¿Incremento del tamaño de la próstata? Conoce la técnica de láser prostático como solución definitiva

La hiperplasia benigna de próstata, también conocida como próstata hipertrófica, es una condición que se produce cuando el tamaño de la próstata aumenta, sin tener relación alguna con el cáncer de próstata.

Este agrandamiento trae muchas consecuencias, sobre todo al sistema urinario:

• Retención de orina.
• Nicturnia: muchas idas a orinar por la noche.
• Hematuria: sangrado al orinar.
• Vaciado incompleto de la vejiga.
• Chorro débil al orinar y goteo al finalizar.
• Molestias y dolor al orinar.

La causa de estas dificultades urinarias, es que el crecimiento de la próstata presiona la uretra dificultando el trabajo de la vejiga.

Intervención de láser prostático

Este método quirúrgico ha sido desarrollado en 1996, con la intención de vaporizar el tejido sobrante de la próstata a través de un cistoscopio: tubo con cámara y luz, utilizado para visualizar el interior de la uretra y la vejiga urinaria.

Gracias a esta técnica de vaporización, el paciente no sangra porque el tejido desaparece en forma de vapor de agua. Este láser es capaz de vaporizar 2-3 gramos de próstata por minuto.

Además, el láser no daña los tejidos cercanos a la próstata porque su penetración no es profunda, y el proceso es indoloro gracias al uso de anestesia epidural o raquídea.

Este método es el más recomendado en los últimos años para acabar con la próstata hipertrófica, ya que en menos de 24 horas el paciente podrá irse a casa y reanudar su rutina con normalidad, pasados 2 o 3 días.

En cuanto a la actividad sexual, puede retomarse en 10 días sin complicaciones. Y toda esta rapidez en la recuperación, se debe a la ausencia de cortes que ocasionan sangrado en el proceso quirúrgico.

Evalúa tu próstata frente a los síntomas que te explicamos acá, y consulta a tu médico en caso de sospechas.