‘Freelancers’ de California afectados por la AB 5
La nueva ley limita el trabajo de periodistas independientes y de pequeñas publicaciones, indican comunicadores
Durante algún tiempo la lucha de los conductores de Uber y Lyft atrajo atención a nivel nacional.
Muchos de estos choferes, descontentos por sus condiciones de trabajo, pedían que se les clasificará como empleados y no como contratistas independientes para poder obtener ciertos beneficios como seguro médico, vacaciones y días de enfermedad pagados.
Asimismo, alegaron trabajar largas horas por muy poco sueldo mientras que sus empleadores se hacían cada vez más ricos.
Tras varios meses de discusiones, el 18 de septiembre de 2019 el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó la ley AB5, cuya autora fue la asambleísta Lorena González.
La norma pide restablecer la situación laboral de miles de trabajadores que supuestamente han sido mal clasificados como contratistas.
No obstante, lo que pocos entendían es que entre estos empleados no solo estarían los conductores de Uber y Lyft si no también un sector laboral mucho mayor: los reporteros “freelancers”.
‘No podemos asociarnos contigo’
Emma Gallegos, de 34 años de edad, es maestra substituto y reportera independiente en la ciudad de Bakersfield, California.
A finales de 2019, solicitó empleo para una compañía de edición. La respuesta la dejó tan anonadada que la publicó en su cuenta de Twitter.
Pese a demostrar que era una buena candidata para el puesto, a Gallegos le indicaron que no la podían contratar porque vive en California.
“No podemos asociarnos contigo debido a leyes de contrato estatales que aplican a tu localidad”, se lee en el mensaje que le envió la compañía Grammarly, Inc.
“Por favor avísanos si la situación de tu residencia cambia, ya que nos encantaría asociarnos con alguien que tenga tu experiencia en escritura”.
La empresa hace referencia a la nueva ley AB5, que entró en vigor este 1 de enero y que afecta a numerosos trabajadores independientes.
En el ámbito del periodismo, la ley estipula que los medios de comunicación no pueden publicar más de 35 artículos por año de un escritor independiente (freelancer). De otro modo, deberá convertirse en empleado a tiempo parcial o completo.
https://twitter.com/emmagallegos/status/1206697533008834560
“Yo no estaba buscando un trabajo a tiempo completo. Eso es lo que los legisladores no entienden”, dijo Gallegos. “Estaba muy molesta. Ese mismo fin de semana también tomé un examen de edición de copia y lo pasé y pensé que eso sería bueno para conseguir el trabajo. Pero no fue suficiente”.
Celebración para unos, desastre para otros
Tras la firma de la ley AB5, la asambleísta González dijo que California continúa siendo líder a nivel global para proteger a los trabajadores y esperaba que otros estados siguieran el ejemplo.
“Hoy, estamos interrumpiendo el status quo y dando un paso audaz hacia adelante para reconstruir nuestra clase media y remodelar el futuro de los trabajadores tal como lo conocemos”, indicó la asambleísta en un comunicado.
No obstante, mientras conductores de Uber, Lyft y otros trabajadores independientes celebran, en los medios de comunicación muchos toman la ley como un bloqueo a la libertad de expresión.
Gallegos, quien tiene más de 10 años de experiencia como reportera, dijo que a ella le pagaban desde $100 a $200 por artículos pequeños hasta y hasta $1,000 por los más elaborados.
“Antes se me hacia fácil escribir los artículos que pagaban menos pero al ver que estarán contando tendré que buscar aquellos que paguen más”, explicó la comunicadora.
Dijo apoyar completamente una mejora en las condiciones laborales para los conductores de Uber y Lyft, que se quejan de tener un sueldo bajo por largas horas de trabajo. Sin embargo, esta situación no aplica en todos los casos, aseveró la reportera, ya que están los trabajadores como ella que no laboran a tiempo completo en ciertos empleos.
El editor en jefe de La Opinión, Gabriel Lerner, dijo que las ganancias de Uber y Lyft no vienen de los cobros bajos que ofrecen a sus clientes si no más bien de los salarios bajos que dan a los conductores.
“Y como no pudieron hacer una ley que incluyera a Uber y Lyft solamente, incluyeron a otras ocupaciones”, agregó.
Desafortunadamente, como ya se ha visto en los últimos años, los medios de comunicación están enfrentando una situación donde el personal continúa siendo reducido —principalmente en los medios impresos.
“Esta ley sin querer se convirtió en un ataque frontal a los pequeños medios”, indicó Lerner y aseveró que es imposible obligar a los medios pequeños a ofrecer empleos si no se pueden sostener.
“Lo más importante es cambiar esa ley”, añadió. “Es un caso raro en donde tanto los freelancers como las publicaciones que les asignan están de acuerdo en que es negativa para ellos”.
Demanda en proceso
Tres meses después de que la ley fue firmada por el gobernador Newsom, dos grupos—La Sociedad Estadounidense de Periodistas y Autores y la Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa— entablaron una demanda en un tribunal federal en Los Ángeles.
El último viernes, el juez federal Phillip Gutiérrez negó la orden de restricción temporal diciendo que se esperó mucho tiempo para actuar.
Los grupos entablaron la demanda dos semanas antes de que la ley entrara en vigencia y pidieron la orden de restricción temporal solo un día antes, reportó Associated Press (AP).
Jim Manley, abogado de la Pacific Legal Foundation y representante de los grupos, dijo a AP que los periodistas independientes en California pierden trabajo cada día que la AB 5 continúa vigente.
Añadió que la decisión del juez de esperar una audiencia completa “es comprensible dada la gravedad de los problemas”.
El juez Phillip dio a conocer que tomará más tiempo para considerar las objeciones a la ley. Se espera que la próxima audiencia sea en marzo.
Una salida
Al cierre de edición, la asambleista Lorena González dijo que: “No hay nada en la AB 5 que requiera que un escritor independiente forme una LLC [Limited Liability Company o Compañía de Responsabilidad Liitada]”.
González agregó que los escritores contratados como independientes (o freelancers) pueden enviar publicaciones hasta 35 veces al año antes de ser contratados como empleados. Explicó que estas personas pueden ser empleadas a tiempo parcial y continuar haciendo sus propios horarios, y que esto está bajo el control del empleador.
No obstante, precisó que los escritores podrían convertirse en propietarios únicos y formalizarse como pequeñas empresas legítimas. “Eso podría requerir una licencia comercial local pero no tiene una tarifa estatal anual y no estarían sujetos al límite de 35 presentaciones”, indicó la asambleí en un comunicado a La Opinión.