Honran memoria de angelinos que perdieron sus vidas por coronavirus
Trabajadores esenciales señalan que las empresas se han preocupado más por sus ganancias que por la salud pública
Miembros de la comunidad se reunieron en las escalinatas de la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles para rendir un homenaje a los más de 5,700 angelinos, casi la mitad latinos, que perdieron sus vidas a causa de la pandemia del coronavirus.
“Estoy muy feliz porque nunca imaginé estar aquí. Estuve dos semanas en un respirador”, dijo Francisco Ezu, un trabajador de la costura quien sobrevivió a la pandemia y aprovechó para pedir mejores condiciones de trabajo y salariales durante la celebración para recordar a las víctimas.
“Nuestra demanda es para que el Departamento de Salud supervise las fábricas de ropa porque no están dando los cuidados y prevenciones necesarias contra COVID-19 como las mascarillas”.
El condado de Los Ángeles reportó hasta el 31 de agosto, 241,768 casos de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, 83,755 corresponden a Latinos, y 2,747 de las muertes han sido de este grupo étnico.
“Todos los días salgo de mi casa con miedo de infectarme”, dijo Zeneida Meneses, una madre de familia que trabaja como conserje.
Confió que se siente molesta cuando escucha que el gobierno de Estados Unidos quiere que los niños regresen a las escuelas cuando no dan ninguna ayuda para que tengan los equipos de protección. “Esto no es un juego ni una gripa. No podemos ponerlos en riesgo”.
Como madre urgió al gobierno a dar el equipo para que maestros y niños no salgan afectados.
“Seguiré en pie de lucha para que mis hijas tengan una educación de calidad; y para que todos los trabajadores de las escuelas cuenten con los apoyos”.
Y recordó que los latinos han sido los más afectados con esta pandemia. “Cada uno merecemos el derecho de la vida”.
En el homenaje, se colocaron fotografías de las personas que han perdido sus vidas, velas y flores.
Zeneida Pérez, otra de las participantes durante la celebración en honor de las víctimas de la pandemia, dijo que toda su familia se vio afectada por el coronavirus. “Mi hermana, mi padre y mi madre se enfermaron. Fueron tiempos de muchos desafíos y estrés para todos. Por fortuna, un mes después se recuperaron, pudimos sentarnos, tener una cena juntos y platicar”.
Hizo ver que están muy agradecidos porque se recuperaron, pero al mismo tiempo reconocen que miles de angelinos que pudieron ser sus tíos, tías, hermanos o hermanas no vivieron para contarla. “Merecemos y demandamos más. Así que esperamos que la Junta de Supervisores tome eso en cuenta y que no haya más muertes”.
El 21 de julio, la Junta de Supervisores aprobó de manera unánime una moción para el establecimiento de los consejos de salud pública liderados por trabajadores en el condado de Los Ángeles, con excepción de las ciudades de Pasadena y Long Beach que tienen sus propios departamentos de salud pública.
Se considera que los trabajadores están en una posición única para servir como los ojos y oídos de las operaciones diarias de las compañías donde laboran.
Durante una inspección hecha por el Departamento de Salud Pública a mediados de junio, casi la mitad de los negocios en Los Ángeles, no estaban cumpliendo con las órdenes de salud del condado, lo que ponía a los clientes y al público en general en riesgo de contraer COVID-19.