Debemos proteger a nuestros jóvenes LGBTQ de las calles

Desamparados en Los Angeles

La limpieza de los campamentos de desamparados lleva a una demanda contra la ciudad.  Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

A unos pocos pasos de los edificios brillantes de Los Ángeles, de sus restaurantes y cafés de moda, no puedes sino enfrentar gente que está luchando para sobrevivir y simplemente llegar al día de mañana mientras vive en las calles.

Seria fácil cerrar los ojos e ignorar las situaciones de nuestros hermanos seres humanos. Pero como director ejecutivo de la organización estatal mas grande de este país que aboga por los derechos civiles de la gente LGBTQ, regularmente enfrento esta realidad cuando me encuentro con jóvenes LGBTQ que viven en las calles.

De hecho, cuatro de cada 10 jóvenes que están desamparados son LGBTQ. Y tres cuartos de ellos reportan que han pasado por una seria crisis mental como resultado.

Estos números son apabullantes, pero no son simples estadísticas.

Se trata de nuestros jóvenes hijos e hijas que podrían tener todo su futuro por delante. Pero ese futuro está en peligro porque como seres humanos hemos fracasado en nuestro intento de dar fin a esta epidemia. Esta es una verdadera crisis para nuestra comunidad LGBTQ y para todos los angelinos.

No podemos seguir esperando para hacer un cambio.

Sabemos las causas. Demasiados jóvenes LGBTQ enfrentan el rechazo en sus ´propios hogares o comunidades. Sus mismos padres los rechazan y expulsan, son intimidados y atacados en sus escuelas y dejan los estudios. Todo esto, en muchos casos, resulta en que estos jóvenes terminan las calles. La Universidad de Chicago encontró que los jóvenes LGBTQ son la  población en mayor riesgo de caer en el desamparo. Y que tienen el doble de posibilidades de carecer de vivienda comparado con jóvenes que no son LGBTQ.

Los jóvenes LGBTQ de color ? especialmente hombres gay de color ? están al riesgo más alto de ser desamparados. Ya estando en las calles, estos jóvenes están más en riesgo de ser asaltados, violados y acosados por la policía que personas no LGBTQ.

Pero también tenemos las soluciones. Un reporte del Williams Institute encontró que el acceso a recursos de apoyo y aceptación es el segundo tema más importante para estos jóvenes, inmediatamente detrás de hallar una vivienda estable. Pero la administración Trump-Pence se empeña en empeorar la situación al establecer que los refugios para indigentes no tienen que aceptar gente transgénero y que miles de inmigrantes – familias enteras – podrían ser arrojados de sus viviendas publicas. Si esto pasa, seria aún mas difícil para jóvenes LGBTQ – especial jóvenes transgenero y inmigrantes – encontrar el refugio que necesitan.

[bctt tweet=”La administración Trump-Pence se empeña en empeorar la situación al establecer que los refugios para indigentes no tienen que aceptar gente transgénero (Richard Zbur, Equality California) ” username=”hispanicla”]

Por estas razones es mas importante que nunca demandar que nuestros políticos locales hagan del tema de acceso a salud mental parte de la solución a esta crisis comunitaria. De esta manera podremos dedicarnos a proteger a estas comunidades tan frágiles y vulnerables.

No podemos dejar que solo las voces de gente que se oponen a construir refugios y viviendas publicas porque no quieren esos establecimientos en su vecindario se escuchen. No podemos permitir que controlen esta conversación. Un estudio del United Way encontró que 69 por ciento de los residentes de el condado de Los Ángeles está de acuerdo en que se construya en sus comunidades un refugio para gente desamparada. Tenemos que atender juntas civiles y demandar soluciones practicas para nuestras comunidades.

Tenemos que unir nuestras voces y proteger los más vulnerables de nuestra comunidad: nuestros hijos e hijas.

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