Qué es el síndrome del ocaso o sundowning
Es posible abordar el síndrome del Ocaso a partir de una revisión de la dieta del paciente
En el síndrome del ocaso, el paciente con demencia o depresión estacional experimenta una profundización de los problemas de dichas afecciones por alteraciones en su reloj biológico. A continuación ampliamos más sobre esta enfermedad.
¿Qué es el síndrome del ocaso?
Según un artículo del portal Cuídate Plus, el síndrome del Ocaso genera mayor ansiedad, irritabilidad, confusión y agitación en los adultos mayores con demencia desde que llega la tarde y cae el sol.
David Curto, jefe de la Dirección Asistencial en Sanitas Mayores, indica que “es un síndrome geriátrico que aparece al ponerse el sol. Al atardecer, los ancianos con demencia comienzan a agitarse y su condición empeora”.
El síndrome del ocaso no se relaciona solamente con los adultos con demencia, también se da en las personas que sufren de depresión estacional. En otoño e invierno se adelanta la caída de sol, lo que conlleva sentimientos de tristeza, irritabilidad y ansiedad.
Cómo tratar el síndrome del ocaso
El síndrome del Ocaso puede ser tratado desde distintos ángulos de la medicina. Por ejemplo, respecto al ambiente del paciente, se recomienda que tenga una iluminación nocturna óptima, reducir los niveles de ruido conforme pasa el atardecer, entre otras acciones.
Aunque ligeramente cruel, la restricción del sueño durante el día puede mejorar la calidad del descanso nocturno. Se puede mantener al paciente ocupado a partir de actividades repetitivas y simples. Técnicas para la higiene del sueño son también recomendables.
Vigilar al paciente durante la noche permite abordar de manera inmediata cualquier episodio de irritación, agitación o confusión por el síndrome del Ocaso. Esta vigilancia puede ejecutarse con relativa facilidad en el entorno doméstico.
Por último, la desnutrición es un factor que desencadena estados de agitación. Esto se puede abordar con una revisión dietética que incluya la restricción de dulces y de cafeína y que contemple la buena hidratación y un aporte proteico suficiente.
El síndrome del ocaso no representa un peligro importante para la salud, pero acentúa problemas preexistentes que son incómodos para el paciente y su entorno, razón por la que debe ser atendido como cualquier otra enfermedad.