Aumenta en un 19% el número de desamparados en San Bernardino
En 12 meses, más de 500 personas se sumaron a la indigencia; ya se habla de una crisis de servicios humanos.
El índice de personas desamparadas en el condado de San Bernardino aumentó en un 19.9 por ciento en 2020 comparado con 2019, según el resultado anual de conteo revelado el miércoles 22 de abril por la Asociación de Personas Desamparadas del condado de San Bernardino.
El conteo realizado el 23 de enero pasado encontró a 3,125 personas sin hogar en el condado, en comparación con los 2,607 en 2019. De las 518 personas sin hogar adicionales, 470 fueron identificadas como personas sin refugio y 48 como personas refugiadas, alojadas en organizaciones de apoyo, moteles o mediante programas de vivienda de transición.
Los resultados exigen que las ciudades y el condado “reconozcan la evolución reciente de las personas sin hogar como una crisis de servicios humanos y que trabajen juntas para proporcionar los servicios y la vivienda que tanto necesitan”, según un comunicado de prensa del condado.
“Nuestros esfuerzos para terminar con la falta de vivienda deben seguir siendo una prioridad para todo el condado”, dijo Josie Gonzales, vicepresidenta de la Junta de Supervisores del Condado de San Bernardino. “Sí, estos números son desalentadores, pero los datos del conteo son la clave realista para ayudarnos a ajustar nuestras estrategias para combatir este problema generalizado”.
Gonzales, quien también es presidenta del Consejo Interagencial sobre la falta de vivienda, dijo que los resultados son evidencia de un problema real en todo el estado y le da al condado la oportunidad de ser innovador en sus planes para proporcionar los recursos que tanto necesita.
Los datos recopilados con la ayuda de Esri Survey 123 para la tecnología ArcGIS, revelan que en la ciudad de San Bernardino se congregan 1,056 personas sin hogar, 451 en Victorville, 186 en Redlands y 116 en Fontana.
En San Bernardino, 823 personas sin hogar quedaron sin refugio. En Victorville, 298 no tenían un lugar donde pasar la noche.
Del número total de personas sin hogar sin refugio en el condado, 1,668 eran adultos varones y 656 mujeres adultas. De las personas sin refugio, el 30.4 por ciento eran latinos.
Al menos 827 personas sin hogar en el condado tenían entre 25 y 39 años, 553 tenían entre 40 y 49 y 172 tenían 62 años o más.
De las personas sin hogar y sin refugio, 691 fueron identificadas como personas sin hogar crónicas, 640 como mujeres no acompañadas y 440 como personas con problemas de salud mental. De las personas sin hogar sin refugio, al menos 185 son veteranos.
De las personas sin hogar refugiadas en el condado, 353 eran hombres y 381 mujeres.
De ellos, 314 eran latinos, 88 tenían problemas de salud mental, 175 eran mujeres no acompañadas, 59 no tenían hogar crónicamente y 51 eran veteranos.
“Tenemos una crisis de servicios humanos con algunas poblaciones sin hogar de muy alto riesgo, como nuestros adultos mayores”, dijo Kent Paxton, presidente del Comité de Punto en el Tiempo. “Ha habido un aumento del 95 por ciento de personas sin hogar de 55 años o más desde 2017, muchas de las cuales tienen condiciones de salud que amenazan la vida. Debemos tener soluciones de vivienda a largo plazo para aquellos que son más vulnerables”.
El Comité del conteo recomendó medidas para tratar de reducir la cantidad de personas sin hogar en el condado, incluyendo el reconocimiento de la evolución reciente de las personas sin hogar como una crisis de servicios humanos, para crear un equipo de fuerza compuesto por varios departamentos del condado que trabajen en un esfuerzo coordinado.
Además, el comité recomendó aumentar los esfuerzos a través de asociaciones con organizaciones públicas y privadas, alentar a cada ciudad a adoptar sus números de personas sin hogar, aumentar el número de unidades de vivienda de apoyo permanente para satisfacer las necesidades de las personas sin hogar con condiciones de discapacidad, e incrementar la asistencia de reubicación rápida, entre otros factores.
Según Maribel Núñez, miembro de California Partnership, una asociación que vigila programas que ayudan a reducir la pobreza, a principios del presente año el condado de San Bernardino envío casi dos millones de dólares en fondos no utilizados de regreso al Departamento de Vivienda de los Estados Unidos (HUD por sus siglas en inglés). Este dinero estaba destinado para asistir a personas sin hogar, dijo Núñez.
