Temor en centro de detención de Georgia por fuerte impacto del coronavirus en la zona
Defensores de los migrantes alertan de que todos los custodios viven en el área del país con mayor índice de muertes por COVID-19
El centro de detención de Stewart, una de las mayores cárceles para inmigrantes del país, se encuentra en un área rural de Georgia en la que se ubican varios de los condados con mayor tasa de mortalidad por coronavirus de Estados Unidos. Esto ha provocado gran preocupación en los defensores de los detenidos.
De acuerdo con el Departamento de Salud Pública del estado, Randolph, Terrel, Early, Mitchell y Dougherty son también las localidades del estado donde se reportan los más altos índices de contagio por número de habitantes.
“Todos los custodios encargados de la seguridad y el mantenimiento del Centro de Detención de Stewart viven en la zona, en estos condados alrededor del centro, y son ellos mismos lo que introducen el contagio del coronavirus en su interior”, dijo este jueves a Efe Adelina Nicholls, directora ejecutiva de la Alianza Latina Pro Derechos Humanos de Georgia (GLAHR).
Ryan Gustin, mánager de relaciones públicas de CoreCivic, la empresa que opera el Centro de Detención de Stewart, informó el jueves a Efe que hay 44 casos confirmados de COVID-19 entre sus 394 empleados de la prisión, mientras que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) indicó que dos funcionarios de la agencia que trabajan ahí tienen el virus.
Según el ICE, hasta el 25 de abril -la última vez que la agencia actualizó sus datos- el número de inmigrantes contagiados en Stewart era de 11.
El Centro de Detención de Stewart, ubicado en la pequeña localidad Lumpkin, en el suroeste de Georgia y a unas 140 millas de Atlanta, es una de las mayores prisiones de inmigrantes indocumentados del país, con una capacidad para casi 1,800 reclusos.
Desde hace varias semanas, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, como GLAHR, han denunciado la situación en que se encuentran los presos debido a que difícilmente se puede practicar el distanciamiento social y al temor que sienten de contagiarse y de morir por el coronavirus.
“Algo que estamos viendo es que las personas que se han atrevido a denunciar o que están llevando actos de protestas en contra de las condiciones en las que se encuentran están siendo sujetas a represalias”, afirmó Nicholls.
Kevin Caron, de la organización Georgia Detention Watch, también expresó su inquietud por la situación de los cientos de inmigrantes presos en Stewart y lo que está pasando en los alrededores, y cuestionó la capacidad del centro para brindarles atención médica adecuada.
“Estamos bien preocupados por los inmigrantes en Stewart”, manifestó a Efe Caron, quien pidió al ICE liberar a los presos, que no representan un riesgo para la comunidad porque su única falta es ser indocumentados.
La zona de 10 condados del suroeste de Georgia, que incluye Randolph, Terrel, Early, Mitchell y Dougherty -duramente golpeada por el virus, tanto por su tasa de mortalidad como por el número de casos por habitantes-, se caracteriza por tener altos índices de pobreza.
“Estos son condados con mucha pobreza, rurales y mayoritariamente afroamericanos; son zonas abandonadas. Por muchos años, el estado no ha estado interesado en la apertura de hospitales”, explicó Nicholls.
El condado en el tope del ranking, Randolph, una zona históricamente de plantaciones con una población que no supera los 7,000 habitantes, registraba una tasa de 268.1 muertes por cada 100,000 habitantes y un índice de contagio de 2,472.61.