Los salarios de los trabajadores del campo en riesgo de ser reducidos
La administración Trump anunció la eliminación de una encuesta que es utilizada para regular los sueldos de los campesinos.
En medio de la pandemia del COVID-19 y cuando los trabajadores agrícolas son considerados esenciales, la administración Trump anunció que planea eliminar una encuesta que le permite al Departamento de Trabajo determinar y establecer sus salarios.
Los más afectados serían los trabajadores inmigrantes latinos, se dijo.
El aviso público hecho el 30 de septiembre en el registro federal, indica la intención del Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas (NASS) de no recopilar datos para la Encuesta de Trabajo Agrícola del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA); mientras su publicación asociada originalmente, se planeada para noviembre de 2020.
El sindicato United Farm Workers (UFW) y la Fundación UFW condenan esta decisión que pudiera llegar afectar severamente los salarios de los trabajadores agrícolas.
Armando Elenes, secretario tesorero de la UFW explicó que el Departamento del Trabajo hace encuestas para calcular lo que se le conoce en inglés como Adverse Effect Wage Rate o AEWR (Tasa salarial de efecto adverso), para determinar el sueldo que se les paga a los trabajadores contratados.
“A los rancheros [empleadores] no les gusta esa encuesta porque ellos quieren que se tome de base el sueldo mínimo solamente, pero la encuesta toma en consideración el promedio ganado por trabajadores”, dijo Elenes.
Añadió que los empleadores que apoyan el sueldo mínimo para los agricultores, esto les conviene porque les da más incentivo para contratar a trabajadores de otros países con salarios más bajos.
“Al mismo tiempo, esto afecta a los trabajadores a nivel local porque entonces ya tendrían que aceptar lo que se ofrezca”, dijo Elenes. “En una zona como Salinas o Napa, que son muy caros para vivir les pueden decir a los locales, ‘aquí está el sueldo mínimo y si no te gusta pues no tienes que trabajar aquí’”.
En este caso la única obligación que tiene el ranchero es ofrecer el trabajo. Y por ejemplo, si un trabajador agrícola local está ganando $18 la hora, pero el empleador decide traer contratados bajo la visa H-2A y les ofrece los $13.92 requeridos, el empleado local no puede quejarse.
“[El empleador] te dice, ‘te estoy ofreciendo el trabajo, si no lo quieres voy a traer un trabajador foráneo y tú no puedes hacer nada porque yo te ofrecí el trabajo”, indicó Elenes.
El anuncio realizado indica que el USDA ha determinado que el público puede acceder a otras fuentes de datos para los datos recopilados en la Encuesta de Trabajo Agrícola como la el Sondeo de Gestión de Recursos Agrícolas (ARMS), el Censo de Agricultura (COA) y la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS) entre otras.
“Por lo tanto, NASS no recopilará datos en octubre de 2020, como se planeó originalmente. NASS no publicará el informe semestral sobre trabajo agrícola este noviembre”, indica el reporte.
Diana Tellefson Torres, directora ejecutiva de la Fundación UFW, dijo que cuando a la mayoría de los estadounidenses se les pidió quedarse en casa para protegerse a sí mismos ya sus familias del COVID-19, los gobiernos a nivel federal, estatal y local dijeron a los trabajadores agrícolas que se presentaran a trabajar por ser considerados trabajadores esenciales.
“En lugar de brindar protecciones genuinas del COVID-19, licencia por enfermedad pagada y pago por el peligro que están expuestos los trabajadores de campo, Trump ahora propone recortar sus salarios en medio de una pandemia que los está afectando a tasas alarmantes y crecientes”, dijo Torres. “Los trabajadores agrícolas son especialmente vulnerables al virus porque a menudo deben vivir, viajar y trabajar en condiciones de hacinamiento e insalubridad”.
Elenes dijo que por ahora van a buscar cuales son las opciones ante este anuncio y van a tomar las acciones necesarias a favor de todos los campesinos del país.
“Vamos a luchar porque esto es un insulto contra estos trabajadores esenciales que están sacrificando su familia y sus vidas para asegurarse que el consumidor americano tenga comida en su mesa”, dijo Elenes.