5 mitos de la cerveza sin alcohol
La cerveza sin alcohol está ganando cada vez más popularidad, pero no hay que hacer caso de todo lo que se dice
Cada vez más personas están consumiendo cerveza sin alcohol por varios motivos, entre ellos la salud, o porque deben manejar y no quieren que su juicio esté distorsionado. Pero hay cosas que todavía desconocemos y que se convierten en mito en torno a esta bebida.
1. No contienen alcohol
Este es el primer mito, y aunque pueda sonar raro, las ofertas sobre las cervezas sin alcohol son algo engañosas, ya que esta bebida sí contiene pequeñas dosis de alcohol. Aun así, estos siguen siendo mínimos, por lo que no se consideran un problema para el consumidor.
2. Pueden sustituir el agua
Hay quienes piensan que al beber cerveza sin alcohol se están hidratando. La verdad es que esto es completamente falso. Esto se debe a que sigue siendo una bebida gaseosa, y sus efectos más bien, contribuyen a la obesidad, pues despiertan el apetito.
3. Son bajas en calorías
Aunque es cierto, hay que tener en cuenta que no todas las cervezas sin alcohol lo son. Todo dependerá de la forma en que se obtiene la cerveza y la manera en que se elimina el complemento etílico y cuánta azúcar queda como residuo.
4. Es un complemento vitamínico para las embarazadas
Esta es una idea muy extendida por la publicidad y las estrategias de mercadotecnia. Si bien contiene ácido fólico, esto no lo convierte en un suplemento propicio. Es mejor consumir productos naturales más sanos que lo contengan, como frutas o vegetales.
5. Las cervezas sin alcohol están reguladas
Esta es una categoría creada por las empresas publicitarias para vender estos productos. Hay que tener en cuenta las definiciones, ya que no todas las cervezas contienen el mismo nivel de alcohol. Pueden contener menos de 1 grado, y aunque es poco, sigue conteniendo alcohol.
En definitiva, las cervezas sin alcohol son mucho mejores ya que se pueden disfrutar sin temer a los problemas de salud, pero hay que tener cuidado con las ofertas engañosas. Es mejor asegurarse primero la procedencia del producto y tener cuidado con los efectos que puedan producir.