Muere de cáncer el “paciente de Berlín”, la primera persona del mundo curada de VIH
Un trasplante de médula ósea hizo que este estadounidense fuera considerado un "embajador de la esperanza" para los afectados por el virus
Logró extinguir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de su cuerpo, pero una enfermedad le costó la vida años después.
La primera persona que se curó del VIH, Timothy Ray Brown, conocido como el “paciente de Berlín”, falleció por cáncer este miércoles.
Con 54 años y nacido en Estados Unidos, fue diagnosticado con el virus mientras vivía en Berlín en 1995.
Brown recibió en 2007 un trasplante de médula ósea de un donante que tenía resistencia natural al VIH.
Sin embargo, ese mismo año se le detectó un tipo de cáncer de sangre llamado leucemia mieloide aguda. Una enfermedad que afecta seriamente a la producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
Vencer al VIH
El trasplante de médula ósea de Brown hizo que ya no necesitara medicamentos antivirales y permaneció libre del virus que puede provocar el sida.
La Sociedad Internacional de Sida dijo que Brown le dio al mundo la esperanza de que es posible una cura del VIH.
Su tratamiento consistió en destruir su médula ósea, que estaba produciendo las células cancerosas, y luego someterse a un trasplante.
La transferencia provino de un donante que tenía una rara mutación en parte de su ADN llamada gen CCR5.
Se trata de un conjunto de acciones genéticas que pueden bloquear la puerta que atraviesa el virus de inmunodeficiencia humana para infectar células.
Las mutaciones en CCR5 dan a las personas resistencia al VIH.
“Dejé de tomar mi medicación el día que me hicieron el trasplante, después de tres meses ya no había VIH en mi cuerpo”, dijo Brown a la BBC en 2012.
El virus nunca se volvió a detectar en su organismo. En los hechos estaba “curado“.
“Estaba emocionado por eso, pero todavía temía que pudiera volver, pero no fue así”, agregó aquella vez.
Cáncer
La leucemia que le fue detectada a Brown se agravó a principios de este año y se extendió a su cerebro y médula espinal.
“Es con gran tristeza que anuncio que Timothy falleció, rodeado por mí y por sus amigos, después de una batalla de cinco meses”, publicó su pareja Tim Hoeffgen en Facebook.
Añadió que Brown “dedicó su vida a contar su historia sobre la cura del VIH y se convirtió en un embajador de la esperanza”.
¿Más cerca de una cura?
La cura Brown era demasiado arriesgada y agresiva para usarse de forma rutinaria.
El método también se considera demasiado caro para los 38 millones de personas, muchas de ellas en el África subsahariana, que se cree que viven con una infección por VIH.
Sin embargo, la historia de Brown inspiró a los científicos, los pacientes y el mundo a que eventualmente se pudiera encontrar una cura.
La Sociedad Internacional de Sida dijo que estaba de luto.
“Le debemos a Timothy y a su médico, Gero Hutter, una enorme gratitud por abrir la puerta para que los científicos exploren el concepto de que es posible una cura para el VIH”, dijo la profesora Adeeba Kamarulzaman, presidenta de la entidad.
La segunda persona curada del VIH se anunció a principios de este año. Adam Castillejo, conocido como el “paciente de Londres“, recibió un tratamiento similar al de Brown.
“Aunque los casos de Timothy y Adam no son una estrategia viable a gran escala para una cura, simbolizan un momento clave en la búsqueda de una cura para el VIH”, dijo la profesora Sharon Lewin, directora del Instituto Doherty en Melbourne, Australia. .
La investigadora añadió que Timothy “fue un promotor al sostener la posibilidad de una cura en la agenda política y científica”.
“Fue la esperanza de que algún día podamos honrar su legado con una estrategia segura, rentable y ampliamente accesible para lograr la cura del VIH mediante la edición genética o con técnicas que estimulan el control inmunológico”, concluyó.
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