Anticipan que la cuarta parte del voto latino será para Trump
Pero todo dependerá de la zona del país, dice experto en derecho electoral
En la elección presidencial del 3 de noviembre no se anticipa un gran repunte de la participación latina en las urnas ni que haya cambios masivos en los patrones de votación de los latinos, pero va a depender de la zona del país, y de si hablamos de cubanoamericanos y puertorriqueños en Florida, o de mexicano-estadounidenses en Texas.
“Lo que debemos esperar es que Donald Trump obtenga aproximadamente una cuarta parte del voto latino. Solo depende de dónde, y tal vez consiga más”, dijo el doctor Nathaniel Persily, profesor de la Escuela de Derecho de Stanford, reconocido a nivel nacional en materia de derecho electoral, constitucional y el proceso demócrata, durante la videoconferencia: “Cómo cubrir la noche electoral del 3 de noviembre” organizada por Ethnic Media Services.
El experto en temas electorales habló de que la elección presidencial del 3 de noviembre será diferente por el incremento al doble del voto por correo y el número sin precedente del sufragio temprano.
“La proporción de personas que está votando por correo es el doble de hace cuatro años, con un cálculo de entre 70 y 80 millones, y eso hacen diferente a esta elección presidencial del 3 de noviembre”.
Explicó que lo que también hace diferente esta elección es que las boletas por correo provienen desproporcionadamente de los demócratas como nunca se había visto antes.
Pero además hizo ver que la gente está votando temprano en números récord. “Fácilmente el 60% de las boletas serán depositadas antes de la elección, y esta cifra podría llegar hasta el 70%”.
Sin embargo, dijo que aún con estas cantidades sin precedentes de voto temprano por correo, tendremos entre 30 y 50 millones de personas que van acudir a las casillas a votar.
“Esos lugares de votación van a ser diferentes. Debido a la pandemia muchas casillas han sido retiradas; y lo que ahora veremos son grandes centros de votación. Tendremos largas líneas para votar, lo que no significa que haya un congestionamiento sino que habrá un espacio de seis pies entre los votantes”.
Es muy probable – dijo – que debido a que vivimos un entorno político increíblemente polarizado, puedan presentarse problemas de violencia o intimidación en los lugares de votación.
“Puede haber máquinas de votación que se descompongan, trabajadores que contraigan COVID y no se presenten. Una de las cosas que nos preocupa mucho es que los trabajadores de casillas que tradicionalmente participan como voluntarios en las elecciones, no se van a presentar este año porque su promedio de edad es de más de 60 años en Estados Unidos”.
Como consecuencia, un grupo completo de trabajadores novatos y potencialmente menos confiables estarán tomando su lugar.
“No quiero decir que no estén capacitados adecuadamente, pero habrá algunas jurisdicciones donde el entrenamiento no ha sido satisfactorio porque como todo se está haciendo virtualmente, es muy difícil capacitar para enfrentar los problemas que van a ocurrir el día de las elecciones, con relación a COVID y a la administración del proceso”.
Anticipó que incluso podría haber peleas cuando se les pida a los votantes usar mascarillas y la gente en la línea esté molesta porque no las están empleando.
Una vez que las casillas han cerrado, externo que existe un riesgo real de un escenario electoral cerrado y eso significa que habrá que esperar los resultados de las elecciones.
“Es muy importante que todos se preparen para afrontar las afirmaciones injustificadas de victoria de uno de los candidatos; y también sobre cómo lidiar con la desinformación nacional y extranjera con respecto a los votos destruidos, fraude y malversación oficial en el proceso de recuento de votos”.
A los periodistas, les recomendó amplificar las voces de fuentes autorizadas y responsable cuando se trate del proceso de recuento de votos.
Al día siguiente de las elecciones, propuso que se identifique cuáles podrían ser los problemas que llevarían a un litigio electoral y concentrarse en cuáles podrían ser los puntos de disputa legal en el futuro”.
A la pregunta sobre si la elección terminará en la Corte Suprema de la Nación, respondió que depende de qué tan cerrada sea y si hay asuntos legales legítimos.
“Si es una elección cerrada y es una repetición de los comicios presidenciales de 2000 donde se redujo a 500 votos en uno de los estados, sí esperaría que la Corte Suprema de los Estados Unidos esté bastante involucrada; pero eso es un evento raro, y aún en 2016, que fue una elección cerrada, no terminamos teniendo que ir a la Corte Suprema”.
Sobre los comentarios de que una confianza excesiva de los demócratas en torno al triunfo de Biden sobre Trump, podría hacer que muchos no vean la necesidad de ir a las urnas, señaló que no parece que eso vaya a prevenir a la gente de votar. Pero aunque observó que no sabemos quiénes van a ir las urnas, todos apuntan a que el voto temprano y las solicitudes de boletas en ausencia son las favoritas de los demócratas.