Acusan a 3 policías por clasificar a detenidos como pandilleros en Los Ángeles
Suman 6 los agentes de LAPD acusados de falsear datos e inculpar a detenidos como pandilleros, en un escándalo que sacude a esta fuerza
Tres agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) fueron acusados en medio del escándalo que enfrenta la institución por realizar falsas clasificaciones de conductores detenidos en paradas de tránsito como miembros de pandillas e incluirlos en una base de datos estatal, informó este viernes la Fiscalía del condado.
Los agentes René Braga, de 40 años; Raúl Uribe, de 34, y Julio García, de 36, enfrentan órdenes de arresto emitidas por la Oficina de la Fiscal de Los Ángeles, Jackey Lacey, en una trama en la que otros tres agentes ya habían sido acusados.
En total seis policías han sido acusados por ingresar información falsa en la base de datos estatal Cal Gang, que es de uso exclusivo de las autoridades y donde figuran sospechosos de pertenecer a pandillas.
“En los tres casos, se acusa a los agentes de escribir que una persona admitió ser miembro de una pandilla a pesar de que el vídeo de una cámara corporal mostró que los acusados nunca les preguntaron a las personas sobre su pertenencia a una pandilla o que las personas negaron la pertenencia a una banda si se les preguntó”, dijo la oficina de Lacey.
Braga está acusado de presentar un informe policial falso y preparar pruebas documentales falsas en un caso. Uribe y García están acusados de preparar pruebas documentales falsas en otros dos casos.
Las primeras acusaciones se realizaron en julio pasado cuando el oficial Braxton Shaw fue acusado de falsificar información en 43 tarjetas de entrevistas de campo.
Michael Coblentz, de 43 años, y Nicolas Martinez, de 37 años, completan la lista de acusados de julio, cada uno con un cargo de conspiración para obstruir la justicia y múltiples cargos de presentar una denuncia policial y preparación de pruebas documentales falsas.
Otros 18 oficiales siguen bajo investigación. De estos 11 se encuentran en su casa esperando los resultados y siete se asignaron a tareas de escritorio, reportó el diario Los Angeles Times.
El escándalo llevó al fiscal general de California Xavier Becerra a realizar una investigación y retirar toda la información proporcionada por la policía de Los Ángeles.
En 2016 una auditoria estatal descubrió que Cal Gang carecía de supervisión y que se habían incluido nombres de personas que no tenían ninguna afiliación con estos grupos, incluso “personas que aún eran niños”, estableció Becerra.
La auditoría encontró efectivamente nombres de niños de solo un año de edad clasificados como pandilleros, una situación que derivó en que la legislatura estatal aprobase una norma que faculta a la Fiscalía a hacer las mejoras necesarias en la base de datos usada por todas las dependencias policiales de California.
Desde el 1 de noviembre de 2017 hasta el 31 de octubre de 2018, la Policía de Los Ángeles hizo 20,583 registros, más de 20 % de todos los registros en la base de datos, elevándose como la agencia que más ingresos efectuó en el sistema.
En un comunicado el viernes, el jefe del LAPD, Michel Moore, dijo que el Departamento está “comprometido a continuar nuestra investigación exhaustiva de estas acciones preocupantes y ya ha tomado medidas para garantizar que nunca vuelvan a suceder”.