Chicago se compromete a resistir ante la “policía secreta” de Trump
Autoridades y legisladores de Chicago rechazan el envío de tropa federales ordenado por Trump
CHICAGO, Illinois – El gobierno local y varios legisladores de Estados Unidos prometieron este martes resistirse al despliegue de la “policía secreta” del presidente Donald Trump en las calles de Chicago, calificando de “inconstitucional” y de “descarado abuso de poder” el plan del mandatario de enviar efectivos federales a varias ciudades.
El congresista federal Jesús “Chuy” García, demócrata por Illinois, rechazó este martes la presencia de agentes federales en Chicago, y dijo que junto a las autoridades locales resistirá esa medida.
“La democracia y la libertad están bajo ataque”, señaló en conferencia de prensa el legislador, quien advirtió al presidente que no intente seguir adelante con su plan “inconstitucional” de enviar fuerzas federales del orden para contener la violencia reciente.
En una reunión en la Casa Blanca este lunes con los líderes republicanos del Congreso, Trump propugnó el despliegue de tropas federales en Chicago, Nueva York, Filadelfia, Detroit, Baltimore y Oakland, como lo hizo recientemente en Portland (Oregon), para contrarrestar protestas contra el racismo y la violencia policial.
El mandatario se quejó de que esas ciudades están dirigidas por “demócratas liberales”, de “izquierda radical”, y dijo que no permitirá que se conviertan en un “desastre”.
“Me enoja y da rabia que la policía secreta usada en Portland pueda estar pronto en las calles de Chicago, deteniendo personas sin insignias, en vehículos sin identificación, de manera muy parecida a las tácticas usadas por líderes totalitarios que el presidente tanto admira”, dijo García.
Según el integrante de la Cámara de Representantes, el plan presidencial es inconstitucional y significa “una amenaza a la democracia y la seguridad pública” en momentos en que miles de personas mueren a diario en el país, “más que en las guerras de Corea y Vietnam”, debido a la pandemia de COVID-19.
Antes de Portland, agentes del Departamento de Seguridad Nacional fueron enviados a otras ciudades, incluyendo Washington D.C. y Seattle.
Para García, se trata de un “descarado abuso de poder”, con el cual el presidente intenta distraer la atención de su “manejo inepto de la pandemia” y su caída en las encuestas de intención de voto para la elección de noviembre, cuando su reelección será desafiada por el exvicepresidente demócrata Joe Biden.
“Nuestro mensaje es sencillo: sus tácticas y sus tropas no son bienvenidas en Chicago. No lo permitiremos, no mientras estemos aquí”, aseguró.
Por su parte, el senador Dick Durbin, demócrata por Illinois, pidió hoy en la Cámara alta que se apruebe una ley para bloquear los intentos de Trump de desplegar “fuerzas paramilitares” contra los ciudadanos.
“Si el presidente quiere realmente cooperar con los esfuerzos policiales, podemos encontrar una forma. Pero enviar una policía secreta en vehículos encubiertos para detener gente en las calles, no solamente es inaceptable sino además antiamericano”, declaró en un comunicado.
La misma resistencia expresó la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, también del Partido Demócrata, quien anunció el uso de todas las herramientas disponibles para evitar el envío de agentes del Departamento de Seguridad Nacional, incluyendo una demanda judicial. “No vamos a tener una tiranía en la ciudad de Chicago”, declaró en una entrevista por televisión.
“Nuestra democracia está en juego y no voy a permitir que nadie, aunque se llame presidente, despliegue ese tipo de tropas en nuestras calles”, afirmó.
Under no circumstances will I allow Donald Trump’s troops to come to Chicago and terrorize our residents.
— Archived: Mayor Lori E. Lightfoot (@mayorlightfoot) July 21, 2020
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) también se opuso a los planes del presidente, y en un comunicado advirtió que “las tropas federales de Trump no serán una fuerza constructiva en Chicago”.
“Como se ha visto en Portland, las fuerzas secretas del presidente aterrorizarán a las comunidades y crearán caos. Esto no es ley y orden; es un ataque a la población del país (…) que debería ser protegida de un presidente que actúa como un déspota”, señala.
El Departamento de Policía de Chicago declaró hoy en un comunicado que, de concretarse la amenaza de Trump, no tendría ninguna autoridad sobre los agentes federales que sean enviados a la ciudad. “Si son desplegados, es crítico que esos agentes se coordinen con la policía local y trabajen junto a nosotros para combatir los crímenes violentos”, señaló.
Trump ha sido un duro crítico de la violencia en Chicago, que en 2020 ha experimentado uno de sus años más violentos, en particular desde fines de mayo con manifestaciones y saqueos por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Minnesota.
Según estadísticas oficiales, hasta el 12 de julio los homicidios habían aumentado 48 %, con 385 comparados con 260 del mismo período del año pasado. Los tiroteos también aumentaron 46 %.
El último incidente callejero grave se registró el viernes pasado cuando unas mil personas que manifestaban apoyo a los afroamericanos y los pueblos indígenas intentaron arrancar de su pedestal la estatua del navegante Cristóbal Colón en el Parque Grant, y fueron reprimidos a bastonazos por la policía, que además arrojó gas pimienta.
Los manifestantes a su vez arrojaron fuegos artificiales, piedras, botellas de agua congelada y otros objetos a la policía. Algunos se treparon a la estatua y la rodearon con cuerdas, de las cuales jalaron luego para tratar de derribarla, infructuosamente.
Colón ha sido condenado por activistas de todo el país por su papel precursor en la conquista de América a partir de 1492, y su presunta responsabilidad por el maltrato a los pueblos indígenas.
Hubo decenas de heridos entre manifestantes y policías, además de 12 detenidos.
Por Jorge Mederos