El año de los cambios en México

La llegada a la presidencia de un izquierdista y el incremento de la violencia marcaron el 2019

Andrés Manuel López Obrador.

Andrés Manuel López Obrador. Crédito: PEDRO PARDO/AFP | Getty Images

MÉXICO – Escándalos políticos, sociales y económicos; cambios legales contra la corrupción y en las formas de enfrentar los diversos tipos de migración; actores rebeldes a las transformaciones y esfuerzos individuales que se centraron en hacer una vida más positiva en medio de un país sumergido en la violencia. El 2019 dejó así sus marcas en la vida pública de México.

  1. Los cambios

Con el apoyo del congreso, el presidente Andrés Manuel López Obrador consolidó parte de su proyecto de combate a la corrupción y la austeridad. Logró que ningún funcionario ganará más que el presidente de la República y otros proyectos que han sido, a la par, muy cuestionados.

Redistribuyó el gasto para que  sus obras estrella tuvieran más dinero (refinerías, aeropuerto en Santa Lucía, los trenes Maya y transpacífico); pero recortó presupuesto a programas para cultura, para los migrantes y la democracia mientras dio prioridad a subsidios para grupos vulnerables de alta representación del país (becas de estudiantes, adultos mayores, indígenas).

“Lo que buscó el presidente, principalmente una clientela política, pero no resuelve el problema de fondo y es que la gente más pobre salga por sus  propios medios de esa condición”, dijo José Fernández Santillán, analista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Por otro lado, la bandera contra la corrupción ha dado pocos gritos espectaculares en la captura de peces gordos —hasta ahora sólo dos alta funcionaria de Estado enfrentan la justicia en prisión, Rosario Robles, y el general brigadier Eduardo León Trauwitz, ex funcionario de seguridad en Petróleos Mexicanos (Pemex) y ex jefe de escoltas del ex presidente Enrique Peña Nieto—mientras la mayoría de los delitos que afectan a la población continúan en la impunidad.

Las principales inconformidades por los cambios en las políticas de AMLO están relacionadas a la falta de resultados como los afectados por las políticas de “aplausos, no balazos”: autoridades de pequeños poblados que tiene el problema arriba del cobro de piso, de las balaceras ante un Estado que poco hace para controlarlos.

“Ellos saben que si arman desmadre y ponen en peligro la vida de la gente no se meterán con ellos”, comenta Mardonio Reyna, ex alcalde municipal en  Guerrero.

2. Seguridad

Desde que comenzó el año, a la par de la nueva administración federal, se catapultaron los asesinatos: en promedio 100 al día con picos de  violencia extrema como las 30 personas acribilladas en el bar Caballo Blanco de Coatzacoalcos; el ataque a una fiesta familiar en Minatitlán, donde cayeron14, incluyendo un bebé; un reguero de19 cadáveres en Uruapan y la emboscada mortal a 13 policías en Aguililla.

El presidente prometió, sin éxito, reducir la violencia en un periodo de seis meses y después de un año las cosas se complicaron hasta puntos extremos y cifras inéditas muy por arriba de los tiempos más complicados de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, sus antecesores.

Analistas coinciden en que es un problema conocido como “puerta giratoria” porque los policías los capturan y los jueces los sueltan. El abogado penalista Francisco Galván observó que es por falta de capacitación del personal. “La mala operación va desde los jueces o ministerios públicos a los policías”.

Otro asunto es la incapacidad del Estado para responder o dar seguimiento a algunas batallas contra las organizaciones criminales. A principios de año, la administración federal declaró la guerra al robo de combustible conocido como huachicol y, según sus propias cifras, logró disminuir el delito hasta casi el 100%.

Los delincuentes, incluyendo a algunos de los cárteles más poderosos, mudaron a otras actividades o volvieron a las de siempre: tráfico internacional y venta de droga al menudeo con blanco principal en los pueblos más pobres del país.

De acuerdo con información del gobierno estadounidense a través de la DEA, el cártel Jalisco Nueva Generación se empoderó y hoy es uno de los principales enemigos del gobierno de AMLO.

3. El drama migratorio

Los migrantes mexicanos pasaron de ser uno de los grupos mejor atendidos por las políticas públicas a los más olvidados: no sólo se canceló el programa 3×1 que permitía que,’ por cada peso que ponía un migrante, el estado y la federación ponía otro tanto; sino también quedaron borrados otros fondos que daban dinero a proyectos productivos de reapatriados y albergues así como los que apoyaban a las alcaldías de la frontera.

