Conoce los síntomas y riesgos del abuso de fármacos
El consumo excesivo de medicamentos puede crear adicción
Por lo general pensamos que los adictos a las drogas son aquellos que consumen sustancias ilegales, pero muchas veces el abuso de fármacos prescritos podría generar riesgos para la vida de quienes lo consumen. Aquí hablaremos más sobre el tema de la adicción a los fármacos.
Cómo saber si abusamos de fármacos
Existen diferentes tipos de fármacos que se usan solo bajo receta médica. Los hay para calmar el dolor, otros para combatir el insomnio y otros para tratar problemas de hiperactividad. Ahora bien, estos medicamentos, si no están bajo supervisión médica, pueden causar adicción.
De acuerdo con lo publicado en Clínica Mayo, se presentan diferentes síntomas por el abuso de fármacos. Estos son indicadores de que algo anda mal, ya que por lo general, las personas adictas a cierto fármaco no suelen admitir que lo son.
En el caso de los opioides, que son usados para calmar el dolor, consumirlos sin ningún tipo de control puede ocasionar los siguientes síntomas: náuseas, estreñimiento, sensación de euforia, confusión, problemas de coordinación, y la necesidad de consumir una mayor cantidad del medicamento.
Por otro lado, el consumo desproporcionado de ansiolíticos puede causar confusión y somnolencia, problemas para caminar y de concentración, así como mareos y problemas con la memoria.
Riesgos del consumo excesivo de fármacos
La farmacodependencia puede generar serios problemas para la salud. Uno de los riesgos más graves puede ser incluso la muerte. Otros están relacionados con la pérdida de la memoria, la dificultad para caminar y el incremento del dolor, en el caso de los medicamentos para aliviarlos.
Por otro lado, quienes buscan satisfacer su adicción podrían terminar en la ruina económica, tener problemas familiares y complicaciones de salud y perder sus amistades. Para evitar estos riesgos, hay que seguir la sugerencia de los médicos al momento de consumir un fármaco bajo receta médica.
Esto implica mantener el tratamiento solo por el tiempo asignado, visitar al médico para el seguimiento, y si notas algún efecto secundario o sientes que altera tu capacidad mental o perceptiva, debes informarlo y suspender el tratamiento. De esta forma, evitarás pasar por un trago amargo para ti y tus seres queridos.