La dramática selección de danzantes para la Guelaguetza 2019
El evento es uno de las atracciones más representativas de Oaxada
MEXICO – Los danzantes oaxaqueños de la Guelaguetza, una de las fiestas dancísticas más importantes de México, hicieron lo que siempre: bailar. Expusieron sus mejores coreografías, los trajes tradicionales fueron impecables, las mujeres hermosas y gráciles. Los hombres se movieron con soltura… pero: no a todos les funcionó.
Su objetivo era ser una de las 52 delegaciones (de 83 en total) que participarán en las cuatro presentaciones de los Lunes del Cerro, que se realizarán entre los días 22 y 29 de julio próximos, donde los municipios seleccionados se presentan ante un público internacional expectante de color y coordinación, de sonrisas y fiesta.
Y más aún porque este 2019 habrá una invitada especial oriunda de la entidad: Yalitzia Aparicio, nominada al Oscar como mejor actriz por su participación en la película Roma, del mexicano Alfonso Cuarón.
De Yalitzia se rumoró que bailaría en la Fiesta del Cerro ––cuyos orígenes se remontan a celebraciones prehispánicas–– , que aparecería con alguna de las delegaciones, morena y esbelta como oaxaqueña típica, partiendo plaza. Los revendedores retozaron con la especulación: de los 65 dólares que costaban originalmente los boletos se alzaron a los 1,500 dólares hasta que ella misma desmintió que lo suyo no es la danza.
La Guelaguetza no es para cualquiera, aún con la fama. A menos que hubiera un mandato directo del gobierno del estado (al final de cuentas, es el patrocinador de la fiesta), pero generaría un escándalo, un revuelo como el que ahora se traen por la exclusión de las delegaciones de Betaza, Juchitán y Tlacolula de Matamoros.
Las comunidades crearon desde hace años un reglamento muy puntual en coordinación con las autoridades locales. Se trata de un centenar de requisitos como que los danzantes sean oriundos o residentes de las comunidades,participantes, además, se evalúa indumentaria, proyección, coreografía, música, preparación física-técnica, escenografía utilería así como la narración-presentación entre otras cosas.
El Comité de Autenticidad de las Fiestas de la Guelaguetza visita a cada una de las comunidades interesadas y el fallo de la selección es “inapelable”.
Sorprendidos, pero resignados, los danzantes de Juchitán aceptaron su derrota. El alcalde Emilio Montero dijo que qué se le iba a hacer si los bailarines de la cabecera no alcanzaron los estándares y se congració por otra comunidad del mismo municipio que sí logró entrar por primera vez.
En Betanza y Tlacolula de Matamoros, en cambio, lo tomaron a mal. El primero, tras enterarse de su exclusión, emitieron un largo comunicado de prensa en el cual recordaban sus aportes culturales a la región, al estado, al país e incluyeron a hombres ilustres locales para recordar de qué está hecho su pueblo, por lo cual, a su juicio, no son más que víctimas de la discriminnación.
Los segundos llevan varias protestas públicas en la que acusan al comité de “desestabilizar políticamente” a la comunidad con su decisión.
Un furibundo edil (Carlos León) contabilizó 87 años ininterrumpidos de su participación y acusó al estado de corrupción, tráfico de influencias y discriminación en la fiesta que genera mayor derrama económica del estado (alrededor de 20 millones de dólares). En pocas palabras, la comunidad se siente expulsada del paraíso.
El estado defiende la decisión del comité como un asunto de logística. “Ante la enorme diversidad cultural que representan 570 municipios de nuestro estado y los espacios limitados para las presentaciones de la Guelaguetza, es imposible dar cabida a todas las solicitudes, motivo por el cual, a través de esta convocatoria, se busca privilegiar criterios de representatividad y autenticidad”, defendió Adriana Cecilia Aguilar, secretaria de cultura de la localidad.