Coronavirus incrementa tres veces más violencia contra mujeres
Pero también las deja en el desempleo, con más trabajo en el hogar y la tarea de enseñar a sus hijos
Expertas en el tema de la mujer coincidieron en que el coronavirus ha agravado la violencia doméstica contra las mujeres, pero también dijeron que han sido golpeadas de manera desproporcionada por el desempleo y trabajan mucho más en el hogar.
“No hemos visto necesariamente un aumento en las llamadas a la línea directa; pero hay buenas razones para eso, ya que debido al cierre por la emergencia, pueden estar sentadas junto a sus abusadores; y cuando usan el teléfono les piden poner la bocina para escuchar lo que dicen”, dijo Mimi Lind, directora de servicios de violencia doméstica de la Clínica Familiar Venice en el oeste de Los Ángeles.
Durante la videoconferencia “La Sombra de la Pandemia: el Impacto del COVID-19 en las mujeres“, organizada por Ethnic Media Services, Lind relató que habló con una víctima que le contó que su esposo perdió su empleo nocturno y está todo el día en la casa. “Así que por las noches la está despertando continuamente, y ya no tiene un momento de paz”.
Agregó que un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) de hace años, reveló que la violencia doméstica aumenta con el desempleo, y se da en todas las culturas y religiones, todos los países, los pueblos pequeños y ciudades grandes.
“En Los Ángeles, lo bueno es que aún en medio del COVID-19 y con los tribunales cerrados, se puede conseguir una orden de restricción en la corte”, apuntó Lind.
Lo que es más, pueden llamar a una línea directa de violencia doméstica, donde las pueden alojar en un hotel.
Reversa al progreso
“El COVID-19 ha agravado los problemas de las mujeres y retrocedido sus derechos y avances”, dijo Beatrice Duncan, consejera de políticas de UN Women, la entidad de las Naciones Unidas dedicada a la equidad de género y a empoderar a la mujer.
“Sabemos que debido a la cuarentena, 2.73 millones de mujeres alrededor del mundo están encerradas con su abusador en el hogar. Como resultado hemos visto un incremento tres veces más de la violencia doméstica”.
Incluso reveló que se han visto situaciones en las cuales las mujeres no solo son abusadas por sus compañeros sino por sus hijos adolescentes.
Lo grave – dijo – es que no reciben la protección que necesitan de la policía de manera inmediata, porque los agentes están ocupados en el frente contra la pandemia.
“No solo la policía no responde a las necesidades de las mujeres sino también las cortes ya que muchas han cerrado. Entonces ellas no reciben las órdenes de protección que necesitan”.
Golpeadas por el desempleo
La doctora Nicole Mason, presidenta del Institute for Women’s Policy Research (IWPR), un centro de estudios comprometido con la equidad económica de las mujeres y eliminar las barreras en la fuerza laboral y la sociedad, dijo que el COVID-19 ha tenido un impacto devastador en las mujeres trabajadoras y sus familias. “El desempleo es por alrededor del 15% para ellas”.
De los 30 millones de solicitudes de ayuda para el desempleo, dijo que las mujeres constituyen una cantidad desproporcionada debido a que predominan en los sectores de servicios, cuidado de salud, educación, esparcimiento y la industria hotelera.
Hizo ver que debido a la orden “Quédate en Casa”, muchas mujeres han perdido acceso al cuidado infantil para sus hijos. “Las que tienen que trabajar desde el hogar, al mismo tiempo son maestras de sus hijos por el cierre de escuelas”.
Y reveló que más de tres millones de mujeres son el proveedor primario de sus familias, al contribuir con más del 40% de los ingresos de sus familias.
“Las trabajadoras en empleos de bajos ingresos, ya batallaban desde antes de la pandemia”.
Además, recalcó que la falta de servicios de apoyo como refugios y camas de emergencia para las mujeres que experimentan la violencia se ha exacerbado.
“Si ponemos juntos la desigualdad salarial, la vulnerabilidad económica y el aumento de la violencia de género, vemos que las mujeres han sido fuertemente impactadas por esta pandemia del COVID-19 no solo en EEUU sino globalmente, y será complicada la recuperación”.
Señaló que las mujeres han perdido un número desproporcionado de empleos, muchos de los cuales no van a regresar, y los recursos de apoyo con los que cuentan como las guarderías van a desaparecer o no van a estar ahí cuando se levante la cuarentena.
“Están realmente quedando abandonadas porque no tienen el apoyo y la asistencia que necesitan para permanecer en el trabajo y proveer a sus familias”.
Hizo ver que debemos asegurarnos que puedan reingresar a la fuerza laboral con flexibilidad en términos de sus horarios y sus necesidades de cuidado infantil.
Más carga de trabajo
La doctora Estela Rivero, investigadora del Notre Dame’s Pulte Institute for Global Development, habló de cómo las mujeres alrededor del mundo enfrentan una mayor carga del trabajo y cuidado en el hogar a partir del COVID-19.
En su reciente investigación “La carga del encierro: entendiendo la desigualdad del género en medio del COVID-19”, sugiere que las políticas de la cuarentena han exacerbado las disparidades. “Tienen trabajado adicional con los niños estudiando en la casa, o atendiendo a algún familiar enfermo”.
Añadió que mujeres de todas las edades en EEUU, están trabajando más horas que los hombres en labores no pagadas en el hogar, mientras que los hombres dedican más tiempo al empleo pagado. “Necesitamos considerar el cuidado en la casa como un trabajo”.
En EEUU, Holanda, Italia, España, México, Vietnam y en todas partes, las mujeres están trabajando más horas que los hombres, completó.
Aumenta el activismo
La doctora Kirsten Swinth, profesora de historia de la Universidad Fordham, dijo que ante el desempleo severo que se vive en el país, las mujeres y amas de casa en Nueva York, Seattle, Richmond, Virginia y Los Ángeles han respondido con activismo contra el alto costo de vida, los desalojos, aumentos de renta, vivienda accesible y la regulación de precios por la especulación.
“Creo que es posible que al valorar a las enfermeras y a las trabajadoras esenciales, podamos influir para un mejor salario y mejorar las condiciones de trabajo de las profesiones de salud como la enfermería”.