Alejandro Giammattei en Los Ángeles: “Tengo una misión, no ambición”
Candidato del partido VAMOS solicita observadores internacionales para evitar un fraude el 11 de agosto, durante las elecciones presidenciales de Guatemala
Al cirujano guatemalteco Alejandro Giammattei no le molesta ser conocido como “el candidato fracasado” que ha buscado cuatro veces la presidencia de su país: 2007, 2011, 2015 y 2019. El
“Usted es de los periodistas o de la gente que no entiende que las carreras en política no son como las carreras de 100 metros planos, sino carreras de resistencia”, responde. “Cuando usted tiene principios e ideales se lucha por ellos; significaría que entonces un medallista como [Erick] Barrondo, que no pudo ganar medalla olímpica dos veces, debería haber tenido que tirar la toalla porque no había ganado antes”.
En el decreto de convocatoria del proceso electoral, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala, definió que la segunda vuelta se realizaría el 11 de agosto.
Con el 40.6% de respaldo popular, Giammattei, del conservador partido “Vamos”, enfrentará a su rival, la socialdemócrata Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien actualmente tiene un 33.4%, según la encuesta de la Fundación Libertad y Desarrollo.
Giammattei visitó en Washington al Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, a quien le narró las anomalías que se registraron en la primera ronda de la elección presidencial, en junio pasado.
¿Acaso no tiene confianza en ganar la elección?
“Yo tengo fe en Dios”.
¿Cree en la limpieza del proceso?
“No. Por eso estuvimos en la OEA; visitamos el Departamento de Estado [de Estados Unidos], exponiendo graves anomalías que se cometieron y pidiéndoles la mayor observación internacional que se pueda, con el propósito de garantizar que las elecciones sean transparentes, porque la primera vuelta no lo fue”.
-Usted ha tenido resistencia y paciencia para llegar a gobernar ¿Tiene ambición de poder?
“Sí…tengo una misión, no una ambición. Mi misión es iniciar el cambio de una Guatemala que no es próspera, que vive en la miseria, la pobreza, la marginación y exclusión social”.
¿Y, con usted se acabaría la corrupción en Guatemala?
“Con nosotros principia el fin; no puedo prometer cambios ni revertir 500 años en cuatro… lo que sí podemos es arrancar el proceso para que se acaben todas esas cosas”.
¿También se acabaría la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala)?
“No, la CICIG ya se acabó”.
¿También se acabó la corrupción?
“Ni con la CICG se acabó en 13 años; el problema no está en la persecución penal. Esa es la gran obra inconclusa de la CICG; metieron a la cárcel a un presidente -Álvaro Colom, 2008-2012, por sustraer del erario público 35 millones de dólares y a una vicepresidenta, Roxana Baldetti, por asociación ilícita, fraude y tráfico de influencias, en el caso “La Línea”, de contrabando en aduanas, bajo el régimen del ex general Otto Pérez Molina-, pero al día siguiente que estaban en la cárcel otros ya estaban mandando. El problema no es la persecución penal, sino el sistema que promueve la corrupción; mientras no se corrija el sistema no se puede acabar la corrupción y la CICIG se acaba el 3 de septiembre”.
¿Por qué no dejar que la CICIG continúe, si se supone que el 72% de la población respalda su trabajo, más que a los políticos?
“Se supone, usted lo dice. Y no es cuestión mía. Haga lo que yo haga se acaba el 3 de septiembre; para iniciar un nuevo proceso hay que sentarse a hablar con gentes de Naciones Unidas; es un proceso que puede durar años y nosotros no vamos a perder el tiempo en entrar en eso; hemos hablado con gobiernos amigos que nos van a ayudar en el combate a la corrupción, y estamos preparando gente para combatir el sistema a fondo”.
En Los Ángeles, el aspirante presidencial sostuvo reuniones con la comunidad guatemalteca e invitó a sus connacionales a votar el 11 de agosto y que quienes residen en Estados Unidos motiven a sus familiares a ejercer su sufragio.
“Esa es la mejor manera de eliminar un posible fraude”, dijo. “Para e país, nosotros planteamos innovación y desarrollo, un programa que recaba las necesidades del país por los próximos 15 años, con enfoque en la educación, salud, desarrollo rural, empleo, combate a la violencia, mejoramiento de la vivienda… Es un proyecto ambicioso que promete cambios de 2020 a 2034. Y el país requiere ese cambio”.
¿No es una vergüenza para el gobierno de su país los 50,000 deportados desde México y Estados Unidos entre enero y junio de este año?
“Vergüenza para el gobierno, no. Vergüenza es para el país y para los que han gobernado y no han hecho nada para detener la migración. Durante la primera vuelta un candidato decía que los migrantes son héroes. No, el migrante representa una vergüenza para el país; es el hombre que se sacrifica a muerte por sacar adelante a su familia porque no se le pueden dar oportunidades. Esa heroicidad deberíamos tener en Guatemala como nación; los índices de gente que se está yendo del país, lo único que muestra es atraso y vergüenza de los bajos índices de desarrollo humano que tenemos”.
En septiembre de 2006, como director del Sistema Penitenciario era el personaje que más aparecía fotografiado por los resultados de la “Operación Pavo Real”. La presunta orden del expresidente Óscar Berger era retomar el control de la mayor cárcel del país.
Sin embargo, Giammattei fue acusado de abuso de autoridad, asesinato y ejecución extrajudicial de siete reos. En 2010 fue encarcelado 10 meses, y puesto en libertad al no comprobarse su participación en la matanza.
El próximo lunes 29 de julio le tendremos una entrevista con la candidata a la presidencia de Guatemala Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).