Errores que debes evitar al cocinar un huevo duro
El huevo duro es una preparación muy común y versátil, te presentamos sencillos trucos para obtener el resultado perfecto al cocinarlos
Ya lo sabemos el huevo es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, forma parte de la canasta básica de muchas culturas, es altamente valorado por sus grandiosas propiedades nutricionales, terapéuticas y por supuesto por su inigualable versatilidad. Y es que el huevo se usa en demasiados platillos es un básico del desayuno, la base de varios platos tradicionales como la famosa tortilla de patatas y un ingrediente clave en la panadería y repostería.
Preparar un huevo duro generalmente es considerado una tarea fácil para los expertos en la cocina y es que se tiene la creencia que lo único que se requiere es sumergirlo en agua caliente, sacarlo, enfriar y pelar. Sin embargo en muchas ocasiones la yema adquiere cierto color verdoso o suceden algunas fallas en plena cocción, en general son cuestiones que reflejan que algo hemos hecho mal durante el proceso. Es por ello que preparamos una lista con los principales errores que comentemos al cocinar un huevo duro.
Los grandes errores al cocinar huevos duros:
1. Utilizar huevos viejos
La frescura y la calidad del huevo son aspectos fundamentales en el resultado final, esto interviene en una perfecta forma y sabor final. Cuando utilizamos huevos frescos la yema quedará en la parte central, esto se debe a que en un huevo fresco la clara ocupa todo el espacio y cuando envejece pierde agua, se reduce y se crea un vacío que permite a la yema desplazarse. Es por ello importante comprar huevos que contengan matrícula para saber de dónde vienen y conocer su fecha de caducidad.
2. El tamaño importa
El tamaño del huevo ideal va de mediano a grande, si es posible seleccionarlos manualmente mejor así te asegurarás de revisar uno por uno sus dimensiones y calidad general. A la vez es importante que procures utilizar una cazuela más pequeña que grande, según la cantidad de huevos que cocinarás podrás tomar la mejor decisión; el punto es evitar que durante la ebullición el huevo esté moviéndose de un lugar a otro, esto aumenta considerablemente el riesgo de rotura.
3. La correcta temperatura: Del huevo y del agua
Nunca introduzcas directamente al agua caliente un huevo frío (recién salido del refrigerador), este simple hecho puede arruinar por completo la preparación ya que produce un choque térmico, esto agrieta la cáscara y causa que se liberen hilos de huevo. Lo mejor que puedes hacer es procurar que el huevo este a temperatura ambiente y siempre deberás agregarlo con mucho cuidado al agua caliente, es decir previo a la ebullición. Cuando empiece a hervir baja la intensidad del fuego, esto ayudará a que su cocción sea suave y continúa, nunca los revuelvas no es necesario.
4. Vigila el tiempo de cocción
Probablemente no lo consideres importante, sin embargo los tiempos de cocción de los huevos varían según la textura que queremos conseguir. En el caso del huevo duro la solidez total se alcanza entre los 10 y 15 minutos, chefs profesionales señalan que el tiempo ideal es 9 minutos, como máximo 10 minutos si el huevo es muy grande. Cuando nos excedemos en el tiempo de cocción el resultado es una yema de consistencia terrosa, que pierde cremosidad, es por ello que el tiempo de cocción debe de ser el justo para que las proteínas coagulen correctamente.
5. Di no a la yema verde
Este es uno de los principales efectos que se producen cuando nos excedemos en los tiempos de cocción, lo que sucede es que la superficie de la yema adquiere una fea tonalidad verdosa; este efecto se produce porque el calor prologado favorece que el azufre de la clara entre en contacto con el hierro de la yema y se produce sulfuro ferroso.
6. No sumergirlo en agua fría
Siempre que los huevos terminen su tiempo de cocción (10 minutos) es necesario reposarlos en un recipiente con agua fría, puede tener algunos hielos. Es la mejor manera para detener la cocción y se pelarán más fácilmente, un buen tip es agregar al agua de cocción un chorrito de vinagre y sal.