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Residentes de Inglewood dicen estar acostumbrados al fuerte ruido de los aviones

Los vecindarios de menos ingresos quedaron fuera de los programas para minimizar el ruido de las aeronaves

05/28/19/LOS ANGELES/Neighbors complain about the noise levels along the flight path leading to LAX. (Aurelia Ventura/La Opinion)

05/28/19/LOS ANGELES/Neighbors complain about the noise levels along the flight path leading to LAX. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

El ruido de los aviones que van hacia el aeropuerto de Los Ángeles LAX se escucha constantemente en las áreas residenciales sobre las calles 103 y 104—muy cerca del bulevar Century—en Inglewood. Incluso, hay momentos durante el día que estos pasan con muy pocos minutos de diferencia.

Para los visitantes poco frecuentes al área puede ser un ruido ensordecedor, sin embargo, para los residentes que han vivido en este vecindario el ruido es parte de su vida diaria. Otros se quejan pero dicen que no les queda de otra.

Alejandro Solano uno de los residentes que vive sobre la calle 104, cerca de la avenida Praire, dijo que él ha vivido casi toda su vida en diferentes áreas de Inglewood y el sonido no es molesto.

“Nos hemos acostumbrado al ruido y nunca ha sido un problema”, dijo Solano mientras sacaba a su perrito al césped de su patio frontal. “Aparte, yo trabajo en el aeropuerto y estoy muy acostumbrado al ruido”.

No obstante, el joven  reconoció que cuando pasan los aviones más grandes—conocidos como 747—el ruido si es mucho más fuerte que puede llegar a sacudir las ventanas.

“Pero estas ventanas tienen protección contra el ruido y desde que nos mudamos hace dos o tres años ya la tenían. No sabemos si el dueño las arregló o fue la ciudad”, explicó Solano. “Para mí lo que es más preocupante es el aburguesamiento porque si nos salimos de aquí no sabemos a dónde vamos a ir”, añadió refiriéndose a los múltiples proyectos de construcción que se están llevando a cabo en Inglewood y las pocas opciones de vivienda.

Alejandro Solano dijo que esta acostumbrado al fuerte sonido de los aviones que pasan por su casa. (Jacqueline García)

A unas casas de distancia, la señora Ana Maravilla experimenta la misma situación pero, opuesto a Solano, sus ventanas no tienen protección contra el ruido.

“Una vez mi esposo fue a preguntar para ponerle la protección pero le dijeron que tienen que ir los dueños”, dijo Maravilla quien junto a su esposo y su hija de 14 años han rentado por ocho años la casa donde viven.

Sin embargo, Maravilla dijo que ya conocen el horario de los aviones y por la noche es cuando dan tregua.

“Si hay horarios que pasan a cada rato pero ya nos dimos cuenta que de las 10 de la noche en adelante ya es menos el ruido como hasta las 4 o 5 de la mañana”, aseveró Maravilla.

Su vecino al cruzar la calle, Jonathan Núñez, dijo que también es inquilino de la casa donde vive y aunque las ventanas no tienen protección contra el ruido a él no le molesta.

“Nos enteramos que los dueños de casas podían pedir la protección de sonido pero no lo han hecho”, explicó Núñez a quien no le incomodaba en ese momento el avión que pasaba sobre su vivienda haciendo un fuerte ruido.

Núñez dijo que pese a estar acostumbrado al ruido no le molestaría si pusieran la protección contra el sonido en sus ventanas.

“A veces si se escuchan [los aviones] volando muy bajo y sí, tiembla todo”, recalcó el hombre quien había sacado a su mascota a caminar.

Jonathan Núñez dijo que esta acostumbrado al fuerte sonido de los aviones que pasan por su casa. (Jacqueline García)

Beneficiando a las comunidades afluentes

Una investigación del periódico Los Angeles Times descubrió que pese a que en las últimas décadas, la Administración Federal de Aviación (FAA) y los Aeropuertos Mundiales de Los Ángeles dieron a la ciudad de Inglewood casi $400 millones para comprar y demoler cientos de hogares alrededor del “Flight Path” (la ruta de vuelo) e insonorizar miles de viviendas, esto no se realizó adecuadamente.

