Anuncio de Gabriel Lerner, editor de La Opinión

Queridos colegas:
El viernes 8 de enero será mi último día como editor en jefe de La Opinión, la conclusión de seis años de trabajo en esta posición. La culminación de mis inicios aquí en 1999. Un fin a mi trabajo periodístico desde 1978.

En estos años no fuimos ajenos a la crisis general de la prensa impresa, incluyendo en español. En 2020 también la pandemia del coronavirus afectó y afecta nuestra capacidad de llegar a los lectores. Pero seguimos empujando, a pesar de todo.

Y aquí todavía estamos. Respetados por la comunidad, por los líderes, y sin rendirnos a las circunstancias.

Colegas: me retiro del cargo de editor en jefe para atender mi salud. Pero no renuncio a la responsabilidad de seguir bregando por La Opinión, ahora como editor emérito, desde afuera, en las tareas de apoyo que se necesiten.

Este cambio viene con una dosis considerable de tristeza, pero me anima y consuela que Armando Varela, actual editor de Portada, será el próximo Editor Ejecutivo de La Opinión. Lo  aprecio y respeto mucho, al igual que al resto de los miembros del equipo editorial.

Armando es comunicador social y periodista de la Universidad Javeriana y ha trabajado en periodismo desde su graduación en Colombia. Fue editor en jefe del diario Hoy en Nueva York y encargado de las operaciones combinadas de varias publicaciones relacionadas. En La Opinión también está a cargo de Noticias Nacionales y de México.

Le esperan tanto días difíciles como el regocijo que se siente cuando se envía a imprenta la última página, cada día. Le deseo mucho éxito en su gestión.

Colegas: este es un mensaje de agradecimiento y cariño por La Opinión y lo que representa por tradición periodística, elemento de información y ayuda para la comunidad. Como una de las instituciones latinas más conocidas y respetadas del país. Y por lo que ustedes han hecho en estos años con su trabajo arduo y su dedicación para preservar el mensaje, en administración, apoyo técnico, anuncios, coordinación, en  noticias, entretenimiento o deportes, para poblar, diseñar y producir La Opinión todos los días.

No solamente agradezco a ustedes, quienes hoy llenan las filas ralas de nuestro diario.

Pienso en aquellos sobre cuyos hombros crecimos. Usamos su propia dedicación a La Opinión. Señalamos el entendimiento que adquirieron, las fuentes que cultivaron, los contactos que dejaron al irse.

Finalmente, a pesar de alejarme del trabajo cotidiano y la labor diaria, continuaré mi labor desde un nuevo ángulo, como representante de nuestros valores y conservando las relaciones con la comunidad que preservan la influencia de nuestra publicación.

Un abrazo para todos,
Gabriel Lerner