Devastado el comercio fronterizo San Ysidro-Tijuana a causa de la pandemia
El centro comercial más grande de la frontera sufre por la falta de compradores de México.
El mayor centro comercial en la frontera estadunidense con México, Puerta de las Américas, luce como un pueblo fantasma, o una zona acordonada por desastre natural debido a la pandemia de coronavirus.
“Más del 85 por ciento de las ventas del centro comercial y hasta el 94 por ciento de los comercios en el Boulevard San Ysidro viven de las compras de los clientes mexicanos que cruzan la frontera”, dijo a La Opinión el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro, Jason Wells.
Entre los outlets, los comercios de marcas reconocidas que venden en descuentos, este viernes solo caminaba un joven que se dirigía a un parque al otro lado del complejo comercial.
“Cada vez que camino por aquí, siento que es como una película; nunca lo había visto así”, dijo sin querer dar su nombre.
Wells dice que las ventas diarias de los comercios de San Ysidro alcanzan los dos millones de dólares diarios.
Sin embargo, las ventas a los mexicanos siempre aumentan en fines de semana. Por ejemplo, durante un cierre de ocho horas el 25 de noviembre del 2018, cuando las autoridades argumentaron un cruce fronterizo masivo de migrantes y arrojaron gases a Tijuana, las pérdidas superaron los tres millones y medio de dólares.
Ahora a dos semanas de que solo permanecen abiertos los negocios “esenciales”, el impacto “ha sido obviamente devastador”, dice Wells.
Quedan abiertos los bancos, supermercados, casas de cambio, gasolineras y restaurantes que ofrecen únicamente comida para llevar.
Benjamín Taigle, un conductor de taxi de la zona de la garita de San Ysidro, explicó cómo es un día habitual para una familia de mexicanos que cruza la frontera a hacer compras a San Ysidro.
“La mayoría de quienes vienen a comprar al Boulevard cruzan la frontera a pie. Primero llegan a alguna casa de cambio a cambiar sus pesos por dólares, muchos se siguen a comer pollo frito, luego buscan en las tiendas de ropa, zapatos, almacenes de abarrotes. Algunos contratan celulares para tener código (telefónico) de California”, platicó.
Pero hace dos semanas, como medida para prevenir que el mortal virus fuera acarreado entre los dos lados de la frontera, el gobierno estadunidense y el mexicano acordaron suspender todos los cruces fronterizos de portadores de visas de turistas, al considerarlos “no esenciales”.
“Pero déjame decirte que para mucha gente cruzar la frontera a hacer compras en San Ysidro no es solamente esencial, es urgente”, expresó el taxista.
Mucha gente acostumbra cruzar la frontera para comprar en San Ysidro alimentos, artículos de limpieza y ropa que tan solo dos calles más al sur, en Tijuana, ya tienen precio de importados.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio explicó, que en San Ysidro muchos negocios conservan relaciones laborales parecidas a las familiares, “entonces saber que los empleados, o que el pequeño empresario enfrenta problemas pro cerrar, lleva a un entendimiento; tratan de descansar sin despedir, o de no cerrar”.
Pero el flujo de visitantes es notable, especialmente visto desde la garita. San Ysidro es el punto fronterizo más transitado en el mundo, de acuerdo con una definición del Departamento de Comercio.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) calcula que por la garita de San Ysidro ingresan diariamente, en promedio, 50 mil conductores y hasta 35 mil peatones, pero desde que prohibieron cruzar a los portadores de visa turística y por el cierre de negocios no esenciales en California, el flujo alcanzó una reducción nunca antes vista.
La espera para cruzar la frontera que regularmente tomaría horas, ahora toma un par de minutos.
Wells ha platicado que San Ysidro está geográficamente en California, pero económicamente en México.
“No sabemos cuánto va a durar esta situación, pero sí sabemos que cuando todo esto acabe, va a ser muy difícil, porque además se devalúa el peso y lo que la gente compra en San Ysidro, para la gente de México va a costar más”, dijo Wells.
La tarde del viernes la Cámara de Comercio sostenía una reunión para hablar de créditos para reimpulsar las ventas cuando los negocios puedan abrir nuevamente.