Las consecuencias de no seguir las instrucciones del doctor
Estudio muestra que los latinos tienen mayores índices de diabetes que otras etnias
Carolina Herrera fue diagnosticada con diabetes a los 42 años de edad, pero a través del tiempo ha aprendido a mantener su glucosa a un nivel estable para no terminar en la sala de emergencia.
“Lo que me afecta a mí es la comedera. Porque se limita uno, pero a veces no se puede. Es difícil no comer el pan y la tortilla”, dijo Herrera, de 64 años.
Ella afirmó que no fue sorprendida cuando le diagnosticaron la condición ya que, desafortunadamente, sus padres y hermano fallecieron a causa de la diabetes.
Poco antes de ser diagnosticada, a su esposo le dijeron que era prediabético.
“Pero él no se cuidó… No hizo nada. Después de que lo diagnosticaron ya no regresó al doctor”, contó la residente de Cudahy. “Regresó hasta cuando ya sus dientes se le estaban cayendo solos”.
Esa si fue una preocupación que llevó a Daniel Paniagua, esposo de Herrera a tomar su condición con más seriedad. “Desde entonces ya se la controla; la trae muy bien, hasta mejor que yo”, dijo Herrera.
La mujer de origen mexicano aseveró que los latinos tenemos un régimen de alimentación muy delicioso, pero a la vez poco saludable.
“Los doctores nos dicen que podemos comer hasta cinco veces al día pero del tamaño de la palma de la mano y no hacemos caso”, aceptó Herrera.
Por ahora, ella y su esposo participan regularmente en clases para controlar su diabetes y asisten a su médico en la clínica AltaMed de South Gate.
La condición de la pareja es solamente un reflejo de lo que un reciente estudio de la Escuela de Medicina Keck de la USC descubrió; los adultos latinos tienen índices más altos de diabetes, un 12.8%, que los no latinos con un 7.6%.
Y tal como le ocurrió a Paniagua, las investigaciones demuestran que los latinos tienen menos probabilidades de seguir correctamente las instrucciones de los médicos.
“Piensan que es más difícil. La mayoría de los pacientes con diabetes fuera de control se les hace difícil mantener un récord de la enfermedad”, dijo Andrea Bañuelos Mota, autora del estudio y estudiante de medicina en la Escuela Keck de la USC.
El estudio “Evaluando las barreras a la adherencia de la medicación entre los latinos con diabetes: un estudio transversal”, reveló que los pacientes que tenían problemas para mantener un seguimiento de sus medicamentos fueron de dos tipos: los que no estaban seguros cuáles medicamentos tomar y para qué; mientras que los segundos creían que tomaban demasiadas pastillas. Estos dos grupos fueron sustancialmente más probables de tener diabetes fuera de control.
“Obtener la perspectiva de los pacientes es clave para encontrar soluciones que ayuden a mejorar la adherencia a la medicación y los resultados de salud”, aseveró Bañuelos Mota, quien es parte del programa dual de maestría en Salud Pública/doctorado de Medicina la USC.
Bañuelos dijo que entre los 120 pacientes de cuatro clínicas comunitarias que participaron en la investigación, un número significante aseveró que en promedio toman 6.5 tipos de medicina diarias.
Bajo control
Pese a que Herrera no fue parte del estudio, ella aseveró que mediante el asesoramiento en su clínica local aprendió a mantener su salud estable.
“No como mucha tortilla y me examino todas los días, dos veces por día, con la ajuga en el dedo”, dijo Herrera. “También hago una hora diaria de zumba”.
No obstante, Hernández también aceptó que su reciente cambió de empleo, donde trabaja de 10 de la noche a 5 de la mañana no le ayuda mucho. Ella contó que su nivel de azúcar antes era de 168 a 170 y desde que empezó a trabajar en la noche ha estado constantemente en 209 y hasta en 217.
“Dormir en el día no es lo mismo que dormir en la noche”, aseveró Herrera, añadiendo que espera volver a encontrar un trabajo durante el día.
El estudio demostró que si las personas no se cuidan como es debido y a tiempo, la diabetes puede desencadenar una serie de complicaciones médicas, que requieren múltiples medicamentos que a menudo crean un régimen diario desafiante.
El estudio también apunta hacia desafíos específicos que los latinos de bajos ingresos enfrentan. Tales como las dificultades para entender para qué sirven sus medicamentos, hacer un seguimiento y sentir que toman demasiadas pastillas.
Bañuelos Mota dijo que ella recomienda a los pacientes que cualquier pregunta que tengan se la informen a sus médicos para poder controlar la diabetes a tiempo.
“Tengan la confianza de hablar con su doctor, con su enfermera”, dijo Bañuelos Mota. “Es importante estar al margen de esta enfermedad”.
El estudio transversal, publicado en el Journal of General Internal Medicine (JGIM) el 4 de junio, incluyó solamente a pacientes mayores de 18 años e identificados como latinos, hispanos o chicanos y fueron diagnosticados con diabetes durante más de seis meses; además de tomar múltiples medicamentos para controlarla.