La incansable lucha de dos abuelitos por sobrevivir vendiendo dulces
La pandemia está siendo especialmente dura con las poblaciones más vulnerables y necesitadas
Una pareja de ancianos salen de su casa cada día para vender sus dulces y ganarse la vida, a pesar de los problemas de salud y del peligro de la pandemia.
Jesús Martínez y Ana María García son unos ancianos que, como tantos otros, se han visto doblemente afectados en estos tiempos tan difíciles. No solo tienen menos recursos para vivir, sino que la delicada salud de cada uno les hace más vulnerables.
Las dificultades que enfrentan son múltiples, para empezar casi no pueden caminar, aún así van a una tienda de conveniencia para ofrecer sus productos.
“Trabajamos, vendiendo paletas, haciendo la luchita” explica Jesús Martínez a Milenio.
Ambos tienen 75 años, y llevan juntos 55 años. Se casaron y sí tienen hijos, cinco, pero ahora están solos y deben trabajar para conseguir sustento diario, además de medicamentos.
“La gente no nos deja morir, nos ayudan, yo ahí pido porque necesito comprar mis medicinas y ahorita no traigo nada” explica Ana María, quien pese a sentirse mal físicamente no ha podido ir al doctor porque no tiene dinero.
Anteriormente se dedicaban al comercio ambulante, sin embargo lo tuvieron que dejar por la falta de recursos para adquirir la mercancía.