Ciberataque: Trump le resta importancia y Pompeo alerta que Rusia está involucrada
Por Lauren Egan, Alicia Victoria Lozano, Ken Dilanian y Abigail Williams - NBC News
En sus primeros comentarios respecto al ciberataque masivo de agencias del Gobierno estadounidense, el presidente saliente, Donald Trump, minimizó las advertencias de muchos integrantes del equipo de seguridad federal de que Rusia es quien logró perpetrar el hackeo.
En Twitter, Trump opinó que “Rusia es lo primero que gritan cuando pasa algo” porque, según él y sin dar evidencia, los medios “por razones financieras están asustados de discutir la posibilidad de que haya sido China (que pudiera haber sido)”.
Agregó: “He sido debidamente informado y todo está bajo control”.
No hay evidencia alguna de que el ataque haya sido obra de China; más bien múltiples autoridades estadounidenses, parte de la Administración Trump, han indicado que todo apunta a Moscú.
El ataque informático comenzó en marzo, pero fue identificado por autoridades apenas la semana pasada. Según expertos, los hackers lograron penetrar a los servidores de decenas de agencias federales y de muchas empresas.
Ha sido calificado como una de las infiltraciones más exitosas de instituciones corporativas y de Gobierno estadounidenses en la historia.
Antes de que Trump tuiteara respecto a lo sucedido, su secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo en una entrevista que cree que Rusia está detrás del ciberataque.
En declaraciones a Mark Levin en la cadena Fox News, Pompeo dijo que esta operación estaba “bastante claramente” vinculada a Rusia.
“No puedo decir mucho más, ya que todavía estamos descifrando exactamente de qué se trata, y estoy seguro de que algo quedará clasificado”, dijo Pompeo. “Este ha sido un intento de ataque muy significativo, y creo que es cierto que ahora podemos decir con bastante claridad que los rusos estuvieron involucrados en esta actividad”, agregó.
Cuando se le preguntó si el presidente Donald Trump hablaría sobre esto mientras se investiga para aclarar los hechos, Pompeo dijo que a veces “lo más sabio para proteger a los estadounidenses es ocuparte tranquilamente de tus asuntos y defender la libertad”.
FireEye, una importante empresa de ciberseguridad con amplios contratos gubernamentales, fue la primera en revelar el ataque a principios de este mes.
En una publicación del blog de la empresa, el director ejecutivo Kevin Mandia lo definió como “un ataque de una nación con capacidades ofensivas de primer nivel”. Posteriormente, dijo que el objetivo principal de los piratas informáticos parecía ser robar información de los clientes gubernamentales de la empresa.
Los investigadores de la división cibernética del FBI confirmaron que, según información preliminar, la responsabilidad del ataque fue un agente con “un alto nivel de sofisticación consistente con un estado-nación”.
Los hackers lograron supuestamente acceder a sistemas informáticos sensibles al atacar primero a SolarWinds, una empresa con sede en Austin, Texas que brinda servicios tecnológicos a una larga lista de clientes en todo el mundo, incluidas muchas agencias gubernamentales estadounidenses y grandes corporaciones.
La Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad emitió una directiva de emergencia en la que solicita a las agencias federales que dejen de usar de inmediato la versión actual de los productos SolarWinds.
El ciberataque comenzó ya en marzo, pero solo se descubrió este mes. Muchos de los objetivos eran agencias gubernamentales, empresas contratistas de Gobiernos o grupos de expertos. También se vieron afectadas empresas informáticas y tecnológicas, según Microsoft.
Miembros de comités de vigilancia del Congreso dijeron el viernes que se les puso al corriente sobre este asunto, pero se quedaron con “más preguntas que respuestas”.
“Incluso en medio de un ciberataque sin precedentes con implicaciones de gran alcance para nuestra seguridad nacional, los funcionarios de la Administración no estuvieron dispuestos a darnos a conocer la envergadura del ataque ni a identificar a las víctimas”, dijeron estos congresistas demócratas en un comunicado.
Funcionarios del Departamento de Estado confirmaron el viernes que cerrarán los últimos dos consulados estadounidenses restantes en Rusia, ubicados en la ciudad de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, y en Ekaterimburgo, al este de los Montes Urales.
En un comunicado, un portavoz dijo que la decisión se tomó “para optimizar el trabajo de la misión de Estados Unidos en Rusia”. Quedará abierta la embajada estadounidense en Moscú.
Traducción y edición de Francesco Rodella.