window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Hallan estrella “bebé” que explica origen de las explosiones en el universo

Se trata de los remanentes de una antigua estrella masiva situada a 15,000 años luz, dentro de la Vía Láctea

Pulsar

Este púlsar "bebé" fue observado por primera vez por el Swift Observatory de la NASA en marzo. Crédito: ESA | Cortesía

Un equipo internacional de científicos ha hallado una “estrella pulsante” o púlsar naciente, un descubrimiento que puede ayudar a explicar el origen de las explosiones más poderosas que se producen en el Universo.

Se trata de los remanentes de una antigua estrella masiva (un magnetar) situada a 15,000 años luz, dentro de la Vía Láctea, y cuyo campo magnético es mil billones de veces más potente que el de la Tierra.

La investigación, liderada por científicos del CSIC y cuyos resultados se publican hoy en “The Astrophysical Journal Letters”, ha sido posible gracias a las observaciones del telescopio de rayos X XMM-Newton, de la Agencia Espacial Europea (ESA), los satélites Swift y NuSTAR de la NASA, y el Sardinia Radio Telescope (Italia).

Se trata de un púlsar, al que los investigadores se refieren como “monstruo magnético” y gravitacional, observado poco después de nacer.

Los púlsares, ha informado hoy el CSIC, se encuentran entre los objetos más inusuales del universo y se forman al final de la vida de las estrellas masivas mediante violentas explosiones de supernova.

Estos eventos extremos dejan restos estelares también extremos, como remanentes calientes, densos y magnetizados que emiten radiaciones de forma impredecible, y lanzan al espacio enérgicos rayos X y gamma en periodos de tiempo que comprenden desde milisegundos hasta varios años.

Este púlsar “bebé” fue observado por primera vez por el Swift Observatory de la NASA en marzo, y ahora los instrumentos del telescopio europeo XMM-Newton han captado una explosión procedente de allí.

Sería además el púlsar más joven de los aproximadamente 3,000 que se conocen en la Vía Láctea, y pertenece a una extraña categoría de estrellas, la de las “magnetar”.

“Los magnetares son objetos fascinantes y este bebé parece especialmente interesante por sus características extremas; el hecho de que pueda ser observado tanto en ondas de radio como en rayos X nos ofrece una pista clave para resolver el actual debate científico acerca de la naturaleza de un tipo específico de resto estelar: los púlsares“, ha explicado la investigadora del CSIC Nanda Rea.

Según los científicos, este tipo de hallazgos aportan luz al entendimiento del contenido estelar de la Vía Láctea y revelan la complejidad de los fenómenos que ocurren en todo el Universo.

Te puede interesar:

Marte: qué es el misterioso brillo verde que se desprende de la atmósfera del planeta rojo

Titán: La luna de Saturno que se va de su planeta

En esta nota

bebe científicos esa estrella Vía Láctea
Contenido Patrocinado