Mexicanas llevan comida al personal médico que lucha contra coronavirus
Han repartido cientos de alimentos calientes en hospitales de Los Ángeles
LOS ÁNGELES – Desde mediados de marzo, la mexicana Sharon Litwak se dedica a llevar comida caliente al personal médico que está en la primera línea de los hospitales de Los Ángeles en la batalla contra el coronavirus.
“En las últimas tres semanas hemos mandado más de 600 comidas a los departamentos de emergencia y a los pisos donde se atiende a los enfermos del COVID-19 en el Children’s Hospital de Los Ángeles, Tarzana Hospital, West Hills Hospital y Valley Presbyterian Hospital”, dice.
El reparto de comidas se ha hecho a través de la Fundación Óscar Litwak que Sharon creó en 2003 en memoria de su hijo quien murió de cáncer a los cuatro años de edad. La fundación nació con la misión de entregar estaciones de juguetes a los hospitales de California para darle un significado a su vida tras la pérdida de su hijo.
Nunca imaginó que un día, una pandemia mundial la obligaría a parar de entregar juguetes en los hospitales para llevarle comida al personal.
¿Cómo surgió la idea?
“Cuando empezaron a decir que los hospitales iban a estar a toda capacidad, les hablé a mis contactos en esos centros para preguntarles cómo podemos ayudarlos. Nos dimos cuenta que doctores y enfermeras estaban pasando por una situación muy difícil y tenían niveles de estrés muy altos”, dice.
Así que decidió dejar de enfocarse en los niños de los hospitales de manera temporal, y demostrar agradecimiento al personal médico con una comida caliente para que no tuvieran que preocuparse por lo que iban a comer.
“El 26 de marzo les llevamos la primera comida al Hospital Valley Presbyterian de Van Nuys”, precisa Sharon.
Antes de ir, se coordinan con las autoridades de los hospitales, cuyo personal los esperan afuera para recibir los alimentos. “Les hemos llevado comida al mediodía y en la noche. También los fines de semana porque esos días casi nadie los ayuda”.
Sharon dice que la respuesta ha sido increíble. “Yo les dejo una tarjeta con la información de la Fundación Óscar Litwak, y me mandan textos y correos electrónicos dando las gracias por pensar en ellos”.
El doctor Alan Nager, jefe de emergencias del Children’s Hospital, ha sido uno de los más agradecidos.
“Sentimos que en general la comunidad está de nuestro lado, pero aún más quienes llevan a cabo estas acciones”, dice el médico.
Añade que el estrés y la ansiedad durante esos días, semanas y tal vez meses por venir, han sido muy duros.
“Psicológicamente saber que hay gente a la que le importamos y está dispuesta a dar el extra, hace una diferencia que nos reconforta. Gracias por poner una sonrisa en las caras de muchas personas”.
¿Qué tipo de comida?
Sharon dice que se trata de una comida nutritiva y completa con pollo o carne, verduras, pasta, arroz y postre.
“Les hemos llevado pollos rostizados, ensaladas, hamburguesas y comida mediterránea”.
Para poner en marcha esta iniciativa, hicieron una alianza con alrededor de cinco restaurantes y negocios de preparación de comida, los cuales les han dado a la Fundación Óscar Litwak precios muy accesibles; y además se muestran muy agradecidos porque este trabajo les permite seguir abiertos.
“Es una ganancia para todos ahora que hay mucha gente sin empleo. Ayudamos a restaurantes y al personal médico en la primera línea de atención a los enfermos del coronavirus”.
¿De dónde sale el dinero?
La mexicana dice que empezó pidiendo donativos vía redes sociales y correos electrónicos para la comida de los doctores a sus círculos cercanos de mexicanos-judíos en Los Ángeles, pero cada vez más gente se ha unido a la causa. “A algunas de los donantes no las conozco”, comenta.
Adelanta que la semana que entra, llevarán comida a un asilo de ancianos, ya que consideran es una población muy olvidada.
La Góndola, un restaurant de comida italiana-kosher en Beverly Hills, cuya dueña Tere Weinblut, una mexicana, madre de cuatro hijos de 25, 23, 18 y 12 años, es uno de los que participa en esta iniciativa.
“Ha sido maravilloso tener el placer de ayudar a los doctores del Children’s Hospital que han hecho tanto por nuestros hijos en situaciones muy difíciles”, dice.
Y preparar la comida para ellos – aclara – no ha sido por cuestión de dinero sino por poner un granito de arena.
Tere agrega que el coronavirus los tomó desprevenidos, y en La Gondola, un restaurante que lleva 13 años en Beverly Hills, emplean 25 empleados a los que han tenido que reducir sus horas de trabajo por la restricción de solo vender comida para llevar. Sin embargo, asegura optimista que están confiados en que todo va a estar bien.
Satisfacción en ayudar
Sharon quien abrió la Fundación Óscar Litwak en el momento más oscuro de su vida, cuando perdió a su hijo Óscar con la intención de tener un poco de alegría al ayudar a otra gente, dice que la hace sentir muy bien y orgullosa, apoyar con comida a quienes cuidan a los pacientes en terapia intensiva y en las salas del COVID-19 de los hospitales.
“Estoy saludable, mi esposo todavía tiene trabajo, mis hijas pueden tomar clases online. No me podía quedar sentada y mi manera de ayudar ha sido llevando comida. Le pido a la gente que busquen una manera de apoyar al necesitado porque les va traer mucha satisfacción en esta época de pandemia”.