Los mejores 6 alimentos y bebidas para comer por la noche porque estimulan la buena digestión
El tipo de alimentos que comemos en la noche influyen directamente en la calidad de la digestión y el sueño. Descubre cuáles son las mejores recomendaciones nocturnas
Existen varios factores que intervienen directamente con la buena digestión y sorpresivamente también se relacionan con la buena calidad de sueño. Lo cierto es que ambas cuestiones son procesos importantes, que resultan fundamentales para gozar de salud y bienestar.
Es bien sabido que dormir bien resulta esencial no sólo para tener energía, un sueño reparador puede reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas, mantiene al cerebro sano y estimula al sistema inmunológico. Por otra parte la digestión es un proceso que no se detiene y se relaciona directamente con los hábitos alimenticios y el estilo de vida, los cuales en muchas ocasiones ralentizan y empobrecen la digestión. Esto se puede derivar en molestos síntomas digestivos como la hinchazón, digestiones pesadas, estreñimiento, dolor, exceso de gases y distensión abdominal.
Es por ello que los alimentos que consumimos durante la noche tienen una estrecha relación con una buen sueño y una adecuada digestión. Conoce las mejores recomendaciones de expertos en medicina y nutrición para cenar saludablemente y cuidar tu salud. Recuerda que es importante comer poco en las noches, integrar alimentos bajos en calorías y ligeros, y deberás procurar realizarlo un par de horas antes de dormir.
1. Almendras
Las almendras pertenecen a la familia de los frutos secos y son consideradas uno de los superalimentos más saludables de la naturaleza. Su potencial terapéutico se relaciona con su extraordinario valor nutricional: son una gran fuente de proteínas y aminoácidos esenciales, aportan altos niveles de energía debido a su contenido en hidratos de carbono y son un alimento muy rico en grasas saludables, como es el caso de las monoinsaturadas y poliinsaturadas. También son populares por su poder antioxidante, es por ello que se relacionan con grandes beneficios para disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes y padecimientos cardíacos. Se caracterizan por sus maravillosas propiedades antiinflamatorias y su alto contenido en fibra que beneficia el proceso de digestión y acelera el tránsito intestinal. Integrar en la cena un puñito de almendras, es un gran aliado para mejorar la calidad del sueño; esto se debe a que se destacan por su alto contenido en melatonina (conocida como la hormona del sueño) y también por su aporte en magnesio.
2. Té de manzanilla
No existe nada más reconfortante que beber una taza de té bien caliente antes de dormir. La manzanilla es una de las hierbas medicinales más poderosas y benéficas, en concreto se relaciona con excepcionales propiedades digestivas y tranquilizantes. Es popular por su contenido en flavonas que le confieren bondades antiinflamatorias, de tal manera que ayuda a combatir digestiones pesadas, distensión abdominal, dolor y pesadez. A la vez el consumo de manzanilla fortalece al sistema inmunológico, reduce la ansiedad y tiene propiedades únicas para mejorar la calidad del sueño. Sus beneficios para combatir los trastornos del sueño se deben a su contenido en apigenina, un antioxidante que se une al cerebro y causa somnolencia y reduce el insomnio.
3. Kiwi
Las frutas son ligeras, nutritivas y refrescantes, una buena opción para cenar liviano y bajo en calorías. El kiwi es una de las mejores recomendaciones en principio porque únicamente aportan 45 calorías por 100 gramos y también por su riqueza nutricional, se destacan por su inigualable contenido en vitamina C, K, ácido fólico, potasio y oligoelementos importantes para la salud. Comer kiwis por la noche beneficia la digestión, reduce la inflamación y el colesterol alto, son efectos que se relacionan con su contenido en fibra y antioxidantes carotenoides. A la vez se cuenta con estudios que comprueban los beneficios del consumo de kiwis y su relación con el aumento en la producción de serotonina, lo cual ayuda a regular el ciclo natural del sueño.
4. Pescados grasos
El consumo de pescados grasos es una de las principales recomendaciones nutricionales, para vivir mejor y por más tiempo. Son increíblemente saludables, sobre todo variantes como el salmón, atún, trucha y caballa y se caracterizan por su alto contenido en vitamina D y ácidos grasos Omega 3, los cuales se relacionan con grandiosas cualidades antiinflamatorias. La combinación de estos dos importantes y esenciales nutrientes, tiene el potencial de mejorar la calidad del sueño y también se relacionan con un aumento en la producción de serotonina. A la vez son proteínas de alto valor biológico, con un nulo contenido en grasas saturadas, bajas en calorías y representan una gran opción saciante para cenar ligero y promover la buena digestión.
5. Nueces
Las nueces son uno de los superalimentos más valorados actualmente por sus beneficios nutricionales y medicinales. En los últimos años su consumo se ha popularizado debido a sus capacidad de aumentar los niveles de energía, aportan más de 19 vitaminas y minerales esenciales, a la vez se destacan por su alto contenido en fibra que se relaciona con cualidades para acelerar el tránsito intestinal. Son una de las mejores fuentes de proteínas vegetales y grasas saludables del tipo Omega 3, también se destacan por su valiosa riqueza en minerales como el magnesio, fósforo, manganeso y cobre. Son un buen aliado de la salud cardiovascular y mejoran la calidad del sueño, gracias a su alto contenido en melatonina y su capacidad de aumentar los niveles de serotonina (esto se debe a su aporte en ácidos grasos Omega 3).
6. Leche tibia
Uno de los remedios más populares para promover el buen sueño y la tranquilidad en las noches, es beber un vasito de leche tibia. Si bien es un hábito cálido y reconfortante, se relaciona con buenas propiedades para promover el sueño y mejorar la profundidad del mismo. Esto se debe a su alto contenido en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina que tiene propiedades para reducir los altos niveles de estrés, agregar una cucharadita de miel potencia la absorción. También interviene de manera positiva la temperatura templada que estimula la relajación y reconforta al estómago.