El Flight Path, tal como lo define la FAA, es un área elíptica donde las mediciones de sonido promedian 65 decibeles, un nivel en el que la conversación se vuelve difícil cuando pasan los aviones. Un nivel de decibeles normal sería de 45.

El contorno de ruido de la pista sur se extiende al oeste y ligeramente al norte, cruzando el bulevar Century hacia aproximadamente el límite de la ciudad con aproximadamente 10 cuadras de ancho. El ruido es mayor en el centro, a lo largo de la calle 104, y hacia el oeste donde el nivel promedio de decibeles aumenta hasta 70.

Pero hay partes donde el ruido de la ruta de los aviones alcanza hasta los 90 decibeles, un nivel en el cual se recomienda protección auditiva para la exposición prolongada.

No obstante, una revisión de registros locales y federales del LA Times muestra que Inglewood gastó el dinero en insonorización de manera desproporcionada en los vecindarios de clase media, donde la mayoría de casas elegibles eran principalmente en residencias uni-familiares al lado este de la ciudad, las más alejadas del aeropuerto.

Mientras tanto, las reglas de zonificación de la ciudad prohibieron las mejoras en un vecindario severamente afectado por el ruido de aproximadamente 1,200 hogares y apartamentos a lo largo del corredor del bulevar Century.

El Times descubrió que Inglewood también utilizó fondos de reducción de ruido para promover su estrategia de reurbanización, comprando y limpiando propiedades a lo largo del bulevar Century para proyectos comerciales.

05/28/19/LOS ANGELES/Neighbors complain about the noise levels along the flight path leading to LAX. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Desafortunadamente el programa de la ciudad se estancó después del colapso económico de 2007, dejando un buen número de terrenos baldíos los cuales se espera pronto se conviertan en la arena de juego del equipo de basquetbol Los Angeles Clippers.

No hay política de exclusión

En respuesta a la investigación revelada, el alcalde de Inglewood James T. Butts Jr. dijo que no existe ni ha existido una política de inclusión o exclusión en el programa de aislamiento de ruido residencial basado en el nivel de ingresos de los residentes.

El alcalde puso como ejemplo los complejos de apartamentos sobre la calle 104 entre las calles Darby y Dixon los cuales, supuestamente, han comenzado a ser insonorizados desde el 2017.

“Cincuenta y cinco unidades han aprobado el proceso de inspección y están en construcción. Otros 105 han aceptado y están en el proceso de Inspección del Código”, dijo el alcalde Butts en un correo electrónico.

Butts afirmó que en el 2015, después de completar 2,077 unidades en un año, un promedio de 8 por día, la FAA nombró al programa de actualización de Inglewood el número uno en la nación.

“Hasta la fecha hemos insonorizado 6.876 unidades de vivienda; 5,135 de estas unidades han sido insonorizadas desde el 2011 en mis ocho años como alcalde de Inglewood”, dijo Butts. “Esto se suma al 74% de las unidades residenciales insonorizadas desde el inicio del programa el 14 de julio de 1992. Esto es un promedio de 641 unidades por año (aproximadamente 2 por día) en comparación con 91 por año en los 19 años anteriores; Un aumento del 600%”.

Butts explicó que por naturaleza los proyectos de mitigación de ruido de la aviación comunitaria tienen una duración de décadas.

“En el caso de Inglewood, se extienden más de 27 años. Los planes, las prioridades y las decisiones deben modificarse debido a los cambios en la financiación, la política y los procedimientos de aviación, las leyes federales y estatales, la economía local y otros factores”, dijo Butts. “La situación no es la culminación de una sola política general. El programa comenzó en 1992 y abarcó la administración de 3 alcaldes y 10 concejales”.

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