“La crisis es tan grave que la Oficina de Servicios para Personas sin Hogar está “priorizando” a las personas que están clasificadas como “crónicamente sin casa” durante tres años. La definición de esta denominación es alguien que ha estado sin un lugar estable durante un año”, expresó Núñez. “No existe un esfuerzo real para ayudar a las personas sin hogar. La estrategia es esperar que se vayan”.
Ahora, con tantas personas sin empleo debido a los estragos generados por la pandemia COVID-19, muchas personas serán expulsadas a la calle, incluso aun con la moratoria del estado sobre los desalojos, agregó Núñez, quien enfatizó que la mayoría de los inquilinos no saben que existe una moratoria y, para calificar, deben escribir una carta al arrendador.
“La mayoría de los inquilinos no van a intentar luchar contra un desalojo en la corte, simplemente se irán cuando el arrendador pegue un pedazo de papel en la puerta”, expresó Núñez. “Durante el verano, habrá muchas más personas sin hogar y el mismo horrible programa de “red de seguridad” solo ofrecerá un número de teléfono que nadie contesta”.
Los pronósticos para la región no son alentadores. Según la Corporación de Desarrollo Económico del Condado de Los Ángeles, se estima que en el Sur de California existan grandes pérdidas de empleo a consecuencia de la pandemia.
A la fecha, el sur de California ha perdido 2.82 millones de empleos. El número proyectado de 7.46 millones de empleos perdidos significa una caída del 27 por ciento de la economía.
En la región de Inland Empire, conformada por los condados de San Bernardino y Riverside, el número de empleos perdidos oscila entre 431,000 y 1.1 millones, lo que generaría una tasa de desempleo de 31.9 por ciento.
“Cualquiera de nosotros puede quedar sin hogar con un mes de alquiler atrasado si no estamos trabajando”, dijo Núñez.
Tanya Torno, representante del Departamento de Vivienda del condado de Riverside, dijo a La Opinión que el número de familias sin hogar se espera aumente para los próximos meses; y agregó que el resultado del conteo de personas desamparadas en dicho condado será revelado ante la Junta de Supervisores el próximo 5 de mayo.
En el condado de Riverside se contaron 2,811 personas sin hogar en enero de 2019, lo que representó el 22 por ciento en incremento comparado con 2018.
Un hogar temporal
Protegidos con guantes y mascarillas, un grupo de voluntarios se adentro ayer a un campamento ubicado al lado de un canal de desagüe en donde acampan alrededor de 80 personas sin hogar en la ciudad de Riverside.
La idea fue identificar a personas vulnerables a contraer la enfermedad COVID-19, la cual hasta el viernes 24 de abril había cobrado la vida de 112 personas en el condado de Riverside.
“Les ofrecemos hogar temporal a personas que cumplan con el criterio de edad y estado de salud. Queremos albergar a los mas vulnerables. No queremos que estén expuestos al virus”, dijo Tanya Torno, representante del Departamento de Vivienda del Condado de Riverside.
Tras visitar cada “vivienda” improvisada hecha de madera y cartón, así como casas de campaña de segunda mano, los voluntarios pudieron transportar a moteles cercanos a varias personas que mostraban problemas de salud.
A la fecha, el programa ha albergado a más de 300 personas sin hogar.
Voluntarios de Path of Life Ministries, y City Net, así como empleados del condado, dialogaron con decenas de personas, muchas de las cuales son personas sin hogar recurrentes. El año pasado, el campamento fue desalojado por las autoridades, brindándole recursos a por lo menos 80 personas, dijo Torno.
La experta en el tema proyecta que para los próximos meses, más familias estén en situación de desamparo con el elevado índice de desempleo en la región.
Similar situación se proyecta para el condado de San Bernardino, en donde hasta ayer 80 personas habían perdido la vida a consecuencia de COVID-19.
Para contrarrestar la situación y proteger a la comunidad desamparada, el condado recientemente instaló 20 casas móviles provistas por el estado de California en el parque regional Glen Helen en Devore.
Ahí, las autoridades albergaron a personas sin hogar que presentaron síntomas o fueron diagnosticados con COVID-19.