El gobierno mexicano, explicó a un grupo de activistas mexicanos residentes en Estados Unidos que visitaron el  país a principios de año, que el dinero sería destinado a frenar la migración centroamericana. Y lo hizo por dos vías: con proyectos productivos en Honduras, Guatemala y El Salvador y el incrementó la vigilancia policíaca y la persecución de indocumentados después de que el presidente Donald Trump amenazó con cancelar las negociaciones del Libre Comercio.

Incluso México aceptó recibir en su territorio a todos los solicitantes de asilo en Estados Unidos mientras esperaban su trámite migratorio, una política que se detuvo en los últimos meses del año cuando se decidió enviarlos a Guatemala y otros países.

“Las políticas de este gobierno con los migrantes han sido muy agresivas y lejanas al entendimiento y problemática que sufren”, dijo Irineo Mújica, activista de la organización Sin Fronteras, quien ayudaba a guiar las caravanas de indocumentados hacia EEUU.

4. Lo positivo

Para enfrentar los reveses, algunos mexicanos apostaron a su propio esfuerzo. Más allá de las fronteras, se incrementó el envío de remesas: el Banco de México reportó alrededor de 100 millones de dólares diarios.

Además del apoyo tradicional a las familias destacó el apoyo de padres, esposas, hermanos, tíos, sobrinos y amigos olidarios con los miles de deportados.  “No sé qué hubiera sido de mi sin la ayuda que me enviaban”, dijo Bernabé Moreno, de 53 años, repatriado hace cinco años.

En México también hubo apoyo para los retornados. Marcela Torres, una empresaria mexicana de 32 años,  por ejemplo, ayudó a capacitar a cientos de retornados en tecnología de la información con cursos de capacitación. “Ellos seben inglés y se le facilitan las cosas”, dijo a este diario.

En otros caminos, la sociedad mexicana tuvo impactos positivos con la victoria de connacionales en el extranjero como el cineasta Alfonso Cuarón y la actriz Yalitza Aparicio, director y protagónico e la película Roma, quienes pusieron sobre la mesa uno de los temas más íntimos y preocupantes del país: el racismo.

En la danza, México también vivió un momento especial en 2019 con el nombramiento de Elisa Carrillo como la mejor bailarina del año con el premio Benois (conocido como el Oscar de la danza), quien previamente había ganado Isaac Hernández entre otros triunfadores en el extranjero como Amalia Hernández, con su ballet folclórico; Esteban Hernández, hermano de Isaac, bailarín principal del San Francisco Ballet y Mayela Blanco, la primera mexicana en bailar en la Academia del Teatro Bolshoi.

5. Los escándalos

De los sobornos en las aduanas en contra de los migrantes a la quema de un pasaporte mexicano en protesta por los maltratos a los centroamericanos; del asilo político al polémico ex presidente de Bolivia, Evo Morales, al nombramiento de un cónsul en Las Vegas acusado de violación… el año estuvo marcado por escándalos, pero dos de ellos se llevaron los protagónicos.

En primer lugar, la fuga de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. El gobierno de AMLO lo dejó ir para evitar la muerte de familiares de soldados y otras víctimas civiles y dejó claro una de las debilidades del Estado. “Fue uno de los momentos más críticos del gobierno”, reconoce el analista Fernández Santillán.

El segundo hecho de mayor estridencia nacional fue la captura y arresto de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en tiempos del presidente Felipe Calderón (2006-2012), trasladado a Nueva York para enjuiciarlo por tráfico de cocaína en asociación con el cartel de Sinaloa de quien  presuntamente habría recibido millonarios sobornos.

A nivel local estuvo en el centro de la polémica el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien empujó la ampliación de su mandato a cinco años pesar de que en las urnas sólo había sido votado para dos años debido a un ajuste en el calendario electoral. La manipulación en el congreso fue muy mal vista por la opinión publica.

6. El anhelado T-MEC

Con la bendición del presidente Donald Trump el Libre Comercio de América del Norte se desatoró después de tres años de amenazas por parte del mandatario estadounidense y ahora sólo espera la aprobación del congreso estadounidense, aunque con algunas inconformidades.

En México disgustaron las cuotas de acero para la fabricación de automóviles y la disposición que permitiría a Estados Unidos enviar a inspectores a México para revisar que los trabajadores sean tratados de manera “justa” respecto a los salarios que dejan en desventaja a los estadounidenses porque las empresas prefieren pagar menos.

Aún así, se prevé que el T-MEC será un hecho para 2020 y quitará tensión a la relación bilateral, particularmente en México, donde la economía depende por mucho del Acuerdo Comercial con Estados Unidos en Canadá.

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