“Todo lo contrario a un príncipe azul”: Mariah Carey revela nuevos detalles de su vida al lado de Tommy Mottola
Pese a que en apariencia parecía que la joven artista estaba viviendo un cuento de hadas, de puertas para dentro la realidad era muy diferente
Tal y como se esperaba, las memorias de Mariah Carey han servido para arrojar nueva luz sobre los años que pasó casada con Tommy Mottola, antiguo presidente del sello Sony y responsable de ofrecerle su primer contrato discográfico.
Según recuerda en el libro ‘The Meaning of Mariah’, se conocieron en una fiesta en la que surgió entre ambos una química instantánea y después de esa noche él removió cielo y tierra para hacerse con su maqueta y ficharla. Pese a que en apariencia parecía que la joven artista estaba viviendo un cuento de hadas, de puertas para dentro la realidad era muy diferente.
“Esa fue la primera de lo que acabarían siendo una serie de historias de Cenicienta, extrañas y fantásticas, que han sucedido en mi vida. Pero créeme, no perdí la cabeza en ningún momento, y Tommy Mottola no era ningún príncipe azul“, afirma la cantante.
Tras su enlace de 1993, la pareja de recién casados se mudó a una casa en Bedford, Nueva York, que irónicamente Mariah ayudó a pagar corriendo con la mitad de los gastos solo para que acabara convirtiéndose en su prisión.
“Estaba llena de guardias armados, cámaras de seguridad en casi todas las habitaciones, y Tommy tenía el control”, ha aclarado.
Su unión “tóxica y tumultuosa” acabó en divorcio después de que Mariah conociera al entonces jugador de béisbol Derek Jeter, a quien consideró por un breve tiempo su “alma gemela”. Sin embargo, la alargada sombra de su exmarido la persiguió durante mucho tiempo, y de hecho, ella le culpa de uno de sus mayores fracasos profesionales, la película ‘Glitter’, porque él habría usado todo su poder y sus contactos en la industria para tratar de destruirla.
“El proceso de hacer ‘Glitter’ fue una mezcla de mala suerte, mal momento y sabotaje”, ha asegurado acerca de un proyecto sobre el que sostiene que no tenía ningún control creativo. “Nada podía ser demasiado real, o atrevido, o sexy o mundano. Al principio había un guion más crudo… pero acabamos creando algo mucho más edulcorado”.