¿Tu pareja es celosa? Descubre si sufre del síndrome de Otelo
Toma en cuenta estos tips para identificar a una pareja con síndrome de Otelo
Este síndrome lleva el nombre de uno de los personajes creados por el dramaturgo inglés William Shakespeare, y se trata de una persona que se vuelve paranoica debido a los celos. Esta conduca hace que se creen muchos conflictos en la relación, tal como lo sugiere el portal psicologia y mente.
¿Qué causa el síndrome de Otelo?
El síndrome de Otelo es un trastorno delirante que surge a partir de los celos. Quienes lo padecen mantienen un comportamiento irracional, y sus celos escapan de toda explicación racional.
La persona celosa llega a encontrar patrones de comportamiento en su pareja que le hacen pensar que esta ha hecho cambios de hábitos, lo que le lleva a pensar que la están engañando. Normalmente, quienes sufren de este síndrome son personas que han sido engañadas.
Sin embargo, hay personas que piensan que han sufrido engaños pero no lo pueden demostrar, lo que les lleva a tener un comportamiento irracional, pensando que están conspirando en su contra.
Así, creen que tanto su pareja como sus allegados están haciendo algo a sus espaldas. Son personas posesivas que buscan los recursos, como la manipulación, para hacer que los demás se queden a su lado.
Síntomas
El síndrome de Otelo tiene diversos rasgos fáciles de identificar. Así, puedes descubrir si tu pareja es muy celosa.
Uno de los síntomas más común es cuando la otra persona comienza a infundir sospechas de que hay un tercero en la relación.
Si tu pareja cree que estás con otra persona, y además está pendiente de los mínimos cambios de tus hábitos, es posible que pronto comience a generar conflictos, inventándose situaciones donde tú eres el culpable.
Otro rasgo, es que no puede controlar sus impulsos y los pensamientos falsos que genera en torno a su relación. Esto puede crear graves problemas de pareja y también de salud. Si tu pareja tiene estos síntomas, lo recomendable es acudir a un especialista.
Dale el apoyo que necesita hasta donde puedas, pero si la relación no tiene buen término, para evitar situaciones peligrosas, como peleas, discusiones y hasta agresiones físicas. Es mejor acabar con algo que puede poner en peligro tu vida.