Dulce García: luchadora incansable por los Dreamers
Abogada y beneficiaria de DACA ha ganado en todas las cortes contra Trump
La abogada de migración Dulce Miriam García es una beneficiaria del programa DACA que le ha ganado al presidente Donald Trump todas las batallas en las cortes, incluida la Suprema Corte de Justicia.
García, quien llegó a San Diego cuando tenía 4 años de edad en compañía de sus padres, recuerda en charla con La Opinión lo que la motivó a ser la primera Dreamer en demandar a la actual Administración por intentar desmantelar la Acción Diferida de los Llegados en la Infancia (DACA).
El 5 de mayo de 2017, el entonces fiscal general Jeff Sessions criminalizó a los Dreamers —o ‘soñadores’, como se les conoce a los amparados bajo ese programa— y dejó en manos del Congreso la decisión de eliminar DACA o de mantenerlo pero bajo un paquete de leyes que incluyera el financiamiento para el muro que prometió Trump en su campaña.
La abogada dice que 12 días después presentó la demanda en una corte federal en San Francisco contra el presidente Trump y su Administración.
“Tenía en mi corazón las imágenes de los jóvenes que se arriesgaban a que los arresten porque se manifestaban para demandar que se implementara DACA”.
García estudió en la Universidad Estatal en San Diego (SDSU) y pasó a la escuela de Leyes en la Universidad de Cleveland, mientras miles de jóvenes en las calles apoyaban la campaña “Sin papeles y Sin miedo”, que eventualmente llevó a que el expresidente Barack Obama implemente DACA mediante orden ejecutiva.
“Fue gracias a esos jóvenes que yo pude obtener DACA y yo quería corresponder a mi comunidad”, recuerda.
Días después, la abogada a presentó una demanda colectiva a nombre propio y de otros cinco Dreamers en San Francisco. Su acción legal logró que la corte federal detuviera el desmantelamiento de DACA.
La Administración Trump apeló primero ante un panel de jueces, que falló a favor de García, y luego ante el pleno de la Corte de Apelaciones de Noveno Circuito, que también dio la razón a la abogada.
Para entonces California encabezaba una coalición de más de 20 estados que también demandaron al presidente, junto a divesas organizaciones.
Ante los encauzamientos la Suprema Corte de la Nación tomó el caso y determinó, con apoyo de algunos jueces conservadores, que DACA debía continuar.
Nadie está por encima de la ley
En cinco años, una joven Dreamer había ganado todas las batallas legales al presidente, en la corte federal, en la de apelaciones, en el pleno, y finalmente en la Suprema Corte, aún cuando la abogada continuaba siendo indocumentada, pero bajo la protección de DACA.
“Cuando estaba en la escuela, al estudiar derecho constitucional, comprendí que todos tenemos derechos, incluso las personas indocumentadas y que el presiente no puede estar por encima de la ley”, platicó.
“Desafortunadamente la lucha continúa”, indica a La Opinión. “Hemos visto nuevos ataques de este presidente y de esta Administración, que insiste en desmantelar DACA… Ahora incluso redujeron la duración del programa de dos años a solo 12 meses [tiempo en que se debe renovar el permiso] y se rehúsan a aceptar nuevas solicitudes”.
La administración Trump intenta que “todos los jóvenes que tenían la esperanza de que con el triunfo en la Corte Suprema iban a poder aplicar, se han visto frustrados”.
La abogada piensa que si Trump es reelegido, tendrán que reanudar las batallas legales contra sus intentos de terminar con DACA.
Mientras tanto, la abogada que ejerce desde Chula Vista ha avanzado en otras áreas comunitarias.
Desde noviembre Dulce Miriam García es la directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro BorderAngels o Ángeles de la Frontera.
De acuerdo con varios albergues en Tijuana, México, desde que comenzó la pandemia Ángeles de la Frontera es la única entidad que brinda ayuda constante a los inmigrantes para que puedan cubrir el alquiler, hacer los pagos de servicios, como electricidad y agua; además de gastos de alimentos, medicamentos y desinfectantes.
La organización es la única que sostiene ayuda a por lo menos una veintena de albergues en Tijuana.
El pastor Humberto Ibarra, del albergue Casa de Oración de Migrante, dijo a La Opinión que “cuando llegó la pandemia, pensé en cerrar el refugio, porque no teníamos para nada. Si no fuera por Ángeles de la Frontera, no habríamos podido seguir”.
Además, la abogada García implementó un programa de fianzas para migrantes en los centros de detenciones.
En lo que va de este año, ha conseguido la libertad bajo fianza de 55 migrantes, en su mayoría del centro de detenciones de Otay Mesa, donde comenzó su proyecto.
“Recientemente ampliamos el programa a los centros de detenciones de Adelanto y Valle Imperial, y de ahí hemos conseguido liberar a cinco migrantes”, explicó.
Cuando la corte accede a la libertad bajo fianza, la abogada explica que los migrantes —algunos de ellos sin familiares en Estados Unidos— carecen de recursos y necesitan bajar el monto de la fianza.
En promedio se logran reducir en 5,000 dólares y si el detenido tiene familiares, le pide que colaboren para reunir ese monto. El resto, y en ocasiones si los familiares no tienen dinero, se consigue de donativos de la comunidad.
Orgullo latino
Entrevistada con motivo del Mes de la Herencia Hispana, la abogada Dulce Miriam García dijo que sí tenía un mensaje para la comunidad, “que reconozcamos nuestra perseverancia, que nuestra voz sí tiene poder y [que solo] es cuestión de seguir”.
Explicó que “el futuro próximo se tratará de proteger nuestros derechos humanos y que es una lucha que va para largo, así que mucho ánimo y perseverancia”.
Agregó que aunque constantemente se nos pide asimilar la cultura estadounidense, nosotros llevamos en el corazón nuestras raíces, la enorme diversidad de nuestras culturas y países.
“No hay nada que pueda detener nuestras expresiones culturales latinas… Esto es importante, especialmente ante una administración que deliberadamente trata de invalidarnos. No hay muro ni obstáculo a nuestro orgullo de ser latinos”.