OPINIÓN: Que quede constancia, con el gobernador Newsom: un año de California para todos
Gavin Newsom es el gobernador de California
No hay ningún estado en América como California.
En épocas difíciles para la nación, California es donde el Sueño Americano está vivito y coleando. Es el estado más diverso en la democracia más diversa del mundo. Tiene un gran corazón, está prosperando, es inclusivo y audaz.
Este año nos hemos esforzado por construir una California para todos.
Al gobernar por nuestros valores de crecimiento e inclusión, sin dejar a un lado nuestros principios pero de forma práctica, hemos hecho inversiones en nuestro pueblo y nuestro futuro.
Para asegurar que esas inversiones se desarrollen para perdurar, hemos presupuestado de forma responsable para los años venideros.
Nuestro puntual y equilibrado presupuesto creó el fondo para eventualidades más grande de la historia del estado y liquidó el muro de deuda de California.
Este presupuesto abordó los retos más grandes a los que nos enfrentamos.
Hoy, compartiré nuestro trabajo para afrontar el alto costo de vida en California, prevenir y prepararnos para emergencias, y combatir la carencia de vivienda.
Lejos del alcance
Primero, nos estamos esforzando por enfrentar la crisis de asequibilidad del estado.
Es el desafío económico fundacional de nuestro estado, el que amenaza vidas y amenaza futuros. Las cosas que hacen posible salir adelante —vivienda, atención médica, ahorrar para la universidad de sus hijos e hijas o su jubilación— están cada vez más lejos del alcance de los californianos.
Cuando asumí el cargo en enero pasado, me puse a trabajar para hacer la vida más asequible para todos.
Juntos, ampliamos subsidios para la atención médica para los californianos de clase media. Nos hicimos cargo de los costos cada vez más altos de medicamentos recetados al intentar establecer el sistema más grande del país de un único comprador para fármacos.
Ayudamos a poner la educación superior al alcance de más californianos al proporcionar dos años gratis de universidad comunitaria para estudiantes nuevos y a tiempo completo, y negociamos la congelación de matrícula en las universidades de California.
También devolvemos dinero a los bolsillos de los padres y madres de California doblando el Crédito Tributario por el Ingreso del Trabajo de California y agregando un crédito de $1,000 para las familias con hijos e hijas menores de 6años.
Aliviamos la carga económica de los padres y madres al revocar el impuesto sobre ventas y uso de pañales.
Segundo, nos estamos cerciorando de que California esté lista para el siguiente desastre natural y que las comunidades que aún se recuperan de los catastróficos incendios forestales, tengan lo que necesiten para volver a construir.
Invertimos $1,000 millones en aumentar la resiliencia, respuesta y recuperación tras los desastres —incluyendo la financiación del pre-posicionamiento de equipos de emergencia en tiempos de condiciones de elevado riesgo de incendios forestales.
Iniciamos Listos California, una red estatal de organizaciones comunitarias que construyen resiliencia tras los desastres en comunidades vulnerables.
También movimos el estado hacia un futuro energético más seguro, asequible y fiable al redactar medidas de seguridad y responsabilidad contra incendios forestales y trabajamos con la Legislatura para crear un fondo para incendios forestales de $21 billones.
Falta de vivienda
Finalmente, estamos trabajando sin tregua para hacer frente a la crisis estatal de la carencia de vivienda, que afecta a 130,000 californianos en cada rincón de nuestro estado.
Estamos buscando soluciones que funcionen.
Hicimos una inversión histórica de $2,750 millones —más de lo que ha gastado nunca California— en programas para luchar contra la carencia de techo y construir más viviendas.
Esa cantidad incluyó $650 millones en ayuda de emergencia contra la carencia de vivienda a ciudades y condados para que puedan implementar las mejores soluciones locales para sus comunidades.
También estamos atacando los orígenes de la carencia de hogares, incluyendo la inaceptable falta de construcción de viviendas y a los propietarios sin escrúpulos que abusan de sus inquilinos mediante los precios de las rentas y los desalojan injustamente.
Negociamos y firmamos las protecciones estatales más fuertes del país para los arrendatarios. Y trabajamos con compañías de tecnología para obtener $4,500 millones para la crisis de vivienda de California.
La crisis de los sin casa
Estamos poniendo todo nuestro empeño en afrontar esta crisis porque es un asunto importante de calidad de vida no solo para la persona que duerme en la banqueta, sino para todos en su comunidad.
Reconocemos que cada persona sin techo es el hijo o hija de alguien, el padre o madre de alguien, o el amigo o amiga de alguien.
Muchas veces, son nuestros miembros de las fuerzas armadas, que sirvieron con honor en nuestro Ejército y atravesaron tiempos difíciles después de volver a casa. Estas personas a menudo están luchando contra enfermedades mentales o abuso de sustancias.
Se merecen algo mejor que la retórica imprudente y los insensibles recortes de las redes de seguridad social que ofrece Washington.
Se merecen las soluciones a largo plazo que estamos buscando en California, común acuerdo entre los gobiernos locales, el sector privado y filántropos en todo el estado.
No hay que equivocarse, tenemos mucho más trabajo por hacer. Aún hay demasiados californianos los que no pueden disfrutar de la prosperidad que ayudan a crear.
Para ellos y sus hijos e hijas, y el liderazgo continuo de California en la nación y el mundo, tenemos que hacer frente con audacia a los desafíos que nos quedan. Estos desafíos exigen soluciones audaces, y sobre todo, el valor para un cambio.
Un estado de soñadores
Afortunadamente, no nos falta valor en California, un estado de soñadores y emprendedores que no tienen miedo de correr riesgos para lo que es correcto.
En el año venidero, seguiremos trabajando duro para apuntar alto en nombre de todos los californianos y para todos los que miran hacia nuestro estado como una luz de esperanza.