Rusia ofreció recompensas a talibanes por matar a soldados de EE.UU. y Reino Unido, según NYT
Oficiales de inteligencia rusos ofrecieron recientemente dinero a militantes talibanes en Afganistán como recompensa si asesinaban allí a tropas estadounidenses o británicas
Los servicios secretos rusos habrían ofrecido en secreto dinero a los talibanes a cambio de la muerte de militares estadounidenses y británicos desplegados en Afganistán, con el fin de desestabilizar a ambos países, según una investigación publicada por The New York Times.
Según el reportaje, el presidente Donald Trump sabe desde hace meses que se había producido esa oferta, pero al parecer Estados Unidos no tuvo una respuesta concreta. Reino Unido tuvo acceso a la información la semana pasada.
Las fuentes señalan que la unidad 29155 de la Dirección General de Inteligencia (GRU, por sus siglas en ruso) fue la que ofreció estas recompensas, la misma unidad que estaría implicada en el intento de asesinato del exagente ruso Sergei Skripal en Reino Unido el 4 de marzo de 2018, con un intento de golpe de Estado en Montenegro, con un envenenamiento de un fabricante de armas búlgaro y con un intento subversivo en Moldavia.
La Fiscalía británica ha imputado a dos agentes de la GRU por el intento de asesinato de Skripal y su hija, envenenados supuestamente con el agente nervioso A-234, conocido como Novichok, Salisbury.
Rusia ha negado estas acusaciones y ha señalado a ‘The New York Times’ por estas “noticias falsas”. Incluso ha advertido de que lo publicado ha puesto en peligro la vida de trabajadores de su Embajada en Afganistán. Los talibanes también han desmentido la noticia.
“Los intentos rusos de frustrar las acciones de la OTAN en Afganistán no son nuevos”, ha advertido el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento británico en declaraciones recogidas por el diario británico ‘The Guardian’.
“Hemos sido testigos de incidentes parecidos anteriormente, pero estas acusaciones sobre ataques contra las fuerzas británicas y estadounidenses son un cambio cualitativo y recuerdan los tambores de guerra de la GRU en Salisbury”, ha añadido. “Tenemos que reconocer que estamos en un contexto en el que hay otros luchando, aunque nosotros no lo estemos”, ha remachado.