LA intensifica las pruebas COVID en vecindarios de alta pobreza, pero la confusión y los problemas persisten
Algunos angelinos han tenido que esperar hasta un mes por sus resultados de la prueba del coronavirus.
A medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando en el condado de Los Ángeles, funcionarios se esfuerzan por hacer que las pruebas estén más disponibles, especialmente en las comunidades de color más afectadas, y para solucionar los problemas que han causado quejas de los consumidores.
Aunque las pruebas gratuitas han estado disponibles en el condado, algunas áreas tienen un período de espera de hasta una semana. Las personas pueden obtener un servicio más rápido en clínicas privadas, donde el costo de una prueba varía de $100 a $ 300, pero eso no ayuda a muchas de las personas que más lo necesitan.
En vista de los crecientes datos que muestran que las personas de color y los vecindarios con mayores tasas de pobreza tienen tasas desproporcionadamente altas de COVID-19, los funcionarios de salud del condado anunciaron recientemente una estrategia específica para expandir la capacidad de prueba en más del 65% en las comunidades de “puntos críticos”.
Recientemente, la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles designó $400,000 en financiamiento para los sitios de prueba operados por la organización no lucrativa Community Organized Relief Effort (CORE), agencia que administra ocho sitios en la ciudad de Los Ángeles, incluyendo el más grande en el Dodger Stadium.
El condado de Los Ángeles ha tenido más de 192,000 casos confirmados de COVID-19 hasta el 3 de agosto y 4,692 muertes, según el Departamento de Salud Pública.
Las pruebas generalizadas tuvieron un comienzo lento en Los Ángeles, como en muchos lugares del país, obstaculizando los esfuerzos para controlar la propagación del coronavirus e identificar las comunidades en mayor riesgo.
Debido a que los residentes de las zonas más ricas tenían más acceso a las pruebas al inicio de la pandemia, estas mostraron tasas de infección más altas que las comunidades de bajos ingresos, dijo el Dr. Efraín Talamantes, director médico del Instituto para la Equidad en Salud de AltaMed Health Services, un sistema de atención médica en condados de Los Ángeles y Orange.
“Inicialmente comenzamos a ver la tendencia, muchos más casos en Beverly Hills, en West LA, y no estábamos viendo ningún caso en East LA o South Central”.
Pero eso fue porque estas últimas áreas eran zonas desérticas de exámenes (sin centros de prueba). Si bien los casos no se detectaron, el virus se propagó en silencio.
“Si tienes un área desértica de pruebas, no sabes que tienes (el virus), entonces no te aíslas”, dijo Talamantes. “No sabes cómo protegerte y lo transmites a los demás, lo transmites a tus colegas en el trabajo, a tu familia”.
Problemas durante y después de la prueba
Incluso cuando las pruebas han estado disponibles, el proceso podría ser frustrante para algunas personas. La residente de Highland Park, Kristen Schaffer, hizo una cita en línea para ella, su esposa y sus dos hijos en mayo. Cuando llegaron a un centro de pruebas de manejo en Lincoln Heights, operado por la ciudad de Los Ángeles y CORE, descubrió que la escena era caótica y confusa.
“Había una mujer que gritaba a tres autos al mismo tiempo y yo no estaba segura de si conducía en la dirección correcta”, dijo Schaffer. “Después alguien simplemente te entrega el kit -equipo- y tienes que hacer el examen tú mismo”.
Schaffer y su familia completaron la prueba al insertarse los hisopos. Días después recibió el resultado por correo electrónico de su hija de 10 años, que decía: “Necesita una nueva muestra”.
Luego, los otros resultados de la prueba volvieron con la misma nota. Schaffer y su familia se preguntaron: ¿Hicieron mal la prueba? ¿Fueron efectivas las pruebas? No hubo explicación. “Simplemente decía que es inconclusa y nada más”.
Los resultados inconclusos no son comunes, dijo el Departamento de Servicios de Salud de Los Ángeles en un correo electrónico, “pero puede ocurrir cuando el líquido de recolección tiene fugas, la muestra no fue suficiente o la información del paciente se registró incorrectamente durante el proceso de registro”.
Glenys Bronfield, residente de Boyle Heights, se hizo la prueba en el mismo lugar de Lincoln Heights y le dijeron que recibiría sus resultados dentro de unos días. Pero después de un mes no tenía respuesta, trató de contactar al centro en línea, solo para saber que su información había expirado. Aunque no presentaba síntomas de COVID-19 cuando se hizo la prueba, dijo que, si necesita hacerse la prueba en el futuro, buscará un centro con profesionales médicos.
Jennie Carreón, asistente del vicepresidente de compromiso cívico en AltaMed, dijo que han llegado pacientes a sus clínicas para hacerse las pruebas y se quejan de experiencias similares a las de Schaffer y Bronfield en otros lugares.
Carreón indicó que descubrieron que en algunos lugares los profesionales de la salud no dirigen los sitios de prueba. Por ejemplo, en Pico Rivera, dijo, el sitio está dirigido por voluntarios como personal de la ciudad, oficiales de tránsito o guarda parques.
El sitio web de US Health Fairs.org, otro operador del sitio de pruebas, muestra que las pruebas de Pico Rivera están siendo entregadas por voluntarios capacitados por US Health Fairs.org.
US Health Fairs.org y CORE alientan a las personas a ser voluntarias en estos sitios siempre y cuando estén en buen estado de salud, no estén infectadas con coronavirus ni tengan un alto riesgo de complicaciones graves de COVID-19; además de cumplir con ciertos requisitos.
Una vez que reciben capacitación, tienen la tarea de preparar los sitios de prueba, registrar a las personas con citas, distribuir pruebas y guiar a las personas a través de pruebas autoadministradas. Un oficial de seguridad está a cargo de garantizar que los voluntarios sigan el protocolo.
Andrea García, portavoz del alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti, dijo que la ciudad ha entregado pruebas a gran escala de forma gratuita a los angelinos gracias a su asociación con CORE y el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD).
“LAFD supervisa todas las operaciones de prueba, mientras que el personal y los voluntarios de CORE operan los sitios”, explicó García. “Todos reciben una amplia capacitación sobre cómo guiar de manera segura a las personas en la auto administración de la prueba”.
La supervisora Hilda Solís ha abogado por la extensión de pruebas en su distrito, que cubre el este y sureste del condado de Los Ángeles. Alrededor del 90% de la población es latina y hasta la fecha se han confirmado más de 45,000 casos de COVID-19.
Algunas personas se han quejado de que los primeros sitios de prueba, incluyendo uno en el Aeropuerto de San Gabriel Valley en El Monte y otro en Cal State LA, eran de difícil acceso, pero se han abierto más en las áreas más afectadas, incluyendo un sitio en Mariachi Plaza en Boyle Heights. La mayoría de los sitios de prueba en el distrito tienen la capacidad de evaluar hasta 600 personas por día.
Las pruebas están disponibles para todos, independientemente del estado de inmigración o del seguro médico.
“Mientras COVID-19 continúe extendiéndose entre las comunidades en el sureste del condado de Los Ángeles, aumentaremos nuestra respuesta ampliando el acceso a las pruebas de COVID-19”, dijo Solís. “Las pruebas son críticas para aplanar la curva del COVID-19, particularmente en áreas donde los residentes sufren disparidades significativas de la crisis de salud”.
Este artículo fue escrito para el USC Center for Health Journalism en colaboración con La Opinión.