Incidentes de odio contra minorías crecen a la par que COVID-19

Al mismo tiempo que los casos de la pandemia de COVID-19 han aumentado en el país, los incidentes de odio contra las minorías se han disparado. Solo contra los asiáticoamericanos y de las islas del Pacífico, en 29 semanas se reportaron 2,581 incidentes, de acuerdo a un reporte conjunto del Asian Pacific Policy and Planning Council (AP3CON) y la Universidad Estatal de California en San Francisco. 

“El 56% de los incidentes ocurrieron en California y Nueva York; las mujeres los experimentaron entre 2 o 3 veces más; el 7% han sido adultos mayores de 60 años; el 70.9% fueron ataques verbales y 9% asaltos físicos”, expuso Manju Kulkarni, directora de AP3CON, una organización que representa a más de 40 organizaciones comunitarias que abogan por 1.5 millones de asiático-americanos y de las Islas del Pacífico,                                                                                                                                                                                                                                        

La organización Ethnic Media Services (EMS) convocó a  Kulkarni y varios otros expertos en el tema del racismo, grupos supremacistas blancos y crímenes de odio para hablar en un videoconferencia sobre el tema: “El contagio del odio- el otro virus en EE.UU”.

John Yang, director de la organización Asian Americans Advancing Justice (AAJC), dijo que ese tipo de contagio del odio, no es nuevo. 

“COVID-19 produce miedo en todas las comunidades, y eso causa un cierto nivel de emociones, pero por otro lado están las tensiones entre Estados Unidos y China. Y lo que no queremos es que todo eso se derrame en la sociedad chino-estadounidense, o la sociedad asiático-estadounidense en general”.

Reveló que acaban de publicar un reporte que muestra un aumento del odio dirigido a los asiático-americanos.

El uso del término China play (China juega) por parte del presidente Trump, y de otras palabras despectivas de boca de funcionarios de alto rango, considera que ha dado como resultado el extremismo violento que se vive.

Qué hacer

Yang  aconseja platicar con el público y los legisladores acerca de los peligros reales.

“Esto no es acerca de ser políticamente correcto sino de las consecuencias en la vida real que pasan por usar este lenguaje”.

Y cita que la propuesta de ley Jabara-Heyer no Hate Act que el Congreso intenta aprobar, ofrece algunas herramientas adicionales sobre cómo podemos responder al odio. 

Pero además menciona que hay políticas que los gobiernos estatales y locales pueden ofrecer esencialmente para brindar servicios a las víctimas.

“También necesitamos ver cómo empoderamos a nuestra propia comunidad”.

Cuenta que apenas dos días atrás tuvo una conversación con una persona que fue víctima de una agresión física hace varios años. “Me dijo que hubiera sido muy útil, si alguien le hubiera dado una mirada de simpatía para saber que no estaba solo”.

Y opina que aunque algunos quisieran que algunos fiscales de distrito fueran un poco más agresivos en este tema, se corre el riesgo de criminalizar en exceso cuando lo que es importante es la educación y tratar de encontrar la justicia restaurativa para las personas involucradas.

Lamenta que algunos simplemente no estén dispuestos a ir contra el resto de su partido o del grupo con el que hablan para condenar el racismo. “Podemos tener nuestras diferencias políticas, pero cuando vemos racismo, tenemos que hablar sobre eso”.

La discriminación se normaliza

Kulkarni, directora de AP3CON, cita tres ejemplos de incidentes ocurridos entre febrero y junio de este año.

• Unos padres o abuelos ancianos paseaban a su nieto en el barrio, cuando un grupo de muchachos de entre 20 y 30 años pasó y les gritó epítetos raciales. Por supuesto, se pusieron nerviosos, molestos, ansiosos y muy inseguros.
• Una compañía de transporte se negó a recoger un paquete de alguien que es asiático-americano o de las Islas del Pacífico, y les gritaron comentarios racistas.
• Un menor asiático-estadounidense es atacado física y verbalmente en la escuela, al ser acusado de tener COVID-19, y le piden que se regrese a China, aún cuando respondió que él no es chino. 

Kulkarni dice que a este menor lo golpearon 20 veces en la cabeza, y la administración de la escuela no tomó acciones inmediatas.

Neil Ruiz, subdirector del Global Migration and Demography Research en el Pew Research Center, precisa sobre un reporte realizado en junio, en español e inglés, en torno al incremento de la discriminación desde que estalló la pandemia del coronavirus, que 4 de cada 10 estadounidenses dijeron que ahora es más común expresar comentarios racistas contra los asiáticos que contra los hispanos y afroamericanos.

Pero además se ha registrado un aumento de 31% en los insultos o bromas racistas contra los asiáticos comparado con otros grupos.

También se encontró que la mitad de los estadounidenses piensan que Trump ha empeorado las relaciones raciales.  Así lo expresó el 55% de los hispanos, el 68% de los afroamericanos y el 62% de los asiáticos.

Antifacismo no Antifa

Michael German, agente retirado del FBI, quien actualmente es miembro del Brennan Center for Justice Liberty, afirma que necesitamos ver una acción policial más agresiva que aborde los delitos de personas que viajan por todo el país en estas protestas que involucran actos de violencia. Y sin embargo, señala que no vemos mucha acción federal dirigida a ellos.

También recomienda usar el término antifacista en lugar del nombre corto Antifa.

“Cuando miras el antifascismo a lo largo de la historia y hasta el día de hoy, el 99.9% es totalmente actividad contra del racismo y los grupos militantes de derecha de los supremacistas blancos que hacen daño en nuestras comunidades”.