Reportan hasta 12 horas para cruzar la frontera entre Tijuana y Estados Unidos
Restricciones para los viajes no esenciales se incrementaron este fin de semana; una mujer pereció durante la espera.
Decenas de miles de conductores que aguardaban este domingo para cruzar la frontera a Estados Unidos lamentaban tener que esperar hasta 12 horas, luego que el gobierno de estadunidense intensificó restricciones a los cruces fronterizos no esenciales.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó el viernes en la noche que incrementaría restricciones a cruces fronterizos no esenciales –en vigor desde marzo—porque descubrió que muchas personas cruzan sin motivos esenciales.
“A ver si con este caos de más de 12 horas para cruzar la gente entiende que solo viajes esenciales”, dijo el conductor Fidel Rodríguez, al aguardar para pasar por la garita de San Ysidro.
Delhia Hasen dijo que durante unas dos horas la fila en que esperaba casi no se movió, estaba a unos tres kilómetros de distancia para cruzar la frontera.
Ella y Peter Martínez habían llegado a formarse a las 4 de la mañana de este sábado, para entrar a trabajar a las 7, pero Martínez aceptó que “voy a llegar tarde a mi trabajo”.
Mientras un conductor en la garita de Otay preguntó si el paso estaba cerrado, porque llevaba cuatro horas casi sin avanzar, otro preguntó en redes sociales que se podría demandar a CBP por provocar retrasos.
En la espera de la garita de San Ysidro pereció una mujer de 87 años de edad víctima de un paro cardiaco, confirmó la Cruz Roja que no supo diagnosticar a lo inmediato si el fallecimiento se relacionó con las altas temperaturas.
Mientras tanto un joven de Tijuana ofreció en redes sociales su servicio como chofer, para conducir durante la espera y entregar el vehículo como antes de cruzar la frontera.
Desde marzo, los gobiernos de México y Estados Unidos han impuesto reiteradamente cada mes restricciones a los cruces fronterizos no esenciales, los que sin impostergables, como medida para prevenir contagios de COVID 19 entre ambos lados de la frontera.
Hace cinco meses que por ese acuerdo solo cruzar la frontera los ciudadanos estadunidenses y los residentes legales que, aunque no debieran, viven al lado mexicano de la frontera y trabajan al lado estadunidense.
La restricción fue hasta la semana pasada básicamente para personas que cruzan con visa de visitante.
Pero CBP reportó el viernes en la noche que consultó al azar a personas al cruzar a Estados Unidos y, mediante sus respuestas, descubrió que muchas personas en realidad no cruzan por motivos esenciales.
“Una encuesta reciente a más de 100,000 viajeros en la frontera se encontró que la gran mayoría de los viajes transfronterizos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales son para propósitos que no se consideran esenciales”, advirtió la corporación.
En un comunicado, la institución informó que cerrará carriles vehiculares en las horas pico para persuadir a no cruzar a quienes pasan sin motivo esencial. También revisarán distinto a los peatones.
En San Diego aplica a las garitas de San Ysidro y Otay, y considera como locales las de Calexico, pero usuarios de la garita de Tecate, unas 60 millas al este de Otay, también reportaban esperas de por lo menos seis horas.
CBP informó que al no poder impedir el paso de ciudadanos estadunidenses ni de residentes legales, tomaría otra medidas de persuasión.
La agencia anunció que para disuadir a las personas que cruzan sin motivos esenciales establecería mayores restricciones como cerrar más puertas de entrada en las garitas e inspeccionar más detalladamente.
Además anunció que enviará a una inspección secundaria,, más pormenorizada, a quienes se presentaran a las entradas de las garitas sin motivos esenciales, como trabajar, presentarse a citas médicas programadas o matricularse en estudios.
Pero la aplicación del aumento a restricciones tomó por sorpresa a muchos que no se enteraron el viernes, o el sábado cuando ya CBP había cerrado puertas de acceso a Estados Unidos.
Vista a distancia, la garita de San Ysidro, que es la más transitada entre ambos países, tenía este fin de semana secciones de puertas cerradas a los conductores.
También los peatones que cruzan la frontera por la misma garita publicaron quejas por los retrasos para pasar, pero con mucho menos insistencia.
La Opinión preguntó a un joven que, cansado de estar de pie, se sentó un momento en un escalón de un negocio todavía a unos mil pies antes de llegar a la puerta de entrada.
“Sí está muy lenta. Por lo regular hago como entre dos y tres horas para pasar, esta vez ya llevó poquito más de tres horas y voy aquí”, dijo el joven.
Las restricciones iban a concluir tentativamente este sábado pero el gobierno de México propuso ampliarlas porque los estados fronterizos con México registraron incrementos sin precedentes de contagios, especialmente California, Arizona y Texas.
También la frontera mexicana continua con altos niveles de COVID 19.