Deportan a un inmigrante prófugo de la justicia en México por el asesinato de una mujer
A la edad de 13 años le habría dado un tiro en la cabeza a la mujer con la que momentos antes había estado de fiesta
Un inmigrante mexicano que se encontraba purgando una condena por distribución de cocaína en una prisión de Indiana fue deportado y entregado a las autoridades judiciales de México donde enfrenta cargos criminales por el asesinato de una mujer ocurrido hace casi dos décadas en el estado de Michoacán.
La Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que Efraín Rivera Rico, de 32 años de edad, fue trasladado el 10 de mayo en un vuelo chárter a la frontera de Brownsville, Texas.
Del otro lado, en Matamoros, Tamaulipas, agentes federales de la Procuraduría General de la República (PGR) lo tomaron en custodia y fue encerrado en una cárcel de Uruapan, Michoacán, en espera del proceso criminal que pesa en su contra.
La fiscalía de Michoacán lo acusa de asesinar a Marce Judith Martínez Camacho, una mujer con la había estado de fiesta el mismo día que le habría dado un balazo en la cabeza.
El expediente judicial en contra de Rivera Rico indica que el 29 de marzo de 2001 -cuando tenía 13 años de edad- el acusado, la víctima y otra pareja, se encontraban en Tingambato y decidieron ir a comer a Pátzcuaro, en Michoacán.
Ahí estuvieron bebiendo cerveza y cuando regresaban por la carretera a bordo de un vehículo que conducía Rivera Rico, Marce Judith le pidió que se detuviera porque se sentía mal.
Rivera Rico le dijo que irían a Uruapan a comprar un café de olla para que se recuperara, pero la mujer le insistió que detuviera el carro, que se quería bajar, lo que molestó al conductor que frenó a la orilla de la carretera y sorpresivamente sacó una pistola calibre 38 que llevaba entre sus ropas para ejecutarla de un balazo en la cabeza.
Luego le pidió ayuda al amigo que lo acompañaba para esconder el cadáver entre unos matorrales donde descargó el resto de las balas de su pistola en el cuerpo inerte de Marce Judith.
La otra mujer que iba con el auto fue amenazada si decía algo de lo sucedido y de Rivera Rico nunca más se supo nada, había huido a Estados Unidos.
Sin embargo, Rivera Rico habría continuado con un vida delictiva al involucrarse en la distribución de cocaína en un vecindario del condado Jackson, en el estado de Indiana, donde se había escondido tras el asesinato, por lo que en febrero de 2010 fue arrestado y sentenciado a nueve años de prisión.
Al cumplir su sentencia agentes de ICE pidieron su retención por ser indocumentado y el 11 de abril obtuvieron una orden de deportación, la cual ejecutaron el pasado Día de las Madres al entregarlo a las autoridades mexicanas para enfrentar la justicia en su país.