadas. Ya somos parte permanente de esta comunidad, y es hora de que el Congreso lo reconozca”.
Se estima que, si se otorga un estatus legal a los TPSianos, este beneficiaría a más de 1.3 millones de personas que viven en hogares con un miembro de familia bajo este programa.
Tal es el caso de Evelyn Hernández, de 45 años, quien trabaja en la organización CARECEN. Ella dijo que emigró de su natal El Salvador y desde hace 18 años ha sido beneficiaria del TPS.
Como madre de tres hijos estadounidenses de 23, 22 y 20 años, dijo que su temor más grande sería dejarlos y ella regresar a su país sin opción de retorno.
“Eso crea una inestabilidad emocional porque uno se pone a pensar que va a hacer uno si ellos no se quieren ir [a El Salvador]”, dijo Hernández.
Los hogares con miembros del TPS contribuyen aproximadamente $32.5 mil millones al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y más de $4.6 mil millones en impuestos federales y estatales, de los casi $18 mil millones de sus ingresos familiares, explicó el profesor Manuel Pastor, coautor de la investigación y director del Centro para el Estudio de la Integración del Inmigrante de la USC.
“Los aspectos positivos de un estatus permanente irían más allá de las familias inmediatas para beneficiar a los empleadores, los prestamistas, propietarios, y a la economía en general”, recalcó el profesor.
Desde que se anuncio el final del TPS, el presidente Trump ha tratado de despojar a los inmigrantes de su estatus temporal y separarlos de sus familias, lo que ha afectado a un cuarto de millón de niños ciudadanos estadounidenses, dijeron los activistas.
Zepeda asegura que sería una injusticia si les quitaran el TPS a las personas que como él, han vivido en este país casi toda su vida.
“Precisamente es la inmigración que hace grande a este país”, recalcó Zepeda, quien trabaja en el sector de mantenimiento.
Funcionarios estatales y federales se unieron a la Alianza Nacional TPS en el último día de los impuestos, para que las voces de los beneficiarios de TPS sean escuchadas; pero además, para exigir una solución bipartidista para las familias que han pagado sus cuotas durante décadas.
La Alianza Nacional de TPS está formada y dirigida por beneficiarios del programa en todo Estados Unidos, combinando esfuerzos de defensa a nivel nacional para salvar el Estatus de Protección Temporal para los beneficiarios a corto plazo, y diseñar una legislación que establezca un camino hacia la residencia permanente a largo plazo.