3 preguntas para entender la “agresiva” batalla política que se libra en Estados Unidos
El enfrentamiento político entre Trump y los demócratas del Congreso se agrava y varios políticos de Estados Unidos consideran que existe una "crisis constitucional"
El enfrentamiento político entre la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos se ha recrudecido esta semana y ha llevado a líderes demócratas a asegurar que el país pasa por una “crisis constitucional”.
La disputa está relacionada con la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, en las que Donald Trump resultó elegido presidente, llevada a cabo por el fiscal especial Robert Mueller.
- La investigación de la injerencia rusa en las elecciones de EE.UU. en las que venció Trump en 300 palabras
- Robert Mueller, la figura pública más misteriosa de Estados Unidos Trump intentó despedir a Mueller y otras revelaciones de la versión censurada del informe sobre la trama rusa en las elecciones de EE.UU.
Trump invocó el “privilegio ejecutivo”, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes (en manos demócratas) votó a favor de declarar en desacato al fiscal general, William Barr.
Así, este jueves la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, habló de “una crisis constitucional”.
Pero, ¿cómo es de importante lo que está ocurriendo y qué puede significar?
1- ¿Qué pasó exactamente?
Este último enfrentamiento se centra en el informe sobre la trama rusa, que trató de responder dos preguntas clave: ¿existió colusión con Rusia por parte de la campaña electoral de Trump e incurrió el presidente en obstrucción a la justicia para tratar de bloquear esta investigación?
Una versión del mismo con partes censuradas fue publicada en abril y concluía que no hay pruebas de que el entorno de Trump colaborara con Rusia durante la campaña, pero detallaba 10 momentos en los que Trump posiblemente intentó obstruir la Justicia aunque no estableció una posición al respecto.
El presidente de Estados Unidos, marcado por esta investigación desde poco después de su llegada al poder, insiste públicamente en que el informe lo exoneró; los demócratas, en cambio, pidieron ver el texto íntegro, amparándose en su deber constitucional de supervisar al Ejecutivo.
En esta batalla por acceder al contenido del documento, los demócratas no han dejado de toparse con obstáculos, entre ellos, la negativa de Barr de entregarlo sin tachaduras como se le requirió.
Ello llevó esta semana a que el Comité Judicial de la Cámara Baja votara a favor de declarar en desacato a Barr (nombrado por Trump), lo que derivará en una votación sobre la cuestión en esa cámara.
El presidente no se quedó de brazos cruzados y, antes de la decisión de ese comité, invocó el “privilegio ejecutivo” -a petición de Barr- para blindar el informe Mueller y no entregarlo íntegro al Congreso.
“Estamos ante una crisis constitucional“, declaró la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, tras lo sucedido.
“Trump está demostrando cada día más obstrucción a la Justicia y una falta de respeto al papel legítimo del Congreso para hacer citaciones”, consideró Pelosi.
El equipo del mandatario, por su parte, defendió la medida al considerar que los legisladores demócratas están “abusando de su poder”.
En el marco de esta disputa, el Comité de Inteligencia del Senado citó a Donald Trump Jr., uno de los hijos del presidente, para forzarle legalmente a testificar: la primera citación legal conocida a un miembro de la familia del mandatario en conexión con la investigación de la trama rusa.
2- ¿Por qué se considera que el conflicto ha llegado a un nuevo nivel de agresividad?
Análisis de Anthony Zurcher, periodista de la BBC especializado en política estadounidense
Esta no es la primera batalla entre un presidente y sus oponentes políticos en el Congreso. Barack Obama, George W Bush y Bill Clinton, todos ellos respondieron a algún tipo de citación del Congreso amparándose en privilegios ejecutivos.
La Cámara Baja, entonces controlada por los republicanos, declaró en una ocasión en desacato al fiscal general Eric Holder, nombrado por Obama, estableciendo un precedente que pronto será revisado.
Lo que está en juego en esta batalla, no obstante, es mayor que nunca, y el tono que ha adquirido el conflicto ha alcanzado un nuevo nivel de agresividad.
En el centro de la cuestión no solo está la versión sin censurar del informe Mueller, que puede contener detalles sin publicar dañinos para el presidente… o simplemente una gran nada; está la dimensión del control del Congreso sobre el Ejecutivo de Trump, incluida la revisión de las acciones de la Casa Blanca pero también los lazos financieros y empresariales del mandatario.
3- ¿Qué puede pasar?
El presidente ha prometido que se resistirá a todas las citaciones y los demócratas del Congreso están considerando acciones legales e incluso el impeachment (juicio político al presidente).
El impeachment ha sido una opción que se lleva tiempo insinuando en las filas del Partido Demócrata. Hasta el momento, la líder de esta formación en el Congreso, Nancy Pelosi, se había desmarcado de esa idea, pero este jueves dejó la puerta abierta.
Algunos analistas políticos consideran que la decisión de continuar por este camino puede pasarle factura a los demócratas en las elecciones presidenciales del año que viene, para las que ya ha comenzado la campaña en Estados Unidos.
En cualquier caso, como destaca Zurcher, “ningún bando parece interesado en dar un paso atrás”, por lo que la batalla política -y puede que judicial- está lejos de terminar.
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