El drama de la madre del conductor de UPS tiroteado en Miami: “Cuando vi la cama vacía en el hospital ya sabía lo que me iban a decir”
Luz Apolinario, que vive en Miami, relata entre lágrimas que lo único que quedó intacto de Frank Ordoñez fue su cara
Luz Apolinario está viviendo uno de los momentos más trágicos de su vida. El pasado 5 de diciembre su hijo Frank Ordoñez perdió la vida tras convertirse en un rehén de unos ladrones mientras trabajaba como repartidor de UPS.
En medio de una persecución por el sur de la Florida, la policía pudo interceptar el vehículo y empezó una balacera que acabó matando al joven de 27 años. Su muerte dejó huérfanas a dos niñas de 3 y 5 años.
"Todos los días él venía contento". Luz Apolinario, la madre del chofer de #UPS que murió como rehén en una persecución en Florida, relata entre lágrimas el dolor de su pérdida.
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) December 7, 2019
"Se me ha ido mi vida", le dice desolada a @jdbalart en entrevista exclusiva. pic.twitter.com/spwcJRkv9h
Su madre no puede aguantar las lágrimas al recordar a su hijo, cuya pérdida la ha dejado sin consuelo.
“Cuando abrieron esa cortina en el hospital y vi esa cama vacía ya sabía la noticia que me iban a dar”, cuenta la madre.
Con dolor, Luz Apolinario relata los momentos de angustia que vivió hasta enterarse de que su hijo Frank Ordoñez había muerto en un tiroteo. https://t.co/3zdj2rj5tP
— Despierta América (@despiertamerica) December 9, 2019
La mujer, completamente devastada, reconoció que tuvo que armarse de valor para ver el cuerpo sin vida de su hijo en la funeraria.
"No le dieron la oportunidad. ¡Cómo me lo mataron!", dijo entre lágrimas Luz Apolinario, la madre del conductor de #UPS que murió como rehén en una persecución en Florida.
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) December 6, 2019
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“Cerré su camisa porque lo único que tenía intacta era su carita, nada más”, explicó durante una entrevista con el programa Despierta América.
La mujer también explicó en televisión el drama que vivió en el hospital cuando pudo tocar y abrazar a su niño.
“Lo tocaba, lo besaba, lo abrazaba y notaba que estaba helado, pero yo le decía: No tengo nada para arroparte”, contaba.
Apolinario no ha hablado ni con la policía estatal ni con el FBI, los dos cuerpos que están a cargo de la investigación.