La Vegana Mexicana, un concepto de comida no solo para veganos
Transforman en veganas, recetas tradicionales de la cocina mexicana
Loreta Ruiz siempre tuvo el sueño de un restaurante propio, pero no fue hasta cuando su hija se puso muy enferma de un problema gastrointestinal, que la idea empezó a dar forma. Lo que nunca pensó es que sería un restaurante de comida mexicana vegana.
“Mi hija no podía comer casi nada. Me preocupé muchísimo porque su padre había muerto de un problema gastrointestinal no cuidado. Yo decía cómo la voy a alimentar sin que le haga daño. Cómo le voy a dar las proteínas y vitaminas que necesita para que no le pegue anemia. Empecé a transformar en veganas las recetas mexicanas que ya comíamos. Hice muchos experimentos. Los primeros tamales veganos que hice salieron como piedras, pero el relleno quedaba muy rico”, recuerda.
En febrero pasado, con el apoyo de sus dos hijos Loreta y Alejandro abrió La Vegana Mexicana en el centro de Santa Ana.
Pero ¿quién es Loreta? Ella fue diplomática mexicana por 31 años. Trabajó en el Consulado de México en Los Ángeles y en el Consulado de México en Santa Ana en el área de protección.
Después de 31 años de carrera, en 2015 decidió jubilarse del Servicio Mexicano Exterior, y se fue a trabajar a California Health Access, una organización no lucrativa que aboga por la salud de los latinos.
En ese lapso, el padre de sus hijos murió de un problema gastrointestinal y su hija también se puso muy mal del mismo padecimiento al grado que tuvo que suspender la universidad. Después de probar muchas dietas, se hizo vegana. Y un día se le antojó un tamal. ¿Cómo hacerle un tamal mexicano saludable”, pensó Loreta.
Cuenta que empezó por hacer tamales dulces luego salados, pero sin manteca. “Me tomó dos años mejorar la masa”, platica. Sus compañeros de trabajo fueron sus conejillos de indias. “Yo decía si a alguien que come carne le gustan, eso quiere decir que estoy en el camino correcto”.
Cuando por fin le empezaron a salir buenos, su hija le sugirió vender tamales. “Empezamos a venderlos en el farmers market (mercado de granjeros al aire libre) de Santa Ana. Ahí nos empezaron a invitar a diferentes eventos. Luego nos fuimos a vender al farmers market del condado de Orange”, dice.
Pero fue en un festival de comida mexicana en el Museo de Arte Latinoamericano (MOLAA) que conoció a Sergio Múñoz, un banquero quien le metió la idea de abrir un restaurante luego de probar su tinga hecha a base de hongos enokis.
“Se lo propuse a mis hijos. Les pregunté, ¿me ayudarían? ¡Le entramos! me respondieron.
Encontró un espacio en el mercado de la calle cuarta del centro de Santa Ana (4th street Market). “Al dueño del mercado le gustó mucho la idea y me lo rentó”, dice.
Lo primero que hizo en el local, fue colgar al frente una cruz que compró hace siete años en Cuautepec, México. “Recuerdo que les dije a mis hijos cuando tenga un restaurante, ahí la vamos a poner”, dice.
El 8 de febrero, La Vegana Mexicana abrió sus puertas como un pequeño restaurante familiar en el mercado de la calle cuarta de Santa Ana.
“Mi hija Loreta se encarga del marketing, lo promueve en las redes sociales y conecta con eventos. Mi hijo le dio el nombre de la Vegana Mexicana. Y cuando no está preparándose para ser un bombero forestal en Los Ángeles, está aquí. Hace las compras. Mi hijo son mis brazos. Entre él y mi hija se encargan de lo administrativo y la nómina”, comenta.
La Vegana Mexicana tiene seis empleados. “Yo me encargo de cocinar, pero tengo gente que me ayuda a picar las verduras y a ensamblar los tamales”, detalla.
Loreta aclara que no usan manteca, nada animal, ni siquiera miel de abeja; no emplean la soya y el gluten, evitan el uso de productos enlatados y alimentos procesados.
“Todo es a base de plantas y vegetales. Por ejemplo hacemos una ensalada de atún que en realidad es de garbanzos, el ceviche es hecho con coliflor, el coctel de camarón y el aguachile con palmitos, la cochinita pibil con hongo tipo ostión y la tinga con hongos enokis”, explica.
Además en la cocina de La Vegana Mexicana no chilla el aceite. La mayoría de sus platillos incluidas las salsa no son fritos, excepto los plátanos que acompañan la cochinita pibil. .
¿Quiénes son sus clientes?
“Se sorprenderían de la cantidad de mexicanos veganos que hay. Pero definitivamente nuestro pequeño restaurante está pensado para gente que no necesariamente es vegana, adultos, niños y jóvenes, pero que tiene alguna condición como enfermedades crónicas; o personas que les encanta la comida mexicana, pero quieren una versión más saludable y se benefician de comer así”, dice.
“Cuando prueban la comida, les gusta. No necesitas ser vegano para que te guste un tamal de nopales en salsa verde”, dice.
Sin duda, lo que más le piden sus clientes son los tamales. “Tenemos de frijol negro con mole, nopales en salsa verde, hongos en salsa de chile guajillo, rajas de chile en salsa roja, e apa, chícharos y zanahorias y de queso vegano con rajas. En honor a los centroamericanos, un tamal en hoja de plátano que lleva frijoles, aceitunas y plátano macho”, detalla.
Eso sí ninguno de sus platillos es picoso, precisamente porque sus clientes por su misma condición de salud no pueden comer mucho chile.
Loreta dice que se siente súper orgullosa de La Vegana Mexicana porque se hace cargo de la alimentación de gente que como su hija sufren o sufrieron de alguna condición de salud.
“Me doy cuenta que están agradecidos porque ofrecemos esta opción”, externa satisfecha.
Esta inmigrante, originaria de la ciudad de México, desde las siete de la mañana está trabajando y no para todo el día. “Esta es mi pasión. Si no me gustara, no le podría dedicar tantas horas”, admite. Y revela que le gustaría abrir otro Vegana Mexicana, tal vez en el norte de California; mientras tanto, está en proceso de registrar sus recetas que le tomaron años de mejorar y perfeccionar.